Ejemplos con soba

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Luego se soba hasta dejar la masa completamente tierna.
Después de la soba que me ha dado el físico, tengo una sed horrible, y necesito del aguardiente para que el agua no me encharque.
Aquella noche estaba Papitos de muy mal temple por la soba que se había llevado, y le tenía mucha tirria al señorito porque no se puso de su parte en la contienda, como otras veces.
Ella no se escapaba de una soba, yo de una puñalada, porque era malísimo.
A lo más angosto de la calleja llegaba, punto extremo de la parte recta de ella, paso a paso, mira que te mira el propio andar y soba que te soba el pelo, cuando topó cara a cara con Catalina, la moza más apuesta y codiciada de Cumbrales.
Un pavo estaba pegando una tremenda soba a su pobre compañera, y un gallo le preguntó el por qué de tanto furor.
A la probe mujer la pegao endenantes una soba que la doblao, y ahora, porque no asube, la echao la cama por la ventana.
Cuando esto no basta, ni chilla, ni alborota, ni escandaliza, pero se defiende cual una Pentesilea, lucha como el ángel luchó con Jacob, en las tinieblas de la noche, y robusta, aunque angélica, suele echarle la zancadilla, derribarle, y hasta darle una soba, todo con muda elocuencia y en silencio maravilloso.
En la disparada loca, enceguecido por el miedo, sin tener otra idea que la de huir, huir lejos, huir siempre, puso la mano en una cueva de peludo y se mancó, se llevó por delante un alambrado de púa, dio vuelta de carnero, cayó del otro lado, torciéndose el pescuezo y lastimándose todo, cruzó cerca de un rancho, y los perros lo siguieron hasta morderle las patas, al querer escapar de ellos, atravesó a toda carrera un charco pantanoso donde pisó mal y se desortijó, y cuando por fin llegó, sin saber cómo, a las casas, manco, rengo, ensangrentado, medio descogotado, y sin el recado, sembrado por todas partes, el amo, furioso, le pegó una soba de mil rabias.
Todo lo mira, todo lo soba y con todo se sonríe.
Pólito se soba los dedos, se rasca la cabeza a dos manos, abre medio palmo de boca y clava sus ojazos verdes en el narrador.
-¿De manera -dijo muy suavemente el boticario, soba que te soba el codo-, que dan ustedes alguna importancia a esas pinturas?.
Enterado de la carta de su socio, manda desnudarse al mozo, que tiene una joroba enorme y una pierna más corta que la otra, te palpa, le soba, le exprime, le estira y le sacude, y acaba por decirle que aquello está grave y que, si no anda listo, le van a declarar útil.

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