Ejemplos con tomara

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por la calidad educativa desarrollada y el amplio y profundo trabajo comunal que ejerció, fue beneficiado con tres becas al exterior: Cali, Colombia, Patzcuaro, México y Monterrey, México, las cuales por razones que aún se desconocen no aceptó, a pesar que las autoridades educativas de ese entonces lo motivaron para que las tomara, él se negó a hacerlo.
En la primera sección del Rally, en Sintra, en la etapa de Lagoa Azul, el piloto portugués Joaquim Santos salió velozmente de una cresta, lo que originó que su auto tomara la curva demasiado abierta, sin poder evitar a los espectadores que sobre ella se encontraban.
Las derivaciones que se dieron para que el nombre tomara su forma actual ocurrieron en el Siglo XVII cuando se le denominó Xuchitepec y en el siglo XVIII se sustituyó la X por la J dándole su nombre actual.
Casi todo el tiempo, en cambio, era miembro del cabildo de la ciudad, y aconsejaba por escrito a las autoridades, con consejos extraños que hacían que se lo tomara por un excéntrico.
Todo iba bien hasta que recibe un mensaje, Kronk se desespera por unos segundos y luego se tranquiliza para evitar la intervención del público a su alrededor, corre a la cocina y ahí dice que su padre Papi lo irá a visitar, Kronk esta preocupado debido a que su padre no apreciaba sus gustos de cocina y de hablar con ardillas en su infancia, además quería hacer algo para que su padre lo tomara en cuenta.
Quiso el destino que Pedro I tomara la errónea decisión de desplegar su ejército por los pueblos y aldeas aledaños al castillo de Montiel, fortaleza en la que él incluso se aposentó acompañado del Conde de Lemos y del fiel caballero, también del noroeste, Men Rodriguez de Sanabria:.
Los muchos descendientes de este matrimonio fueron vendiendo sus tierras hasta que el paraje tomara la forma actual, urbana y con un centro comercial pujante, junto con varios barrios privados.
Todos supo vencerlos y evitarlos la perseverancia y el genio del hombre extraordinario que la tomara a su cargo.
Jamás pasó una fiesta del patriotismo, de recordación gloriosa, sin que él tomara parte.
Acisclo que doña Luz se reía sin duda de que su padre le recomendase que le tomara a él por administrador.
Pero no quería decir la verdad por temor de que Juan lo tomara a risa.
Guillermina, no conformándose con el escondite, quiso salir con ánimo de recibir la visita en otra habitación, mas dispuso la fatalidad que su prima Patrocinio, al ver entrar a Fortunata, la tomara por una de las muchas personas que iban allí a pedir socorros, y la introdujese, como si dijéramos, a boca de jarro, en el gabinete de la santa.
Se convino entre doña Casta Moreno y doña Lupe que cuando el chico tomara el grado, se le fijaría sueldo, y que pasado un año de práctica, tendría participación en las ganancias.
Tomas se habia puesto a servir en el meson, y que estaba enamorado de tal manera della, que sin que le hubiera descubierto ser tan principal como era, siendo su hija, la tomara por mujer en el estado de fregona.
Con esta licencia, que don Quijote se tomara aunque no se la dieran, se llegó a la cadena, y al primero le preguntó que por qué pecados iba de tan mala guisa.
Su Majestad ha hecho como prudentísimo guerrero en proveer sus estados con tiempo, porque no le halle desapercebido el enemigo, pero si se tomara mi consejo, aconsejárale yo que usara de una prevención, de la cual Su Majestad la hora de agora debe estar muy ajeno de pensar en ella.
Todo lo miraba Sancho Panza, y todo lo contemplaba, y de todo se aficionaba: primero le cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quién él tomara de bonísima gana un mediano puchero, luego le aficionaron la voluntad los zaques, y, últimamente, las frutas de sartén, si es que se podían llamar sartenes las tan orondas calderas, y así, sin poderlo sufrir ni ser en su mano hacer otra cosa, se llegó a uno de los solícitos cocineros, y, con corteses y hambrientas razones, le rogó le dejase mojar un mendrugo de pan en una de aquellas ollas.
Finalmente, él se recostó pensativo y pesaroso, así de la falta que Sancho le hacía como de la inreparable desgracia de sus medias, a quien tomara los puntos, aunque fuera con seda de otra color, que es una de las mayores señales de miseria que un hidalgo puede dar en el discurso de su prolija estrecheza.

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