Ejemplos con sabes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Conque, ya sabes, si te viene un verso a la lengua, cierras la boca.
¡Ay de ti si entonces no sabes ser filósofo! Contribuía en medida considerable a la serenidad presente de Belarmino haberse libertado, en el transbordo, de no floja impedimenta.
Tú, de seguro, no sabes quién es la mujer a quien adora el desmandado don Pedrito.
Claro que no sabes ni sospechas cómo, cuándo, a qué hora y por dónde se han fugado, ni se te ocurre el medio de averiguarlo.
¿No sabes que es pascua florida?.
¿No sabes si son dos o tres?preguntó Xuantipa, irguiéndose rápida y enderezando las sierpes de sus ojos hacia el anonadado Belarmino.
Puso en ridículo la caballería, porque no era ya conveniente a su siglo, además, no son esas las luchas que a tí te honran, sino las batallas campales, tú lo sabes bien.
Pues ya lo sabes, mañana, a las nueve, te presentas en la casa de Castro.
Ya lo sabes: alegría, distracción.
Oyelo bien: ¿sabes a quién debo la carrera? Pues a tu abuelo.
¿Temes? ¿Por qué, mi dulce niña? ¿Sabes acaso que hace mucho tiempo me robó el corazón una chiquilla graciosa y bella? ¡Ah! Piensa que ese amor fué un delirio un sueño fugitivo, algo así como esos alcázares de nubes, palacios de plata que forma el viento de la noche en la serena inmensidad de los cielos, brillantes edificios que duran un instante, y luego se desvanecen, dejándonos ver un reguero de astros.
¿Nunca te han contado las desdichas de mi vida? ¿Nunca? Pues si no las sabes, si tus tías no han querido referirte mi historia, óyela de mis labios.
Lo demás ya lo sabes, te lo habrán dicho tus tías.
¡Ya lo sabes todo! Te hice sufrir, ¿verdad? Sí, porque estás llorando.
Si tú estuvieras aquí sería otra cosa, ya sabes cuánto te quiere, habría menos gruñidos y menos regaños, los altares tendrían manteles limpios, y las albas menos rasgones, me leerías algo todas las noches, aunque fuera para que los libros no se estuvieran arrumbados en el armario, jugaríamos un partido de ajedrez, y la vida de este cura sería menos fastidiosa en este destierro.
Me quieren mucho ciertos bichos que tú sabes, y no hay temor de que me den un mal rato.
Ya tú sabes lo que son los indios.
Y ya lo sabes, no irás a otra parte, no, porque nos darías un pesar muy grande.
Ya sabes que para esas cosas tengo yo buenos ojos.
Ya sabes cuánto te quiere este tu maestro y amigo.
Allí puedes ganarte alguna cosa, poco, poco, porque ya lo sabes, en Villaverde todo es roña, pero ¡algo es algo! Por lo pronto.
¿Ya sabes que está con nosotros una joven? ¿No la viste anoche?.
Ya sabes: como doña Carmelita está un poco mala.
Ya sabes que los noveladores inventan ciudades que no existen, y de las cuales no te daría noticia ni el mismísimo García Cubas.
Pero bien sabes tú que he luchado, que he trabajado como un negro.
Ya sabes que le puse la proa, como vulgarmente se dice.
¡Conflicto grave! Pero ¿qué hago yo en vista de esto? ¡Ay! no lo sabes tú bien.
Tú bien sabes que las raíces no pueden formarse sino por el influjo de las hojas: así es que si le quitas las hojas.
Quiero decir que estás habituado a vivir entre una sociedad escogida, sabes mucho Aquí no hay lo que tú necesitas, aquí no hay gente sabia, ni grandes finuras.
¿Sabes que me parece singular ese señor sacerdote?.

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