Ejemplos con cantarina

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por entonces, muchos de los funcionarios del Virreinato del Perú, muchos encomenderos y soldados, sacerdotes y comerciantes, habían pasado ya por el altiplano kolla, habían podido observar y admirar, para solaz de su espíritu y para sus planes colonizadores, la belleza impresionante que ofrecía esa profunda depresión, ese pozo gigantesco como abierto a pico, accidentado e irregular, en cuyo fondo podía admirarse el paso de una corriente de agua, rápida y cantarina el Choqueyapu que se precipitaba caudaloso y raudo por acentuada pendiente, en cuya cuenca, verde y florida, todo era paz, todo invitaba al placer de ese contacto íntimo con la naturaleza y la meditación, teniendo al frente, por donde nace el Sol, esa majestuosa montaña que era como el fondo adecuado de una pintura eglógica: el Illimani.
La variedad de Eljas, más cantarina que la de Valverde del Fresno o San Martín de Trevejo, se denomina de ese curioso modo, lagarteiru, por la afición de sus habitantes a la ingesta del reptil en cuestión.
La Luna de Cosecha es también conocida como Luna de Vino, la Luna cantarina o la Luna de la llamada del alce.
¿Hay mayor gusto, muchacho, que ir un día por casa de todos los amigos y convidarlos a una merienda en el Canal, poniendo comida para más de cuatrocientas bocas, con tanta abundancia como en aquellas célebres bodas de Camacho? ¿Hay mayor gusto que visitar los interiores del teatro del Príncipe o de los Caños, y saber que no habrá entre aquellos lienzos pintados actriz española, cantarina italiana, ni bailarina francesa que no se le rinda a uno de toda voluntad? ¿Hay mayor satisfacción que dar una corrida de toros, permitiendo la entrada gratis a todo el pueblo, pagando con doble sueldo a los lidiadores y lidiando uno mismo con un traje fino bordado de plata y oro? Pues esto y aún más espero tener, si sale bien lo que hemos tramado.
Entretanto, volvió Califa, que se había ausentado un momento, y tras nuevos deseos de bienvenida, dijo al Califa: ¿Quiere el Emir de los Creyentes permitir a su esclavo que le presente una cantarina tañedora de laúd para encantar las horas de su noche? ¡Porque en este momento no hay en Bagdad cantarina más experta ni música más hábil!.
Es de temer que lo de Gengis Kan sea también una exageración genealógica, pero de todos modos, parece que lo cierto es que esa señora Guerne canta muy bien, y que Gounod le ha ofrecido escribirla una ópera, si ella quiere hacerse cantarina de profesión.
-Adelante -dijo la cantarina- y pasaron dos caballeros, muy bien parecidos y de toda gala vestidos.
Dudaba la cantarina si el cardenal se prestaría a dejarse ahorcar o poco menos, y vacilaba entre buscar lo que el otro pedía, cada vez con más ira y con más prisa, o impedir a cualquier precio las violencias del furioso Orazio.
Orazio, a pesar de su continuo trato con músicos y danzantes, a pesar de su educación descuidada, en cuanto a la moral, y a pesar de sus aficiones bucólicas, no vivía contento en la degradación de aquella vida relajada, unido por lazos non sanctos a la Provenzalli, había en él un fondo de honradez que por creerlo ridículo, y sobre todo inoportuno en la sociedad en que vivía, procuraba esconder y hasta olvidar, pero el amor sincero que llegó a sentir por Gaité despertó esos buenos instintos y, en fin, Formi se decidió a casarse con la cantarina.
En las primeras semanas de su amistad el poeta y la cantarina hablaron casi exclusivamente del arte, y de la literatura francesa en particular.
cuando, al fingirse cantarina honesta,.
¡Oh cima suprema de todo deseo! ¿Quién eres y por qué motivo te encuentras en esta isla y en la copa de este árbol? Entonces inclinose un poco la princesa hacia el hermoso joven y le sonrió, y dijo con una voz cantarina como el agua: ¡Oh joven encantador! ¡Oh hermosísimo! ¡Yo soy la princesa Gema, hija del rey Salamandra el marino! ¡Y estoy aquí porque he huido de mi patria, y de las moradas de mi patria, y de mi padre y de mi familia, para escapar a la triste suerte de los vencidos! Porque a esta hora el príncipe Saleh ha debido reducir a la esclavitud a mi padre después de exterminar a todos sus guardias.
Allí no había chiquillos gritones, ni mujer cantarina, ni cuñada histérica, ni suegra asmática.
Su ama le preguntó: ¿Dónde dejaste a tu amo pequeño? La esclava contestó: ¡Lo he dejado con ella para que no se agarrase a ti! ¡y aquí tienes una moneda de oro que me dió tu nodriza para las cantarinas! Y ofreció la moneda a la cantarina principal, diciendo: ¡He aquí el aguinaldo! Y la cantarina cogió la moneda y vio que era de cobre.
Y cantadas estas maravillosas estrofas con voz apasionada, la cantarina se calló.
Cuando la cantarina hubo acabado su estrofa, el príncipe Alí exhaló un prolongado suspiro, y sin poder reprimir por más tiempo su emoción, rompió en sollozos.
Al oír estos versos, el príncipe Alí ben-Bekar y la hermosa Schamsennahar se miraron largo rato, pero ya una tercera cantarina decía:.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba