Ejemplos con éntrase

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sentadas estas bases, baste por toda satisfacción saber que tengo un criado montañés que, a fuer de quererme, se toma conmigo raras libertades: lo mismo es ver que he escrito como cosa de un cuarto de hora, que es todo lo más que él me permite, porque blasona de cuidarse mucho de mi bienestar, éntrase en mi cuarto gruñendo entre dientes, como criado viejo, tiende la vista descortésmente sobre mi papel y, mirándole sólo con un ojo a causa de no tener otro: «¡Hola! -dice-, oposicioncita, ¿eh? ¡Basta, señor, basta!», y unas veces derribando el tintero sobre el escrito llénamelo de borrones, y otras, que son las más, asiendo de un apagador, encájalo por montera sobre el candelero y apaga la luz. Yo no sé con quién diablos ha servido el tal montañés, pero él jura que esto me conviene, verdad es que me conoce, y sabe que si no me fuera a la mano estaría escribiendo todavía, porque, como él dice, la materia no es corta, y la intención no es buena. El montañés tiene ascendiente sobre mí, sin que yo lo pueda remediar, por consiguiente no hay echarle de casa: conténtome, pues, con decir, cada vez que me corta el hilo de mis eternos discursos:
Es preciso saber que envió Periandro un embajador a Trasíbulo con la comisión de preguntarle de qué medios se podría valer para estar más seguro en su dominio y para gobernar mejor su estado: pues bien, saca Trasíbulo al enviado de Periandro a paseo fuera de la ciudad, y éntrase con él por campo sembrado, y al tiempo que va pasando por aquellas sementeras le pregunta los motivos de su venida, y vuelve a preguntárselos una, y otra, y muchas veces.
''' Éntrase el león, y LEÓNIDO tras él.
'''Éntrase en seguimiento de todos, y dice dentro.
'''Éntrase como que va tras aquella sombra que finge representalle la imaginación, y síguenle los CRIADOS.
Vase ésta desplegando como ala que se estira para volar, el viento suave la hincha poco a poco, el timón se hace auxiliar del viento, y la barquilla éntrase en el mar, a tiempo que el sol cimea la montaña y deja caer sobre la cabeza del Hereje el beso caliente de su luz.
Caen, caen sin tregua, las hojas, y el alma del paisaje éntrase, en tanto, por las puertas del sentido, al ambiente de mi mundo interior.

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