Ejemplos con soltándole
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Uecker guió a Kennedy a través del área de la cocina, sosteniendo su mano derecha, pero soltándole a menudo pues el senador estrechaba las manos de las personas que encontraba en el camino.
Planean arrojarlo al plomo derretido y finalmente Ripley, que tenía una cría de alien reina en ella, destruye el Alien soltándole el plomo derretido.
En eso yerra usted, hijadijo Artegui soltándole la mano con uno de sus lánguidos movimientos de autómata.
En efecto: a Vicente se acercó una linda joven de esbelta figura y agraciado rostro, y sin melindre se le colgó del brazo, soltándole estas acaloradas expresiones: ¡Bandido, ladrón, tres siglos, tres meses sin ir a verme! Desde el día de los Inocentes no he visto a mi.
pues el mismo día le traté de tú, soltándole mil injurias y perrerías muy gordas, porque en serio no me atrevía.
Baldomero por la toma de las alturas del Moro y el Mazo, decidió apoderarse de la cueva, y embocando hacia ella ocho piezas de artillería, que fueron como otros tantos perros que atacaron al monstruo, y soltándole además de lo más granado de la tercera división, hizo polvo al guardián formidable.
De buena gana habría roto el silencio soltándole estas preguntas, expresión de la ansiedad de un amor investigador, receloso, policiaco: ¿Quién eres tú?.
El marqués, que le hubiese dado un puñetazo a no tratarse de un gigante, prefirió alejarse de él, soltándole esta ruidosa y franca carcajada:.
-Señor - dijo Áthos soltándole-, no sois cortés.
Baldomero por la toma de las alturas del Moro y el Mazo, decidió apoderarse de la cueva, y embocando hacia ella ocho piezas de artillería, que fueron como otros tantos perros que atacaron al monstruo, y soltándole además de lo más granado de la tercera división, hizo polvo al guardián formidable.
pues el mismo día le traté de tú, soltándole mil injurias y perrerías muy gordas, porque en serio no me atrevía.
Pero lo más particular fue que soltándole el cuello, se puso delante de él, y haciendo con sus dos brazos un amenazador movimiento parecido al de los boxeadores, lo echó este réspice:.
