Categoría gramatical / tiempo verbal de teniéndoselas

Como Conjugación De Tener

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Verbo Pronominal

Los Verbos Pronominales son aquellos que se conjugan junto a un pronombre átono.

Verbo Intransitivo

Los Verbos Intransitivos son aquellos que no necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Gerundio De Tener

El gerundio es una forma no personal del verbo y por lo tanto invariable. Se forma añadiendo el sufijo -ndo. Sirve para expresar una acción no finalizada, que todavía está en curso, no finalizada. Existe la forma simple (comiendo) y compuesta (habiendo comido). Dentro de la oración puede desempeñar una función verbal, generalmente en sentido imperativo, o la función de especificar un sustantivo como si se tratase de un adjetivo. Veamos uno ejemplos:

  • ¡Arreando!; todo el mundo a hacer las maletas que nos vamos Aquí arreando actúa como verbo de caracter imperativo
  • Llegaremos andando. Aquí andando actúa como verbo y hace referencia a una acción no finalizada
  • Me quemé la mano con agua hirviendo. Aquí hirviendo actúa como adjetivo, matizando el sustantivo agua

Ejemplos con la palabra Teniéndoselas

Dominando entonces en Samo los amigos de Alcibíades, enviaron a Pisandro a la ciudad para mudar el gobierno y alentar a los principales a ponerse al frente de los negocios y disolver la democracia, pues con estas condiciones les ganaría Alcibíades a Tisafernes por amigo y aliado: a lo menos éste fue el pretexto y la apariencia de los que establecían la oligarquía. Mas después que tomaron consistencia y se apoderaron del mando los llamados cinco mil, aunque no eran más de cuatrocientos, ya no se curaban gran cosa de Alcibíades, y hacían muy remisamente la guerra, parte por desconfianza que tenían de que aguantaran los ciudadanos aquellas novedades, y parte porque imaginaban que cederían los Lacedemonios, inclinados siempre y afectos a la oligarquía, y la plebe en la ciudad se estuvo, aunque de mala gana, sosegada por entonces, porque habían perecido no pocos de los que se opusieron a los cuatrocientos. Los de Samo cuando lo entendieron, irritados de aquel proceder, pensaron en dar al punto la vela con dirección al Pireo, y llamando a Alcibíades, a quien también nombraron general, le ordenaron que los condujese y acabase con los tiranos, mas éste no se manejó o condescendió como cualquiera otro que repentinamente se hubiera visto en tanta autoridad por el favor de algunos de sus ciudadanos, creyendo que debía complacer en todo y no rehusar nada a los que de fugitivo y desterrado lo habían hecho presidente y general de tantas naves y de tamañas fuerzas, sino que, como correspondía a un gran caudillo, hizo frente a los que sólo se gobernaban por la ira y los contuvo para no cometer un desacierto, con lo que indudablemente salvó entonces la república. Porque si, haciéndose al mar, se hubiesen restituido a casa, infaliblemente los enemigos habrían quedado dueños sin fatiga de toda la Jonia, del Helesponto y de las Islas, y Atenienses habrían tenido que venir a las manos con Atenienses, trayendo la guerra a su ciudad, lo que Alcibíades sólo impidió sucediese, no precisamente persuadiendo e instruyendo a la muchedumbre, sino yendo en particular a unos con ruegos y a otros con violencia. Sirvióle en esta ocasión Trasíbulo de Estiria con su presencia y sus gritos, pues, según se dice, era el que tenía la voz más fuerte entre todos los Atenienses. Otra segunda acción brillante hubo también entonces de Alcibíades, y fue que, habiendo ofrecido que las naves fenicias que estaban los Lacedemonios esperando, teniéndoselas prometidas el rey, o las atraería en su favor, o a lo menos negociaría que no se uniesen con aquellos, sin dilación navegó con este objeto, y se verificó que Tisafernes, aunque se apareció con las naves hacia Aspendo, no las unió, sino que engañó a los Lacedemonios: habiendo sido Alcibíades la causa de que no estuviese ni con unos ni con otros, y sobre todo de que no estuviese con los Lacedemonios, por haber enseñado al bárbaro que se desentendiera y dejara que los Griegos se destruyeran unos a otros: pues no podía haber duda en que unidas tan poderosas fuerzas a uno de los dos pueblos, éste quitaría enteramente al otro el dominio del mar.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra teniéndoselas

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba