Ejemplos con paterna

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Vivió su infancia en la estancia paterna, Los Algarrobos , evocada por novelistas y copleros, situada a orillas del río Tercero.
En el final de la película se muestra que Amanda está trabajando con Jigsaw, viéndolo como una figura paterna y estando de acuerdo en hacerse su aprendiz.
Bergstrom, y comienza a ver a Homer como una figura paterna ignorante.
Alcaraz: Comprende los municipios de: Alcaraz, El Ballestero, Bienservida, Bogarra, Casas de Lázaro, Cotillas, Masegoso, Paterna del Madera, Peñascosa, Povedilla, Riópar, Robledo, Salobre, Vianos, Villapalacios, Villaverde de Guadalimar y Viveros,.
Mi familia paterna, de padres a hijos, desde hace ya dos o tres siglos, vivía a la sombra de la casa de Valdedulla, cumpliendo más que en menesteres de servidumbre en empleos de confianza.
El nombre Xuantipa provenía, por contracción, de Xuana la Tipa, alias o apéndice adquirido por herencia paterna.
El mozo Aurelio casi nació a la sombra protectora de los muros de la oficina: antes que bigote y barba tuvo colocación, conseguida por la influencia paterna, reforzada por la de los demás Mirandas.
El joven Desnoyers reanudó su existencia parisién, viviendo siempre en el estudio y presentándose de tarde en tarde en la casa paterna.
Su proposición la hacía con voz suave é insinuante, una voz que recordaba a doña Luisa los primeros diálogos en los alrededores de la casa paterna.
Y él había huído de la casa paterna saludado por las lágrimas de las dos señoras y las miradas admirativas de Chichí, ruborosa y satisfecha a la vez de un hermano que provocaba entre sus amigas escándalo y entusiasmo.
Y pensaba en su hermano el médico, que vivía retirado en la casa paterna, allá en la Marina, un hombre excelente pero algo loco, al que llamaban el las gentes de la costa y el poeta Labarta apodaba el.
Más de dos semanas dio pasto a las lenguas ociosas de León el singular suceso de la llegada de Lucía González, sola, triste, desmejorada y encinta, a la casa paterna.
Vivía Pilar con su padre y con una tía paterna, ni uno ni otro se resolvieron acompañarla, el padre, magistrado jubilado, por no dejar la Bolsa, donde a la chita callando realizaba sus jugaditas modestas y felices, la tía, viuda y muy dada a la devoción, por horror de los jolgorios que sin duda le preparaba su sobrina como método curativo.
Sagrario, que no había salido del claustro alto desde que volvió a la casa paterna, contemplaba el cielo con admiración.
Con mensurado tono y severidad paterna contestó entonces al , enterándole del regalo hecho por mademoiselle de Sirop a la , del justo enojo de Currita al recibir aquel ultraje, que revelaba la traición del amigo íntimo a quien tantos beneficios había prodigado, y de la ferocidad con que las lenguas murmuradoras se habían echado sobre la aventura, comentándola y riéndola a mandíbula batiente.
Entonces miraba yo en el último término del viaje una ciudad populosa, brillante, de todos alabada, para todos alegre y festiva, hasta para el niño que con los ojos llenos de lágrimas y con el corazón hecho pedazos acababa de salir de la casa paterna.
Siempre agria e intolerante conmigo hasta que dejé la casa paterna, hoy, acaso fuera por los sufrimientos de la enfermedad, se mostraba dulce, afable, tierna.
Tomé por calles que conducían a la casa paterna.
Para mí se hacía transparente, como para dejarme ver entre sombras una casa humilde y modesta, la casa paterna, donde me aguardaban mis tías, dos hermanas de mi madre, dos ancianas amables y cariñosas.
Aquí, solo, aunque bulle a mi alrededor mucha gente, he dado en analizar la vida que llevo desde que abandoné mi casa paterna, y me ha horrorizado por primera vez esta penosa lucha del poeta en Madrid, lucha en que sacrifica a una vana ambición tanta paz, tantos afectos.
Mudáronse después los horizontes de nuestra vida, y, por lo que a mí toca, ví a mi alrededor nuevos seres amados, otros niños, muy parecidos a los que jugaban conmigo en la casa paterna, y que jugaban a los mismos juegos que nosotros.
De pronto, en medio de aquella alegría, llegó a mis oidos esta copla, cantada por mi abuela paterna:.
Mi abuela paterna, la que cantó la copla, murió hace ya mucho tiempo.
La verdad, si me dicen que Fulano hizo un robo, o que mató o calumnió o armó cualquier gatería, me indigno, y si le cogiera, créelo, le ahogaría, pero vienen y me cuentan que tal mujer le faltó a su marido, que tal niña se fugó de la casa paterna con el novio, y me quedo tan fresco.
La primera noticia que de la herencia tuvo Juan Pablo diósela su tía paterna por una carta que le dirigió a Bayona.
Su madre tenía, como Segunda, su tía paterna, el tráfico de huevos.
Creyó ver en él un hijo de familia que, arrastrado de la pasión y cegado por la tontería, se había incautado de la caja paterna.
Mateo Zacarías Llorente, capellán de , el cual le metió en el Seminario y le hizo sacerdote, Juan Pablo y Maximiliano se fueron a vivir con su tía paterna doña Guadalupe Rubín, viuda de Jáuregui, conocida vulgarmente por , la cual vivió primero en el barrio de Salamanca y después en Chamberí, señora de tales circunstancias, que bien merece toda la atención que le voy a consagrar más adelante.
Seguía luego la alcoba del matrimonio joven, la cual se distinguía principalmente de la paterna en que en esta había lecho común y los jóvenes los tenían separados.
¿Oponerse a la marcha? También él había tenido y tenía a cada instante miedo, miedo cerval, no sólo por la niña, sino por la madre: ¿acaso no se le había ocurrido mil veces que la existencia de las dos corría inminente peligro? Además, ¿qué cosa en el mundo dejaría él de intentar por secar aquellos ojos puros, por sosegar aquel anheloso pecho, por ver de nuevo a la señorita segura, honrada, respetada, cercada de miramientos en la casa paterna?.

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