Ejemplos con até

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos, con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos, a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron.
Ainda neste ano a Rainha o escolheu para seu mordomo-mor, cargo que conservou até à sua morte, servindo sucesivamente as rainhas D.
Não faltou quem atribuísse à inveja e à má vontade dos generais estrangeiros a singularidade de passar um exército inteiro quase à vista do nosso sem ser sentido, mas o Marquês das Minas, tendo perdido ocasião de dar golpe no poder do Rei de Espanha, tratou de levantar o cerco sem deixar nem uma peça nas mãos do inimigo, levando até dos arredores da praça tudo quanto entendeu que era útil ao exercito.
Seguindo pela Beira, assenhoreou-se de grande número de povoações, que não resistiram por estarem desguarnecidas à excepção de Monsanto e de Idanha-a-Nova, onde os campónios portugueses fizeram uma bela defesa, e batendo o barão de Fágel nos desfiladeiros da Serra da Estrela prosseguiu até Vila Velha, atravessou o Tejo, fez a sua junção com o príncipe de Tilly, que entrara pelo Alentejo, e tomou Portalegre, ao passo que o Marquês de Villadanas assolava o Algarve e tomava Castelo de Vide.
Julião da Barra, com o mando de todas las fortalezas desde Paço de Arcos até Cascais, tendo, porém, depois D.
esta mañana, hablándole yo de la obligación de devolver las cartas, me dijo: Tía, ya las he reunido en un paquete, pero lo até con una cinta rosa, y estoy buscando una cinta negra para que lleven la expresión de muerte que es necesaria, indispensable.
Así como la vi, aunque no podía ver quién la ponía, mostré el papel, como dando a entender que pusiesen el hilo, pero ya venía puesto en la caña, al cual até el papel, y de allí a poco tornó a parecer nuestra estrella, con la blanca bandera de paz del atadillo.
El moghrabín le preguntó: ¿Has visto pasar moghrabines por aquí? El pescador contestó: ¡Dos! El otro preguntó: ¿Por dónde han ido? El pescador dijo: ¡Les até los brazos y les tiré a este lago, en donde se ahogaron! ¡Y si te conviene seguir su suerte, puedo hacer contigo lo mismo!.
Cuando volví en mí, descubrí que todavía sangraba, por lo que até un extremo de mi pañuelo estrechamente en torno a la muñeca y lo aseguré con un palito.
Até el caballo a un hierro de la verja, y luego fui empujando los demás, hasta que al fin cedió uno.
- Lo até de una cuerda, lo traje a rastras, los perros se lo comieron.
Junté grandes haces de madera de áloe comarí y chino, los até sólidamente con cuerdas, coloqué encima grandes tablones recogidos de la orilla y procedentes de los barcos náufragos, y con todo confeccioné una balsa tan ancha como el río, o mejor dicho algo menos ancha, pero poco.
Empecé a buscar leña, y encontrándola en seguida, me tendí en tierra y cogí una tabla grande que sujeté a las plantas de mis pies en toda su extensión, cogí luego una segunda tabla que até a mi costado izquierdo, otra a mi costado derecho, la cuarta me la puse en el vientre, y la quinta, más ancha y más larga que las anteriores, la sujeté a mi cabeza.
Tras de lo cual, desenrollé la tela de mi turbante, como la primera vez, y me la rodeé a la cintura, yendo a situarme debajo del cuarto de carne, que até sólidamente a mi pecho con las dos puntas del turbante.
Está todavía sujeto por una pierna, y no se irá, yo respondo, como que yo le até a esa pata.
La até sólidamente a mi cintura y sujeté ambos cabos con un nudo resistente a un dedo del pájaro.
Y yo obedecí la orden y la até a la cruz y lo coloqué con la cabeza hacia abajo y los pies para arriba.
Después saqué de mi alforja una cuerda muy larga, y até mi caballo para que pudiese refrescarse libremente en aquella pradera.
Eché pie a tierra, até su caballo en el palenque, le di las gracias, pasando de largo, y me metí en mi rancho.
Como tenía las manos libres, me rompí la camisa, hice unas tiras y medio me até las heridas, que eran en la cabeza y en la caja del cuerpo.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba