Ejemplos con reflexión

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

No, ni reflexión ni arrepentimiento.
Tras larga reflexión conformábase con su suerte.
Aquel casamiento era algo audaz y peligroso que exigía larga reflexión, como le había dicho su amigo el contrabandista.
Desde luego no supe qué decir, pero, a poco, Dios me concedió bastante serenidad y reflexión para responderle: Señora: le agradezco, con emoción no traducible en palabras, su generosidad, generosidad que no acepto, ni aceptaré, no tanto por mí, cuanto por usted y su buena memoria.
El timbre fresco de la voz de Lucía le volvió a sugerir la misma reflexión de antes.
Blumhardt, después de corta reflexión, emprendió la marcha hacia el grupo y don Marcelo fué tras de él.
De pronto saltó de la reflexión a la palabra, sin preparación alguna, continuando en voz alta el curso de sus razonamientos.
Cada individuo sometido a una producción intensiva, lo mismo que un pedazo de huerta del que desea sacar el dueño el mayor número de verduras El hombre convertido en un mecanismo nada de operaciones inútiles que no proporcionan un resultado inmediato ¡Y el pueblo que proclamaba este ideal sombrío era el mismo de los filósofos y los soñadores, que habían dado a la contemplación y la reflexión el primer lugar en su existencia!.
El estanciero, después de una corta reflexión, añadió:.
Y yo sentía mi alma rehecha, un alma de veinte años, de muchacha entusiasta y candorosa Mi primer impulso era bajar para unirme a ti, yéndonos por las orillas del golfo, como dos enamorados de novela Luego surgía la reflexión.
El jefe quedó en profunda reflexión, con la frente en una mano y el codo en la mesa.
Después de una larga reflexión tendió su diestra velluda al capitán.
Y a esta reflexión siguió una idea, que le hizo fruncir el ceño y contrajo sus labios con una sonrisa desdeñosa.
Dices bienafirmó la vieja tras corta reflexión.
El español, después de aquella fiebre religiosa que casi le produjo la muerte, vive en una indiferencia interna, no por reflexión científica, sino por debilidad de pensamiento.
Pero al momento, su egoísmo se sobreponía a la reflexión.
¡Ah, el buen sentido de los simples! Él, con todas sus lecturas, no había previsto el peligro de enseñar a los ignorantes en unos cuantos meses lo que requería toda una vida de reflexión y estudio.
Sea, pues, más cauto en lo sucesivo el ilustre diplomático, si no quiere que se haga sobre su persona la reflexión que sobre el embajador polaco hacía Carlos V.
Porque era Jacobo de esos hombres audaces a la vez que irresolutos, en quienes la reflexión, lejos de allanar el camino al entendimiento que plantea y tirar de la brida a la apasionada voluntad que se desboca, sólo consiguen enredar al primero en intrincadas imaginaciones, y exasperar a la segunda hasta hacerla saltar al fin, de repente, de un golpe, cuando menos lo requiere la oportunidad y lo aconseja la prudencia.
El instinto, más bien que la reflexión, hízole comprender entonces el riesgo que corría ella misma y huyó de nuevo por la calle del Caballero de Gracia, sin detenerse un momento, sin resollar siquiera, sin ver nada ni oír nada, ni pensar nada tampoco, hasta que, jadeante y sin saber cómo, se encontró en su , rígidos los miembros, huraña la vista, fuera de las órbitas los ojos, teniendo delante el negro de ébano, que levantaba en lo alto la lámpara encendida como para alumbrar en su entendimiento el horrible cuadro y que le mostraba con temerosa inmovilidad los blancos dientes en su sonrisa siniestra, eterna como la mueca del condenado.
Por una parte cierto orgullo, cuando volvía a creer que ella le había infundido una pasión homicida, y luego el horror que le causaba dicho orgullo, por otra parte la confusa sospecha y el vago remordimiento de que ella por instinto abominable, aunque sin reflexión, había provocado y hecho nacer aquel extravío en alma antes tan tranquila y dichosa, y por último la duda de que todo fuese sueño de su vanidad.
Le hice ver que mi poca reflexión no debía ser motivo de disgusto, y puse todo mi empeño en que comprendiera que cuanto yo había dicho no era más que la repetición de opiniones leídas en no sé qué libro, oídas a no sé qué personas.
Y doña Manuela, después de esta reflexión hija del agradecimiento, siguió enseñando las tarjetas.
El viejo habíase sentado en una silla baja, apoyando su espalda en el lecho, y con la cabeza inclinada parecía sumido en dolorosa reflexión.
¡Él, un hombre tosco, sin reflexión, sin ideas, sin capacidad para el heroismo, sin condiciones de mártir!.
Despertó al fin de aquello que parecía letargo, y volviendo a mirarse, animose con la reflexión de su buen palmito en el espejo.
Él sí, él iba lejos, muy lejos, llevado del sentimiento más que de la reflexión, y aunque no tenía base de estudios en qué apoyarse, pensaba en las causas que ordenan el universo e imprimen al mundo físico como al mundo moral movimiento solemne, regular y matemático.
No se puede saber si fueron espontaneidad aturdida o bien reflexión deliberada estas palabras suyas:.
No me quedé fresco Me alboroté mucho, pero después vino la reflexión.
No hizo Julián reflexión alguna acerca de un suceso que tanto indignaba al marqués.

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