Ejemplos con copiantes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

No habiendo usted de reunir, pues, honra y provecho, querrá una u otro. Si quiere honra paréceme que está en camino de lograrla: en primer lugar usted no tiene sino catorce años, ésa es la edad en el día, o poco más: la valeur n'attend pas le nombre des années. En cuanto a saber, usted no sabe sino francés, y, como dice muy bien el señor don Cándido, tiene usted sólo con eso andada ya la mitad del camino. Haga usted unas cuantas poesías fugitivas, tal cual soneto, muy sonoro y lleno de pámpanos poéticos, no se apure usted si no dice nada en él: corra entre los amigos, saque usted mismo copias furtivas, y repártalas como pan bendito, sean destinadas sobre todo sus poesías a las mujeres, que son las que dan fama: haga usted correr la voz de que está haciendo una obra grande, cuyo título se sabrá con el tiempo, procure usted a fuerza de trasposiciones y de palabras desenterradas del diccionario, no sabidas de nadie, que digan de él: ¡Cómo maneja la lengua! ¡Es hombre que sabe el castellano!. Porque aunque lo menos que puede saber un literato es saber su lengua, éste es, sin embargo, el ápice de la ciencia en el país. Y en cuanto usted vea que pasa por muchacho de esperanzas, vaya usted a viajar: esté usted fuera diez o doce años, en los cuales puede vivir seguro de que se hablará de usted más de lo que sea menester. Vuelva usted entonces, reúna usted en un tomo alguna comedia, media docena de odas y un romancito: diga usted en el prólogo que las hizo en los ratos perdidos que sus desgracias le dejaron libres, que las publica por haber sabido que algunas composiciones de ellas se han impreso en Amberes o en América, sin su licencia y con faltas, hijas de la incuria de los copiantes, y que dedica usted a su cara patria aquel corto obsequio, y déjelas usted correr. No vuelva usted a escribir nada: silencio y aristocracia literaria, y yo le respondo a usted de que llegará a una edad provecta oyendo repetir a los pájaros: «Don Tomás, don Tomás, don Tomás es un sabio», y entonces ya puede usted con seguridad darle al público comedias, folletos, comentarios, todo será bueno: ¡que es de don Tomás!
En este supuesto, determiné poner un competente número de notas en los parajes en que veía, o me parecía ver, equivocaciones en el moro viajante, o extravagancias en su amigo, o yerros tal vez de los copiantes, poniéndolas con su estrella, número o letra, al pie de cada página, como es costumbre.
Estas dos naciones por medio de sus academias de ciencias, se han apropiado el imperio de las artes, y los demás europeos son unos meros copiantes de sus invenciones.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba