Ejemplos con alicientes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Este, no encuentra alicientes económicos en el territorio chileno y ante la penuria alimenticia y las dificultades que se presentan, fracasará el proyecto y regresarán a Perú.
A parte de eso, la isla ofrece otros muchos alicientes, como multitud de playas y calas, o de rincones donde predomina el relax y la serenidad, también puedes comprar productos artesanos como la flaón, la ensaimada, sus famosas hierbas ibicencas.
Uno de los alicientes de la llegada de la Alta Velocidad a Algeciras será la posibilidad de empezar la construcción del enlace ferroviario permanente entre España y Marruecos.
Esta nueva derrota y la situación que se volvía muy pesada para el pueblo y un comentario que llegó a oídos de los chuquisaqueños de que fueron destrozados por los indios y muy pocos fueron los que salvaron la vida, fueron alicientes para incitar a que se detenga esta fratricida contienda.
Existe el caso de Bahamas con la industria turística, entre otros alicientes, o la región de Guayana Francesa, la cual abandonó su estátus de región subdesarrollada para tener la renta per cápita más alta de Sudamérica,, aún siendo esta inferior a la media europea y recibir fondos de cohesión por ello, gracias sobre todo a las abundantes inversiones del gobierno frances y la Unión Europea para construir en ella y operar los distintos centro espaciales de Kourú,, estos ingresos se unen los aportados por la Legión Extranjera francesa, asentada allí para la vigilancia de las instalaciones y realizar los entrenamientos en terreno selvático, lo que supone cientos de soldados y técnicos bien pagados.
Del mismo modo, dado que los bárbaros recibían un trato igual o mejor con mucho menor esfuerzo, la vieja guardia fue decayendo y no recibía alicientes para perpetuar las viejas costumbres.
En el primer libro, Vila se describe como un investigador solitario, pero desde entonces Chamorro y él se hacen inseparables, y la relación entre ellos es uno de los alicientes de los libros.
Hoy día, agotados hace tiempo los filones de plata, Villaricos se esta convirtiendo en una villa de veraneo que resulta muy atractiva por su historia y peculiar situación, lo que hace de sus puertos un elemento sumamente importante para su sostenibilidad, con los deportes náuticos como uno de sus alicientes principales.
Terminado su compromiso con de la Gasca, como el territorio peruano no ofrecía en aquellos momentos grandes alicientes, Francisco de Trejo dejará el Perú y se enrola en los tercios conquistadores que han acudido desde el Nuevo Reino de Granada.
El hijo escribía de tarde en tarde: la ría ofrecía cada vez menos alicientes para él.
La cosa más tremendísima que se ha visto en toda Europa y sus islas alicientes.
Porque faltos de esos consoladores placeres que en otras ciudades constituyen la alegría del vivir y distancian de la maldad y de la calumnia, los moradores de aquel pueblón sin alicientes para el espíritu y sin sanos regocijos para la inteligencia, vivían en un continuo tejer y destejer enredos, chismes y anécdotas, poniendo en cada reputación una sospecha y en cada sospecha una injuria.
¡Nuestra complejidad, nuestra instabilidad moral, nuestra multitud de formas virtuales que una leve moción exterior basta a veces para levantar a lo activo y aparente del alma! ¡De cuán diversas maneras puede considerarse este pensamiento, y cuán fecundo y sugestivo es! Para el dilettante sólo ofrece alicientes de curiosa delectación y vagabundez agradable, para el asceta y el estoico, es pensamiento de pavor, que trae la imagen de las movedizas arenas sobre que se asienta nuestra unidad personal, que ellos aspiran a afirmar en base de bronce.
Mi ánimo necesita ahora otros alicientes para conmoverse: siento que algo me falta: pero no acierto a adivinar lo que es.
La seguridad, de que ni la enfermedad, la vejez, la orfandad, ni otro contratiempo, son capaces de dejar en abandono las familias artesanas, es uno de los alicientes más eficaces y ciertos, para que se dediquen las gentes al trabajo con fervor, mientras se mantengan sanos y robustos, animándose todos recíprocamente: pues en algún modo por virtud del monte-pío, forman una especie de familia general de cada oficio.
Esta misma diferencia de caracteres era para mí uno de los mayores alicientes de su trato, pues cuando me sentía con humor de reír, me dedicaba a pasar revista a todas las ridiculeces de nuestros compañeros de temporada en unión con Luisa, que así se llamaba la más alegre de genio, y cuando, por el contrario, sin saber por qué ni por qué no, me asaltaban esas ideas melancólicas de las que en vano trata uno de defenderse cuando se encuentra entre personas de diverso carácter, daba rienda suelta a mis sensiblerías, charlando con Elena, que éste era el nombre de la otra, de vagos presentimientos, pesares no comprendidos, aspiraciones sin nombre, y toda esa música celeste del sentimentalismo casero.
En otra criatura formada de distinto barro, el cultivo artificial o de invernadero, como hemos llamado al de Luz, hubiera producido contrarios efectos, porque en lo común de la naturaleza humana, las veladuras sobre los ojos son alicientes de los deseos y despertadores de la curiosidad, pero en una pasta tan dúctil y placentera como la de aquella niña, el artificio de su educación moral contribuyó grandemente a la perfección casi mecánica de la mujer, mecánica en cuanto a la estructura, digámoslo así, a la trabazón de las piezas componentes de su ser moral, no en cuanto a las funciones del conjunto, que éstas ya dependían de la pasta fundamental, del temple nobilísimo del alma, obra de un Artífice más alto.
¿Aquel vacío de su corazón iba a llenarse? Aquella vida sin alicientes, negra en lo pasado, negra en lo porvenir, inútil, rodeada de inconvenientes y necedades ¿iba a terminar? Como si fuera un estallido, sintió dentro de la cabeza un «sí» tremendo que se deshizo en chispas brillantes dentro del cerebro.
Repito tercera deligencia en letra de molde en su ilustre papel, para que del auto tenga conocimiento el vecindario de toa la provincia y sus islas alicientes, ítem, de cómo con esta fecha dirijo al Menisterio de Madrí, con el ditamen del letrado hijo mío que le manipuló, un memorial que copio al calce y se verá el consiguiente.

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