Ejemplos con clavadas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sin duda, estamos cuanto menos delante de un matador que ha cambiado la historia de entender las clavadas, todo un mito de aquí a un tiempo, que de momento no se sabe donde podrá llegar.
Mientras que el campeón de las clavadas fue Leroy Hickerson de los mismos Halcones UV Xalapa, quien también se llevó el nombramiento del Jugador Más Valioso del Juego de Estrellas.
Una combinación normalmente se construye a partir de más tácticas de ajedrez fundamentales como el tenedor, clavadas, pinchos, descubertas, etc.
La estructura estaba constituida por una valla hecha con varas clavadas a intervalos, las largas se llamaban chueles y las cortas, mechenquenes, las primeras eran el soporte de las varas atravesadas y entretejidas, que solían ser de arrayán, por ser una planta común y flexible, por su parte, los mechenquenes servían para sostener a los chueles y también al tejido más tupido de la parte inferior del corral.
Tras estudiar sus articulaciones y argollas de sujeción clavadas en la espalda, Cristóbal Antón certificó que la escultura fue creada para ser colgada de una cruz y escenificar el pasaje del Descendimiento.
El rey está en París, lo llevaron por la ciudad, con las cabezas de dos de sus guardias clavadas en el extremo de las picas, hasta llegar al Louvre.
Su logo representa un toro con unas banderillas clavadas en el lomo, haciendo alusión a la Monumental Plaza de toros México, cercano a la estación.
Algunos no habían podido montar el cañón sobre una cureña fija, y llevaban una pieza de artillería terrestre, asomando su boca entre las ruedas clavadas en la cubierta.
Junto a la puerta, dos hileras de macetas en forma de relojera, clavadas al muro, dejaban pender las cabelleras verdes de sus plantas.
El desaliento las tuvo hasta bien entrada la noche clavadas en sus asientos del salón, silenciosas, sin otra luz que el escaso resplandor de los reverberos públicos que entraba por los balcones abiertos, produciendo una débil penumbra.
Y arriba, sobre la doble galería, clavadas en la crestería del tejado, colgaban lacias e inertes las banderítas rojas y amarillas, palpitando perezosamente cuando un suspiro fresco, enviado por el mar al través de la vega, arrastrábase sobre aquellas gentes aplastadas por la insolación, haciéndoles dilatar fatigosamente los pulmones.
Vamos, señor dijo Sancho, que las barbas y lágrimas destas señoras las tengo clavadas en el corazón, y no comeré bocado que bien me sepa hasta verlas en su primera lisura.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba