Ejemplos con avutarda
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
También hay poblaciones de aves esteparias como la avutarda, el sisón, el alcaraván, la ortega y la ganga.
Las llanuras cerealísticas y los parajes semiáridos de las estepas ibéricas son el hábitat de la avutarda, el sisón, la ganga, la ortega y el alcaraván.
Nos encontramos en una llanura cerealista con abundancia de aves esteparias como sisones y gangas y donde a veces se ve a la rara avutarda.
Es un paraje de singular belleza ofreciendo un paisaje llano, y de escasa vegetación, compuesto de herbazales esteparios y dehesa, constituyendo el hábitat natural de la avutarda.
Los pastizales de La Serena albergan una gran variedad de aves como la cigüeña común, el aguilucho cenizo, el cernícalo, la avutarda, el sisón, el alcaraván, la canastera, la ortega, la ganga común y la carraca.
Una receta parecida de un camello relleno con una oveja rellena con una avutarda rellena con una carpa rellena con huevos se menciona en el libro Water Music de T.
La avutarda Kori es un miembro de la familia Otididae bastante común en las sabanas africanas.
También se localizan algunos ejemplares de las escasas alondra de Dupont, avutarda y aguilucho cenizo.
Un buen día consigue entrar en el ordenador de su jefe y se encuentra con un documento que se le antoja comprometedor para su empresa: alguien trata de recalificar unos terrenos para poder construir en ellos, a pesar de que ocupan una zona de protección especial de la avutarda.
Esto ha dado lugar a especulaciones sobre si la adoración de Melek Taus fue traída desde la India, aunque es más probable que la iconografía del pavo real sea un desarrollo de representaciones anteriores que muestran al dios como un ave nativa, como una Avutarda.
Ya día claro, desde un tejadillo frontero a la ventana, la saludaba la gentil avutarda.
no tanto, como huevos de avutarda.
Cuando se la quiso poner, no la encontró, la avutarda, revoloteando, se la había quitado y llevado al Príncipe.
La avutarda, que por lo ligera y servicial debía llamarse avelista, se ofreció de guía.
Sólo la avutarda manifestó que, interesada, por hallarse su imagen en el escudo de armas del reino, haría un reconocimiento y volvería.
La avutarda se alejó muy despacio.
» ¿Era que la avutarda no se contentaba nunca con el alimento conseguido?.
Era la avutarda de las llanuras, una gallinácea gigantesca que murmuraba, moviendo la garganta con visibles agitaciones, un grito que parecía una palabra y que, traducida a la fonética española, parecía decir:.
De lo que se deduce que la mujer, para bailar, no solamente necesita un hombre que la estreche, quiero decir, que la acompañe, sino también que este hombre sea intencionado, travieso y de estampa más que regular, importando muy poco que baile como una avutarda.
