Ejemplos con sensatas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Condena a los funcionarios venales, la desmoralización de los soldados y la injusta distribución de las conquistas, sus ideas respecto a la conducta de los conquistadores con los indios son sensatas.
Si dejamos de lado la imputacion que todo centrista solo busca situarse de esta manera, podemos ver como alguien que pretenda presentarse como tal puede utilizar las técnicas modernas de opinion publica a fin de dar una ilusión de representar pociones sensatas, consensuales o medidas.
Un psicópata puede ser una persona simpática y de expresiones sensatas que, sin embargo, no duda en cometer un crimen cuando le conviene y, como se ha explicado, lo hace sin sentir culpa por ello.
Aunque le cae mal Nicolás, poco a poco lo verá como unas de las figuras más sensatas de la familia.
Es de las más sensatas e inteligentes del grupo, sus poderes y conocimientos son de gran importancia durante toda la historia.
Se supo, en fin, que entre otras muchas cosas acordes y sensatas, inusitadas en aquella casa de locos y de suicidas, Fernando dijo con acento honrado:.
Con el mundo en la punta de los dedos, ¿y por consecuencia, no es el internauta la persona más sola del mundo? Debido a la competencia de hoy en día, ¿hasta dónde puede ir la empresa en la violencia? ¿Tiende la pintura a reproducir un mundo o a crear otro? En fín, quise mostrar que las imágenes no son tan sensatas.
Si no quieres oírme, rebáteme con razones sensatas, y yo me callaré.
En fin, se ha hecho lo posible, y no contento yo con realizar mis propias ideas, pregunto a las personas sensatas, y escucho sus opiniones con gusto y respeto.
¡Cómo es posible tanta estupidez en dos personas sensatas! Ahora no disimulan más, y hablan precipitadamente en voz alta de mí, pero, no sé por qué, no puedo entender una palabra.
¿No era tan caritativa y bondadosa aquella mano? ¿No la había visto él un día curar cariñosamente a un herido, a un pobre loco, de cuya insania moral todos reían y ella sola se compadecía? El hombre había sufrido una caída, derramando sangre, y a la vista de ésta, al oír las palabras del infeliz, menos sensatas aún que de ordinario, las risas crueles aumentaban: ella sola, como una hermana de caridad, había sabido atenderlo y curarlo.
Carlos Luis un modelo de jóvenes honestos, sensatos, corteses, instruido en cuanto concierne a un caballero y a un príncipe, sencillo y afable con los inferiores, digno con los altos, muy mirado con las damas, galán sin presunción, fortalecido por el continuo ejercicio a caballo, amante de España hasta la idolatría, informado de todo principio nuevo y de toda idea culta, celoso de la dignidad de la Corona, mas sin repugnancia de la Libertad ni de sus aplicaciones al vivir de los pueblos, siempre que fueran sensatas.
Cuando las personas sensatas repasaron los hechos de Mr.
En la conciencia de todas las señoras presentes brotó al mismo tiempo la idea de que aquella era la llamada a ser la presidenta, porque a todas se imponía la marquesa por diversos conceptos: las sensatas y honradas admiraban en ella el tipo de la gran señora de virtud y de prestigio, digna y afable, que, firme en sus convicciones en medio de una sociedad frívola y corrompida, imponía sobre todos, callando siempre, la poderosa crítica del buen ejemplo.
Butrón bailó con Currita, la marquesa con Fernandito, Juanito Velarde, como presentado de la heroína, con la duquesa de Astorga, una de las mujeres más sensatas y honradas que figuraban en la corte.
Un nuevo escándalo, iniciado y meditado en casa de Currita y llevado a efecto a la sombra de esta, y quizá, quizá bajo su protección misma, vino a probar a las personas sensatas que tan peligrosa es la proximidad del vicio, que aun sin estar de él contaminado, se respira en su atmósfera cierta ponzoña que trastorna y extravía, y hace al cabo resbalar y caer Margarita Belluga, una de las jóvenes que al pisar por primera vez los salones del gran mundo había llamado más la atención por su candor y su pureza, desapareció un día súbitamente de casa de sus padres, para aparecer a poco en Italia, , y refugio insondable de pillos de todas las naciones, casada con Celestino Reguera, el pintorzuelo cómplice de Currita en sus atentados pictóricos, que había conservado siempre la dama a su lado, para alumbrar su corte con los resplandores de un genio, a la manera que Filipo mantenía en la suya a Aristóteles, y Augusto a Virgilio, y Carlos V a Garcilaso, y Luis XIV a Molière.
Y añádaledijo Butrón con toda la majestad olímpica que su misión allí requeríaque la señora condesa de Albornoz se reserva el derecho de protestar en todos los terrenos de semejante atropello Y dígale también que toda la aristocracia española y todas las gentes sensatas y honradas están a su lado para apoyarla y defender la causa santa que ella representa en estos momentos.
Todas ellas, mujeres problemáticas, y otras mil y mil mujeres frívolas y superficiales en apariencia, pero honradas en el fondo las más, sólidamente virtuosas y sensatas muchas de ellas, saludaban al pasar a la ilustre bribona, inclinándose todas a su paso, rindiéndole el homenaje de sus sonrisas y su envidia, haciéndose reas de la perniciosa condescendencia con el vicio, llaga mortal de las grandes sociedades, contribuyendo con su presencia y con su lujo, por necedad, por debilidad o por malicia, al gran pecado del escándalo, al triunfo de la más ruin bellaca que urdió jamás trapisondas en la corte.
Sin duda pensaba en Clarita, no pudiendo comprender cómo faltaba a sus deberes un hombre que decía cosas tan sensatas y dignas de respeto.
En cuantos asuntos se trataron aquella noche en el círculo, Rubín hizo gala de las ideas más sensatas.
Y nunca estaba Jacinta más celosa que cuando su marido se daba aquellos aires de formalidad, porque la experiencia le había enseñado a conocerle, y ya se sabía, cuando el Delfín se mostraba muy decidor de frases sensatas, envolviendo a la familia en el incienso de su argumentación paradójica, seguros.
Respirando una atmósfera propia que parece rodearles, como una muralla impenetrable a los ojos profanos, habitan un mundo ignorado de todos, y mientras las modernas gentes se ríen de su apariencia carcomida y haraposa, y de aquellos usos ya perdidos que ellas guardan cuidadosamente como un precioso tesoro, mientras las personas sensatas y cuerdas murmuran, sin duda con intención moralizadora, de las rarezas y excentricidades de esos entes que viene a mezclarse entre ellas como una tela sucia entre sus ropas domingueras, esas pobres ruinas vivientes siguen impertubables su marcha por el derrotero de la vida, dejando, aun después que se han extinguido, un eterno recuerdo que, si bien hace asomar comúnmente una sonrisa a los labios, conserva en el fondo algo que conmueve dolorosamente el corazón.
-Sí, señor, fueron sus últimas palabras sensatas, advirtió Foja contradiciéndose.
-Es que los que viajan -dijo Alberto arrojando flemáticamente una bocanada de humo hacia el techo, y balanceándose sobre las patas traseras de su silla-, son solamente los necios y los locos como yo, pues las personas sensatas no abandonan su habitación en la calle de Helder, el paseo Gand y el café de París.
-Es que vuestros orientales son personas sensatas, y no miran lo que no vale la pena de mirar, pero, creedme, Alí no goza de esa popularidad sino porque os pertenece, y a estas horas vos sois el hombre de moda.
¡Y por mucho que yo invoque el testimonio de los ancianos, los ancianos tendrán que decir: Nunca nos hemos enterado de que el síndico Schamseddin tuviera ningún hijo ni hija! Palabras tan sensatas hicieron reflexionar al síndico, que contestó al cabo de un rato: ¡Por Alah! ¡Tienes razón!, ¡oh mujer! Mañana mismo llevaré conmigo a Grano-de-Belleza, y le enseñaré a vender y comprar, y las negociaciones, y todos los elementos del oficio.
Aquel hombre, en vez de escuchar las sensatas palabras del paisano, desnudó la daga y se vino sobre él, dando sendos traspiés y tropezones, tal era la flojedad de sus piernas.
ni una frase, ni dos palabras siquiera, sensatas, pertinentes, atinadas, habríase creído capaz de hacer brotar de sus labios.
Pero como en todos los países los hombres forman varias clases, y que la multitud generalmente sólo está ocupada en sus labores para su manutención, porque todo el tiempo es corto para los trabajos que se la proporcionan, no tiene espacio para ocuparse en recoger aquellas voces mejor sonantes, más agradables, y en fijar su elección, además, esta multitud, de resultas de no tener tiempo, no forma su gusto, no es uniforme en su habla, porque sus situaciones, constantemente bajas o desagradables, la ponen muchas veces en el caso de estropear los términos mismos que los demás emplean, por consiguiente, esta multitud cede al resto la ocupación de trabajar y elegir el mejor modo de explicarse, de donde resulta que el uso legislador de la lengua es aquél que hacen las clases de la sociedad distinguidas, o las personas que se llaman sensatas, las que se rigen entre sí por el dictamen supremo de aquéllos en menos número todavía, a quienes espontáneamente delegan sus facultades, y que llamamos sabios, en relación a nosotros, que sabemos menos que ellos.
Eran muy juiciosas y sensatas, y como entre ellas entrase la posibilidad de que los chasquis se extraviaran en razón de que ni Guzmán ni Angelito conocían prácticamente el camino que habían tomado, me pareció prudente hacer yo a mi turno mis recomendaciones.

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