Ejemplos con rotundamente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Homer compra un teletransportador al profesor Frink, y, pese a los insistentes pedidos de Bart por usarlo, se niega rotundamente.
El conde Raczy ski se negó rotundamente a ceder sus tierras y el Káiser Guillermo I no se mostró partidario de expropiarlas, a pesar de que sí le gustaban como ubicación para el Reichstag.
Esto, fue desmentido rotundamente por los miembros de la banda y su productora, acusando que los contenidos de la letra eran solamente una historia de opresiones y libertades de una mujer que quiere disfrutar la vida, y que justamente Henrietta es su nombre, y no es una referencia a otra cosa más que no sea esta.
Kratos, aunque herido gravemente, se niega rotundamente.
En el patíbulo, con la soga en su cuello, declaró profesar su religión y haber trabajado siempre por el bienestar de sus conciudadanos, negando rotundamente que hubiera organizado o participado en conspiración alguna contra el rey, a continuación, rezó en alta voz por la salvación de su alma, por la de sus perseguidores y por el Reino de Inglaterra.
Su difusión posterior remite rotundamente a un contexto más amplio.
El juez Michael Luttig observó rotundamente que, en realidad, no era un hecho conocido ni incontrovertido que Hamdi fuera capturado en una zona de combate, pues no se le había permitido hablar por sí mismo, ni tan siquiera a través de un letrado, respecto a aquellas circunstancias.
Desde el mismo momento en que Kirtash llego de la Tierra, Gaedalu se opuso total y rotundamente, intrigando incesantemente en su contra.
Posee un carácter irascible y rotundamente contrario a Kirtash, lo cual provoca numerosos problemas.
Forma parte también de varias delegaciones con el objetivo de presentarle al Rey iniciativas para mejorar la instrucción pública en las provincias de ultramar, redacta un proyecto de ley para abolir la esclavitud, a la cual se oponía rotundamente y consideraba totalmente opuesta a los valores cristianos.
Ichigo se niega a creer eso ya que Nel lo niega rotundamente, Nnoitra se dedica entonces a jugar cruelmente con ellos y cuando se dispone a acabar con Ichigo y le retuerce el brazo, Nel grita y su frustración la devuelve a su forma adulta.
Se niega rotundamente a dar entrevistas de cualquier tipo, invocando a la desaparación.
Ortiz se negó rotundamente a firmar la Constitución, y expulsó al emisario enviado a presentársela.
Poco a poco Paz se entera de las andanzas de su novio, su padre y sus amigos, cosa que desaprueba rotundamente.
Los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica se opusieron rotundamente al decreto y manifestaron la decisión de defender su soberanía.
Su intención era cortar la línea de operaciones del ejército de Berwick, pero este general, viendo que no recebia refuerzos de Madrid que lo habilitasen a proseguir en su marcha victoriosa, se retirara hacia la frontera, lo que no impedio um dos de sus generales de ser rotundamente abatido por las tropas del marquês das Minas, que tinham sido reforzadas por los dos Conde da Atalaia y conde de Alvor como los contingentes de Minho y de Trás-os-Montes.
Manuel Camacho Solís donde se oponen rotundamente limpiar el panteón para convertirlo en un hermoso jardín tal y como actualmente lo admiramos.
Negó rotundamente el socialista.
Y lo dijo rotundamente, con un acento de verdad, pues en sus infidelidadesque ahora estaban completamente olvidadasle había acompañado el recuerdo de Margarita.
Todo inútilcontestó ella rotundamente, sin dejar de sonreír.
Es naturalafirmaba rotundamente.
Una que otra vez jugaba a las damas con don Lorenzo, y como éste se negaba rotundamente a seguir la partida sin interés, preciso era que Marín arbitrase alguno que no fuese metal precioso.
El Padre Paulí se negaba rotundamente, invocando hipócritamente la libertad.
Como creer no puedo afirmarlo rotundamente.
Gabriel afirmaba rotundamente la laboriosidad del porvenir.
Deseó saber por qué se descoyuntaban y torturaban los libros sagrados para explicar por épocas geológicas la creación que Dios había realizado en seis días, qué peligro se quería evitar haciendo comparecer a la divinidad ante la ciencia para que explicase sus actos, ajustándolos a las decisiones de ésta, a qué obedecía el miedo instintivo de los autores religiosos a afirmar rotundamente los milagros, justificándolos con intrincados razonamientos, sin atreverse a sostener como prueba decisiva la indiscutibilidad del prodigio sobrenatural.
Currita recibió la noticia con frialdad aterradora y negóse rotundamente a hacer uso de la receta, con cierta especie de rencorosa terquedad, impropia del caso, también ella había recibido aquel día carta cariñosa de Jacobo, fechada asimismo en Milán, hablándole vagamente de grandes peligros y grandes negocios, y prometiéndole, con la fatua seguridad de quien presume ser esperado con ansia, el gozo imponderable de su próximo regreso y la explicación satisfactoria de su repentina marcha.
La marquesa de Villasis habíase negado rotundamente a aceptar la presidencia, Currita rechazó la humillante oferta de un cargo secundario, con muestras de gran resentimiento, las carlistas, muy indignadas, tiraron por un lado, y las radicales, muy ofendidas, se fueron por el otro, dejando vacante el canto épico a la caridad que perpetraba en silencio la excelentísima señora doña Paulina Gómez de Rebollar de González de Hermosilla, y vacío el gran bolsón Pompadour de terciopelo rojo que la señora de López Moreno pensaba encargar a la modista para recoger las colectas.
Su sorpresa fue, pues, grande cuando Jacobo, con la austeridad de un san Pablo primer ermitaño y la fortaleza de un san Antonio en el desierto, se negó rotundamente a salir del hotel, diciendo que había jurado no pisar el impuro suelo de París, que jamás tomaría en la mano una carta y que no pareciéndole ya conveniente marchar a Madrid a causa del cambio político, había decidido salir a la mañana siguiente para Biarritz, donde pensaba intentar una reconciliación con¡polaina!¡con su mujer!.
Otros mostrábanse malhumorados y negaban rotundamente cuando se les suponía tal origen, pero él lo ostentaba con cierta satisfacción, como queriendo hacer de ello un título de gloria.

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