Ejemplos con astuto

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El astuto Saddler logra convencer al castellán para que revivan a La Plaga y que juntos le propaguen por el mundo entero.
La imagen del armenio como astuto comerciante se extendió ampliamente.
En la misma época de este asedio otras fuerzas lograron incursionar al fuerte Michilmackinac mediante un plan astuto: los Ojibwa recibieron la visita de los Sauk para un juego de Lacrosse, durante la partida hicieron que la pelota traspasara el muro de la fortificación.
El personaje ha sido descrito como letalmente encantador, atractivo y cautivador así como seductor, astuto, inteligente y un hombre de acción.
Houseman fue un jugador de extraordinaria gambeta, rápido, veloz, astuto, pícaro y hábil con ambas piernas.
Hay un encuentro casual, que prosigue en el despacho de éste último, entre un muy astuto miembro del Partido con cierto poder, O'Brien, se le han intentado encontrar paralelismos con Beria o con Stauffenberg pero quizás tiene más semejanza con un político clásico: corrupción, doble moral, a sabiendas que tardarán mucho en detenerle por estos cargos.
Eiselberg, un hombre muy rico, que fue lo suficientemente astuto como para gastar toda su fortuna enterrándoe muchas millas bajo el suelo.
Conscious of latent energies, y ya cansado de los placeres de una corte disoluta, se convirtió en socio de la compañía, y rápidamente se transformó en un astuto e incansable hombre de negocios.
Es un ser misterioso, astuto y un mentiroso por naturaleza.
Cada uno de ellos desempeña un papel muy concreto: el padre es un ingenuo gorrión entregado al cuidado de su retoño, y el hijo es un astuto pajarito que no perderá la más mínima oportunidad para burlarse de su padre y ridiculizarlo.
Gerry Anderson fue astuto al hacer ciencia ficción para compañías independientes.
Ninguno, sin embargo, era más peligroso que el Gran Sauce: tenía el corazón podrido, pero una fuerza todavía verde, y era astuto, y ordenaba los vientos, y su canto y su pensamiento corrían entre los árboles de ambos lados del río.
Se ganó la fama de astuto y hombre moral de férreos principios y colaboró en el desarrollo de la Casa del Pueblo en Valladolid, como lugar de formación política del socialismo vallisoletano y como centro cultural del que salieron iniciativas como la Universidad Popular Pablo Iglesias, grupos de teatro, corales, etc.
El tampoco había dormido, sintiendo nacer en su pensamiento de pequeño salvaje, astuto y receloso, una sospecha que poco a poco tomó la realidad de una certidumbre.
Y el exclusivo cuidado del engrandecimiento materialnumen de aquella civilizaciónimpone así la lógica de sus resultados en la vida política, como en todos los órdenes de la actividad, dando el rango primero al osado y astuto, convertido por la brutal eficacia de su esfuerzo en la suprema personificación de la energía nacionalen el postulante a su emersonianaen el de Taine.
Don Feliciano en el mismo punto se despojó con violencia del sombrero, dejando al descubierto su enorme calva en declive, lo agitó con frenesí algunos segundos, y gritó: ¡Hurra! no se sabe a quién, tal vez al dios astuto que le había suministrado tan famosa idea.
Lo distinguido, lo intelectual, lo moderno, es creer a ojos cerrados en cualquier patán astuto que, vistiendo la sotana, pronuncia sermones vulgares, y pasa las horas en el confesionario enterándose de vidas ajenas y adorando al Corazón de Jesús, que coloca por encima de Dios.
¡Una gran persona el tal don Carlos! Valeroso en el combate, astuto en la política, alegre y campechano como un burgomaestre de su país, gran comedor, gran bebedor y aficionado a tomar por el talle a las muchachas.
Y no digamos nada de don Felipe II, un monarca tan sabio, tan astuto, que hacía bailar a su gusto a los reyes de Europa como si les tirase de un hilillo.
Mas ¿quién le ponía el cascabel al gato? ¿Quién aliaba a la tiesa y austera Villasis con la amable y despreocupada Currita, aunque se tratase de ir a conquistar juntas la Tierra Santa? ¿Quién doblegaba la vanidad inmensa de la Albornoz, hasta el punto de hacerla aceptar cualquiera empresa que fuese un puesto secundario? El astuto Butrón resolvió tentar el vado, aproximando a las dos señoras, y citólas en terreno neutral, su propia casa, sin advertir a ninguna la presencia de la otra, con el pretexto de tratar reservadamente, en junta de notables, un asunto de la mayor importancia para el partido.
El astuto Antonelli había atado para siempre a Bismarck con hilo de araña.
Así se lo prometía Currita a todas horas, y así se lo había prometido la noche antes el marqués de Butrón, el astuto viejo que barría para dentro en los tiempos de desgracia, mientras no llegaba la hora de barrer para fuera, que sería seguramente la hora del triunfo.
Un plan astuto, hábilmente forjado por mi pasión, maduró en mi pensamiento, mostrándose como exento de pecado.
Amaba a Manolita y no quería decir la verdad sobre su carácter, pero con el astuto don Eugenio no valían disimulos.
Ya lo decía su astuto padre: El bollo del labrador cuesta cahizada de trigo.
—En cuanto a escribir a la misma Soledad, hubiera sido perder el tiempo lastimosamente, dado que el astuto y vigilante D.
¡Yo sé de lo que soy capaz!—Vive, pues, tranquilo, zorro viejo y astuto, que si D.
Elías llegó al último límite segun que fueron sabiéndose todos estos pormenores, y gracias a que el astuto riojano, cuya casa habia quedado reducida a cenizas, continuaba viviendo en la del Alcalde, que, de no ser así, lo hubiera pasado muy mal.
Pero con todo esto, el valor de Leonora fué tal, que en el tiempo que mas le convenia, le mostró contra las fuerzas villanas de su astuto engañador, pues no fueron bastantes a vencerla, y él se cansó en balde, y ella quedó vencedora, y entrambos dormidos.
Mas don Fernando, como astuto y discreto, se receló y temió desto, por parecerle que estaba yo obligado, en vez de buen criado, no tener encubierta cosa que tan en perjuicio de la honra de mi señor el duque venía, y así, por divertirme y engañarme, me dijo que no hallaba otro mejor remedio para poder apartar de la memoria la hermosura que tan sujeto le tenía, que el ausentarse por algunos meses, y que quería que el ausencia fuese que los dos nos viniésemos en casa de mi padre, con ocasión que darían al duque que venía a ver y a feriar unos muy buenos caballos que en mi ciudad había, que es madre de los mejores del mundo.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba