Ejemplos con taciturno

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Según algunas fuentes, la juventud de Constantino habría sido especialmente triste, debido a su apariencia poco agraciada, su carácter taciturno y por haber sido relegado al tercer nivel de sucesión, tras los dos hijos de Romano.
Desde muchos puntos de vista constituye la antítesis del príncipe Andrei, en una forma tan marcada que su personalidad resulta del contraste entre ambos caracteres: Andrei es taciturno, reservado y encerrado en sí mismo, mientras Pierre es expansivo, comunicativo y se interesa por la vida que se mueve a su alrededor.
La primera impresión que se tiene, es la observar un escenario que se encuentra flotando, como si volase por el cielo, o más bien, como si fuera parte del sueño de algún espectador taciturno.
Fue un personaje taciturno y solitario, pasó gran parte de su tiempo leyendo y meditando, y solía decir de sí mismo que era un chico que gustaba de la soledad, al que gustaba más estar con las cosas que con las personas.
La joven Armancia, bella pero atípica, es el amor del héroe , el joven y también atípico Octavio, brillante y taciturno.
También, Boxhall fue un hombre taciturno y tranquilo, por lo general reacio a contar sus experiencias sobre el Titanic.
LIRIOSBajé anoche al jardín, y al fulgor de mis ojosSe iluminó el camino con una luz ardiente,Brotaron los rosales sus pétalos más rojos,Y el cisne, taciturno, interrogó a la fuente Los lirios, sus corolas abrieron, perfumandocon su embriagante aroma mi túnica violeta,y de mi cuerpo cálido se iba posesionando,haciéndome sentir una ansiedad secreta Las mejores poesías líricas de los mejores poetas, Ed.
De aspecto desaliñado y taciturno, nadie diría que es en absoluto una persona fuera de lo normal.
Callaban, pero su silencio era taciturno, poco tranquilizador.
Y así, esperé que, pasado un lapso de tiempo prudencial, la personalidad del hombre sereno y expansivo se sobrepusiese a la del hombre apasionado, triste y taciturno, y que don Guillén reanudase su cuento.
Luego, había que verle con qué religiosa pompa y taciturno talante, sentado detrás de la pista, limpiaba las espuelas del gallo con medio limón, para mundificarlas, por si estaban emponzoñadas, y las enjugaba después con el pañuelo, y, por último, depositaba levemente el gallo sobre el ruedo, como diciendo: , y ya no hay poderío terrenal que desvíe la voluntad de los hados.
La hermana Lucidia jamás había oído hablar así, ni casi de ninguna otra manera, al taciturno Belarmino.
Con Desnoyers se mostraba taciturno y aplicado, trabajando sin reparar en horas.
Muchas graciasdijo ella mirando a su taciturno acompañante.
El taciturno personaje le tendía una mano, guardando cierta distancia instintivamente.
El capitán, un salvaje del mar, taciturno y supersticioso, mostraba el puño al promontorio, maldiciéndolo como a una divinidad infernal.
Estuvo taciturno y silencioso durante la comida.
El sonreía bajo la ovación tumultuosa de sus protectores, viendo al mismo tiempo una señal de su triunfo en el gesto taciturno y miedoso de su contrincante y en la ansiedad silenciosa de todos los del país, que apostaban por el guipuzcoano.
El zapaterillo, con su aspecto de borracho taciturno, fue el único que le siguió.
Y añadía con expresión cariñosa, que contrastaba con su carácter rudo y taciturno:.
En una de sus rondas tropezóse el padre Bonnet con Paco Luján, sentado a la turca en uno de los grupos más numerosos, parecióle el niño preocupado y taciturno, y observó ante él su plato vacío, y puesta sobre la servilleta su parte de pan intacta.
Refugiado en un rincón, oculto como quien está allí de limosna, entre una reducción de la estatua de Byron, presentada en Turín por Pozzi, y una arca tallada del siglo VI, que decían haber pertenecido a Isabel la Católica, había otro caballete pequeño, allí pintaba Paquito Luján, callado siempre, taciturno, tímido y receloso, bajo la dirección también de Celestino Reguera, que hallaba realmente en el niño las disposiciones artísticas que faltaban a la madre.
¡Perdóname, Linilla mía, perdóname! Es cierto que mi carácter es un poco sombrío y taciturno, lo conozco y no puedo remediarlo.
Pero tengo ratos de alegría, muy dulces, cuando pienso en que me quieres mucho, mucho, y en que estarás taciturno, cabizbajo, melancólico y apesadumbrado por mi separación.
Me han dicho que desde la separación está muy taciturno, muy dado a sus estudios, y que no se le conocen trapicheos ni distracciones Por grandes que sean sus resentimientos, chica, creo que en cuanto le hablen de volver contigo, se le hace la boca agua.
Era Primitivo, salvo tal cual momentáneo acceso de brusca y selvática alegría, hombre taciturno, a cuya faz de bronce asomaban rara vez los sentimientos, y con todo eso, Julián se juzgaba blanco de hostilidad encubierta por parte del cazador, en rigor, ni hostilidad podía llamarse, más bien tenía algo de observación y acecho, la espera tranquila de una res, a quien, sin odiarla, se desea cazar cuanto antes.
Marchóse con estas despachaderas el marqués, y a la hora de la cena estuvo taciturno y metido en sí, haciendo caso omiso de las zalamerías de Rita.
En aquella casa es indudable que andaban muchas cosas desquiciadas, otras torcidas y fuera de camino, el capellán asistía al drama, temía un desenlace trágico, sobre todo desde la famosa señal en las muñecas, que no le salía de la acalorada imaginación, mostrábase taciturno, su color sonrosado se trocaba en amarillez de cera, rezaba más aún que de costumbre, ayunaba, decía la misa con el alma elevada, como la diría en tiempos de martirio, deseaba ofrecer la existencia por el bienestar de la señorita, pero, a no ser en uno de sus momentos de arrechucho puramente nervioso, no podía, no sabía, no acertaba a dar un paso, a adoptar una medidaaunque ésta fuese tan fácil y hacedera como escribir cuatro renglones a don Manuel Pardo de la Lage, informándole de lo que ocurría a su hija.
Las correrías de Manuel iban haciéndose interminables, y de ellas regresaba cada vez más taciturno y melancólico, siendo cosa que ya daba espanto verlo llegar, despues de meses enteros de ausencia, curtido por el sol o por la lluvia, deshechos piés y manos de trepar por inaccesibles riscos, desgarradas a veces sus carnes por los dientes y las uñas del lobo, del jabalí y de otros animales feroces, y siempre vestido con pieles de sus adversarios,—única gala del pequeño Nemrod despues de tan desiguales luchas.
Cerrólo con toda calma, sin darse por entendido de la entrada del Sacerdote, como quien hace una cosa tan buena que le releva de vanas cortesías, guardóselo en el bolsillo, uniéndolo a otros que tenía en él, y entónces, y sólo entónces, fijó los ojos en el estupefacto y taciturno D.

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