Ejemplos con apuros

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cada uno a lo que le interesa, y yo, que con el señor Obrero he rabiado más de una vez ante los apuros de la casa, me consuelo pensando en lo que tuvo cuando aún no habíamos nacido.
La Primada perdía muchos de sus derechos, los arrendatarios se hacían dueños valiéndose de los apuros del Estado, los pueblos se negaban a pagar sus servidumbres feudales, como si el hábito de defenderse y hacer la guerra les librase para siempre del vasallaje.
Ya no tenía dinero para salir de apuros, sólo contaba con lo que produjesen los campos.
No tenía mas que un deseo: que las chicas ignorasen sus preocupaciones, que nadie se diese cuenta en la casa de los apuros y tristezas del padre, que no se turbase la santa alegría de aquella vivienda, animada a todas horas por las risas y las canciones de las cuatro hermanas, cuya edad sólo se diferenciaba de un año.
Pensaba en que la situación imponía disimulo, y que la amistad del matrimonio Cuadros le era muy necesaria para salvarla en sus apuros de señora en decadencia, acosada por las deudas.
Has perdido tu respetabilidad de mujer y ahora te hallas en los mismos apuros de antes, pues ese imbécil de Cuadros es hombre al agua.
Y el tal cambio consistía en haberse negado Juanito varias veces a darla dinero para salir de pequeños apuros.
¿Qué iban a hacer ellas cuando se vieran confundidas entre las cursis que paseaban a pie por la Alameda? ¿Qué dirían las amigas al ver que transcurría el tiempo y la hermosa galerita, de que tan orgullosas estaban, permanecía arrinconada en la cochera? Porque las dos, aunque su mamá, por no entristecerlas, las ocultaba el estado de la casa, tenían pleno conocimiento de los apuros de la familia y estaban seguras de la imposibilidad de reemplazar el viejo pero brioso caballo por otro que valiese tanto como él.
Ya no eran las deudas y los apuros pecuniarios las amarguras de la vida, ahora, la fatalidad, según ella decía, complacíase en agobiarla con nuevos golpes, quitando a la familia los escasos medios que la restaban para sostener su prestigio.
¡Y qué bien sabe hacerlo el muy ladrón! Se confiesa a menudo, entrega cantidades en las sacristías, diciendo que las ha cobrado de más por un error y quiere sean para los pobres, y hasta se murmura si es él ese ramoso sujeto que, con el incógnito de Un cualquiera, envía dinero a la Junta de Instrucción Obrera cuando ésta sufre apuros.
Él no la abandonaba, sería un mal hijo si correspondía con el desdén al cariñazo maternal que le mostraba la buena señora tan pronto como se veía en apuros de dinero.
Si fuese como Dios manda, una persona arregladita y económica, la sangre de mis venas le daría, pero a una derrochadora, que sólo se acuerda de su hermano en los apuros, y cuando tiene cuatro cuartos desprecia sus consejos, a ésa no le doy ni esto.
¡Ay, Dios! ¡Cuánto cuesta criar a los hijos y sostener el rango de una familia! Tú, hijo mío, sólo tú puedes sacar a tu madre de apuros.
Sobre todo, no cuentes conmigo en los apuros.
Doña Manuela se animaba y seguía hablando, No es que ella fuese derrochadora, había tenido su época de apuros, como él sabía muy bien, y conocía el valor de un duro.
Pero había que quedar con dignidad, sostener la honra de la casa, ahora que las niñas iban siendo casaderas, y esto, ¡ay, Juanito mío! esto exigía grandes apuros y no menores sacrificios.
¡Todo sea por Dios! Él también tenía apuros y hacía sacrificios.
Ya que en la familia se habían suavizado antiguas asperezas, a ella tenía que acudir en sus apuros.
Con que firmes por mí, salgo de apuros.
Decididamente, no quería pedir préstamos a una gente inferior, que la trataría con desdeñosa confianza al conocer sus apuros.
¡Y pensar que en casa se pasaban tantos apuros para sostener aquel lujo! ¡Quién lo diría viéndolas tan elegantes y risueñas, especialmente la mamá, que lucía brillantes en pecho, orejas y manos, y que antes quería pasar hambre que deshacerse de ellos! Y el pobre muchacho, siguiendo la corriente de la lógica, pensaba con horror si todas las señoras que allí estaban cargadas de flores y joyas, exhibiendo sus sonrisas de mujer feliz, habrían tenido que pedir prestado como su madre.
Lo que doña Manuela callaba eran las sospechas vehementes de que su amiga explotaba sus apuros, guardándose los picos de las cantidades facilitadas por los prestamistas.
¡Y que no pasaba flojos apuros la pobre para salir airosa en aquel papel inmenso! A Barbarita le hacía ordinariamente sus confidencias.
Los primos, que me sacaban de tantos apuros, ya habían hecho los imposibles Me daba vergüenza de volver a pedirles.
Se pasan apuros, pero vamos viviendo.
Pues me sirvió para hacer un regalo a uno de los delineantes que trabajan en el proyecto ¿Ven ustedes a este marqués de Casa-Muñoz, que me está oyendo y me ha ofrecido dos vigas de doble T? Bueno: ¿cuánto apuestan a que le saco algo más? ¿Pues qué, creen ustedes que el señor marqués tiene sus grandes yeserías de Vallecas para ver estos apuros míos y no acudir a ellos?.
Los primeros años de esta vida pasó la señora grandes apuros, porque los réditos, aun con ser tan crecidos, no le bastaban al sostenimiento de su casa.
Era el único individuo de la tertulia que no tenía trampas ni apuros de dinero.
A poco de las trapisondas de marras Desde entonces su cuñada de usted ha vivido apartada del bullicio, llorando sus faltas y comiéndose los ahorros que tenía, hasta que han venido los apuros.
Aquel ascetismo y aquel fueron nada más que obra fugaz de la tristeza, o quizás de las circunstancias, y existían en su mente como esas lecciones, pegadas con saliva, que los estudiantes aprenden en los apuros del examen.

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