Ejemplos con créanme

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Créanme, a mí que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia.
yo estaba en la ducha que durante siete días, y, créanme, fue Alfred Hitchcock junto a su cámara para cada uno de los setenta y pico disparos.
Pero ¿se ha dicho la última palabra? ¿debe perderse la esperanza? ¿Es definitiva la derrota? ¡NO! Créanme a mí que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está perdido para Francia.
Y créanme, todo esto ha sido estrictamente oficial, con el conocimiento pleno y el consentimiento del Kremlin.
Créanme ustedes, muchos de los hombres que en el mundo pasan por buenos, si no hacen daño es porque les falta tiempo.
Todo esto, créanme, es obra de un tal Isidrito, que fue cerero y hoy la persona de mayor metimiento en la Concepción Francisca.
Créanme los señores excelentísimos: mejor que ser la liebre guisada, es ser el cocinero que la guisa, ya que no sea uno el rico que se la come.
¡Pero créanme, como que esa luz nos está alumbrando! Venía yo de tirar a las tórtolas en un sembrado, y me encontré a la chiquilla del tío Pepe de Naya, que traía la vaca mismo cogida así y hacía ademán de arrollarse una cuerda a la muñeca.
Créanme vuesas mercedes dijo Sancho que el Sancho y el don Quijote desa historia deben de ser otros que los que andan en aquella que compuso Cide Hamete Benengeli, que somos nosotros: mi amo, valiente, discreto y enamorado, y yo, simple gracioso, y no comedor ni borracho.
Créanme ustedes.
, créanme.
-Créanme ustedes, como dice Anatole France: «La virtud es como los cuervos, sólo anida en las ruinas» .
¡Qué desgracia la mía! Si yo hubiera comido pan en ese siglo, y además sido doctor, créanme ustedes que sacaba el vientre de mal afeo.
Pienso que corre ansí en materia de mugeres, pues, créanme los apassionados, que todo es mentira o que todas son mentira, y que afirma esta verdad quien tiene experiencia della y se le deve crédito, como quando un médico escrive cerca de enfermedad que él propio ha padecido.
Y preguntando aquí y escudriñando allá se sabrá toda la historia, y, créanme ustedes, no faltará quien diga con asombro, y quizá con razón: «¿Cómo dejan los señares de Espejo que su hijá tenga tales amigas?».
¡Créanme! ¡Soy rico! ¡Infinitamente rico! ¡Riquísimo! — Selim gritaba como convenciendo, mas nadie lo escuchaba ya.
Y créanme, señores, yo seré un ladrón, pero antes de vender el país por un plato de lentejas, créanlo.
Créanme ustedes, por la cruz con que me santiguo, que en cierta villa del Perú, que no determino por evitarme desazones, existía un tocador de harpa tan eximio que, en certamen ó concurso musical, habría dejado tamañito al mismísimo santo rey David.
«Todo esto, créanme, es obra de un tal Isidrito, que fue cerero y hoy la persona de mayor metimiento en la Concepción Francisca.
Créanme los señores excelentísimos: mejor que ser la liebre guisada, es ser el cocinero que la guisa, ya que no sea uno el rico que se la come.
—Es un santo, créanme, caballeros, es un santo.
-Yo, señoras mías, les doy, ante todo, infinitas gracias por esa estimación que me demuestran echándome aquí tan de menos, pero les juro que con este arrastrado oficio que me tocó en suerte, no soy dueño de mí mismo cuando más necesito serlo, y créanme que, sin un motivo tan poderoso, no me hubiera castigado con la pesadumbre de no verlas a ustedes y no gozar de su amenísimo trato en tantos días.
-Ni yo ni nadie, créanme ustedes.

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