A continuación te mostramos aquellos refranes ,frases y dichos que hablan sobre Que cada una de estas sentencias están llenas de la sabiduría popular de los pueblos hispanoamericanos y se han transmitido de manera ininterrumpida a lo largo de los siglos. La literatura está impregnada de ellos, baste como ejemplo el del Sancho Panza, compañero inseparable de Don Quijote que le dirá en uno de sus diálogos con él "Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todas son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas "
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A alcalá, putas, que llega san lucas
A alcalá, que no hay justicia
A amante que no es osado, dale de lado
A amayas, sin pan no vayas, que te 'esmayas'
A animal que no conozcas, no le tientes las orejas
A asno que quiere imitar al mulo, se le ve el culo
A bicho que no reconozcas, no le pises la cola
A bordo no hay más cuerda que la del reloj
A buen caballo no hay que decirle arre
A buen salvo está el que repica
A buen tiempo ponemos al abuelo majo, ahora que se ha muerto
A buey viejo no le cates majada, que él se la cata
A burra que críe no le digas arre
A caballo que ha trabajado, no le faltan sobrehuesos
A caballo que rabea, ningún charro lo desea
A caballo que se empaca, dale estaca
A caballo que te regalan no pongas reparos en la capa
A caballo que vuela, ¿para qué la espuela?
A cada cual inclina Dios para lo que es y a buen fin, si no lo tuerce quien se hace ruin
A cada cual lo suyo, y a robar lo que se pueda
A cada cual mate su ventura, o Dios que le hizo
A cada uno Dios da el castigo que merece
A cada uno le toca escoger, la cuchara con la que ha de comer
A cada uno lo suyo, y a robar lo que se pueda
A cada uno mate su ventura, o Dios que le hizo
A callarse ranas, que va a predicar el sapo
A can que lame ceniza, no fiarle harina
A can que lame ceniza, no le debes confiar la harina
¡a casita que llueve!
A castilla van los mozos. a castilla por segar. ¡harto castilla es corella 'pal' que quiere trabajar
A cavador perucho, si le dieres algo, que no sea mucho
A celada de bellacos, más vale por los pies que por las manos
A clavo ardiendo, se agarra el que se está hundiendo
A comer, beber, bailar y gozar, que el mundo se va acabar
A cuatro pesetas mandan -el jornal- todo el mundo se sosiegue. mientras no manden a duro el que lo ha sembraó, que siegue
A dádivas, no hay acero que resista
A darle que es mole de olla
A días calurosos que olvidamos el abrigo, nos sorprende marzo con aire y frió
A Dios, lo que es digno de Dios, y a la cama, la sobrecama
¿a do irá el buey que no are?
¿a dónde vas? -a chinchilla. -¡que te metan la morcilla!
A dónde vas a ir que más valgas
A, e, i, o, u, más sabe el burro que tú
A elche me he de ir a ver a mi primo lejano, que los mozos de mi pueblo, mucha paja y poco grano
A embestida de hombre fiero, ¡pies para que os quiero!
A enemigo que huye: alfombra roja
A enemigo que huye, diez bendiciones
A enemigo que huye, golpe de gracia
A enemigo que huye no le entretengas
A enemigo que huye, puente de plata
A enfermo, niño o anciano, hay que tenderles la mano
A envestida de hombre fiero, pies para que os quiero
A ese, como a los caballos viejos, ya no le queda más que el relincho
A ése hay que echarle la galga
A estilo pobre, antes reventar que sobre
A feria vayas que más valgas
A fuer de toledo, que pierde la dama y paga el caballero
A gloria me sabe el vino que viene de blanca mano y en un cristalito fino
A gran cabeza, gran talento, si es que lo tiene dentro
A hombre de dos caras, rayo que lo parta
A 'iros de mi casa' y '¿qué queréis con mi mujer?', no hay que responder
A la cama que es buen 'prau', el que no duerme está 'echau'
A la casa en que hay ruda, Dios la ayuda
A la cuesta arriba te quiero mulo, que la cuesta abajo yo me la subo
A la cueva me llevan, ¡mira que pueblo! que san gil en las andas, se va cayendo
A la entrada de padrastro, lo primero que se ve, son las ventanas abiertas y las camas sin hacer
A la ermita de san blas, si vas a coger verbena, pedirás que la garganta el santo te ponga buena
A la fuente voy y bebo, y el agua no la aminoro, porque yo la restituyo con las lágrimas que lloro
A la fuerza, no hay razón que la venza
A la guerra solo se va una vez, porque no se sabe lo que es
A la herradura que mucho suena, algún clavo le falta
A la hora de freír frijoles, manteca es lo que hace falta
A la lengua y a la serpiente hay que temerles
A la luna de enero yo te comparo, que es la luna más clara, de todo el año
A la mal casada, déla Dios placer, que la bien casada no lo ha menester
A la mala costumbre córtale las piernas para que no avance
A la mancha, manchego, que en mi tierra no te quiero
A la mancha, manchego, que hay mucho vino, mucho pan, mucho aceite y mucho tocino
A la mona que te trae el plato no le mires el rabo
A la moza andadera, quebrarle la pierna y que haga gorguera
A la moza mala, la campana la llama, que a la buena, en casa la halla
A la moza que mal lava, siete veces la hierve el agua
A la moza que ser buena, y al mozo que el oficio, no les puede dar mayor beneficio
A la moza y al fraile, que no les de el aire
A la muela se ha de sufrir, lo que a la suegra
A la muerte ni temerla ni buscarla, hay que esperarla
A la muerte no hay cosechador que la coseche
A la muerte no hay que temerle ni buscarla, únicamente esperarla
A la mujer búscala delgada y limpia, que gorda y guarra ella se volverá
A la mujer, búscala fina y limpia, que gorda y sucia ya se hará
A la mujer de manos grandes, todo lo que coge le parece chiquito
A la mujer dile tu amor una vez, que el diablo se lo dirá diez
A la mujer hay que tenerla bien comida, bien amada y bien vestida
A la mujer la comparo lo mismo que la cerveza: como se le vaya el corcho -el pudor- se le va la fortaleza
A la mujer loca, más le agrada el pandero que la toca
A la mujer más cuerda, menos cuerda, para que no se te pierda
A la mujer por lo que valga, no por lo que traiga
A la mujer que fuma y bebe el diablo se la lleve
A la mujer que fuma y bebe, el diablo se la lleve. y si además mea de pié, 'libéranos dominé'
A la mujer y a la guitarra, hay que templarla para usarla
A la mujer y al caballo no hay que prestarlos
A la mujer y la picaza, lo que vieres en la plaza
A la oveja mansa, todo el cordero que puede le mama
a la oveja negra, el lobo es la primera que ve
A la que a su marido encornuda, señor y tú la ayuda
A la que bien baila, con poco son le basta
A la que bien baila, poco son le basta
A la que da con mal marido, se le va lo comido por lo servido
A la que fue flor, algo le queda de olor
A la que parió harto, no la engaña un parto
A la que quiere ser mala, poco aprovecha guardarla
A la que sabes mueras, y sabía hacer saetas
A la que te criaste, te quedaste
A la que te de jalón, derechito para el colchón
A la que tenga más de treinta, no la pretendas
A la que uno no contenta, no bastan dos ni cincuenta
A la sombra del que camina se para el que está gateando
A la suegra hay que sufrirla, como a la muela picada
A la suerte hay que ayudarla con esfuerzo y sin dormirse
A la tierra que fueres haz lo que vieres
A la una, que bien que mal, en cada casa comido han
A la vaca que no se cubre, se le seca la ubre
A la vasija nueva, le dura el resabio de lo que se echó en ella
A las balas no hay que tenerles miedo, si no a la velocidad con la que vienen
A las burlas, así ve a ellas que no te salgan veras
A las diez, en la cama estés, mejor antes que después
A las diez, en la cama estés, si puede ser antes, mejor que después
A las doce, el que no tenga pan, que retoce
A las flores les pedimos que tengan perfume. a los hombres, educación
A las mujeres les gustan los hombres callados, porque se creen que les están escuchando
A las mujeres, por lo que parecen
A las mujeres y a los charcos no hay que andarles con rodeos
A las ocho un bizcocho., que no marañuelas
A las penas y al catarro, hay que darles con el jarro
A las veces la cabra bala por el cuchillo que la mata
A las veces lleva el hombre a su casa con que llore
A lo que aceite de oliva echo, sácole provecho
A lo que el rey manda y Dios ofrece, hay que hacerse
A lo que está de moda, todo el mundo se acomoda
A lo que estamos, tuerta
A lo que has de negarte, niégate cuanto antes
A lo que manda Dios, oreja de liebre
A lo que natura no da: ¡piña, mamey y zapote!
A lo que no puedas, no te atrevas
A lo que no puedas, nunca te atrevas
A lo que no puedas vengar, disimular y esperar
A lo que no puede ser, paciencia
A lo que no te agrada, haz que no oyes nada
A lo que no tiene remedio, cuartillo y medio
A lo que no tiene remedio, litro y medio