Ejemplos con partida

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Conque, en resumen, don Jeromoconcluyó Lépero, poniéndose de pie, en lo que le imitaron los demás de la partida: quedamos en que, en igualdad de circunstancias, preferirá usted nuestra candidatura a las otras dos, y en que probablemente la votará usted con toda su gente.
Pero con todo eso, el Pereda de mi más íntima predilección y fervoroso cariño será siempre el Pereda que veranea en Polanco, y que en invierno habita en el muelle de Santander, un poco antes de llegar a la capitanía del puerto, en el teatro mismo de las hazañas de y de la lúgubre partida de , para morir en la fiera rompiente de las.
Gozaba en toda la huerta una fama detestable, pues rara era la partida de ella donde no tuviese tierras.
Y seguía la partida, sin que por ello los de la apuesta dejasen de hablar con los amigos, bromeando sobre el final de la lucha.
Tenían sus apasionados, que se encargaban de ocupar el cuarto sitio en la partida, y al llegar la noche, cuando la masa de espectadores se retiraba a sus barracas, quedábanse allí viendo cómo jugaban a la luz de un candil colgado de un chopo, pues era hombre de malas pulgas, incapaz de aguantar la pesada monotonía de esta apuesta, y así que llegaba la hora de dormir cerraba su puerta, dejando en la plazoleta a los jugadores después de renovar su provisión de aguardiente.
Empezaron el viernes al anochecer, y aún estaban los tres en sus silletas de cuerda el domingo por la tarde, jugando la centésima partida de truque, con el jarro de aguardiente sobre la mesilla de cinc, dejando sólo las cartas para tragarse las sabrosas morcillas que daban gran fama al tabernero por lo bien que sabía conservarlas en aceite.
¡Si usted nos hubiera visto a los de la partida del el pastor nunca pudo decir fraile.
El odiado novato había sido denunciado por , que era el atandador de la partida o distrito.
Hacía muchos años, muchosen los tiempos que el tío , un anciano casi ciego que guardaba el pobre rebaño de un carnicero de Alboraya, iba por el mundo, en la partida del , disparando trabucazos contra los franceses, estas tierras fueron de los religiosos de San Miguel de los Reyes, unos buenos señores, gordos, lustrosos, dicharacheros, que no mostraban gran prisa en el cobro de los arrendamientos, dándose por satisfechos con que por la tarde, al pasar por la barraca, les recibiera la abuela, que era entonces una real moza, obsequiándolos con hondas jícaras de chocolate y las primicias de los frutales.
Él, , el atandador que representaba la autoridad de la acequia en su partida, había dado a Batiste la hora para regar su trigo: las dos de la mañana.
A ruego mío, mientras don Carlos se engolfaba en su partida de ajedrez, abría Gabriela el piano, un soberbio Erard , y tocaba lo más selecto del repertorio en boga.
Un desfile de más de cien imágenes con sus correspondientes cofradías y asilos, más de un millar de cabezas que pasaban por debajo de los balcones con la raya partida y el pelo aceitoso o rizado.
Asistía yo a la partida de ajedrez, y a la sesión de lectura.
Tiré la pluma, crucé los brazos sobre la mesa, y me puse a pensar, desalentado y triste, en la partida de la joven.
Allá me sacó del cofre la partida de bautismo, un papelejo que apestaba.
Su instrucción y su ingenio agudísimo le hacían descollar sobre todos los demás mozos de la partida, y aunque a primera vista tenía cierta semejanza con Joaquinito Pez, tratándoles se echaban de ver entre ambos profundas diferencias, pues el chico de Pez, por su ligereza de carácter y la garrulería de su entendimiento, era un verdadero botarate.
Baldomero, que deseaba echar aquella noche una partida de mus, el juego clásico y tradicional de los comerciantes de Madrid, esperó a que entrase Pepe Samaniego, que era maestro consumado, para armar la partida.
En seguida, cebáronse todos con furia en el tema suculento de la partida del Rey, y cada cual exponía sus opiniones con ínfulas de profecía, como si en su vida hubieran hecho otra cosa que vaticinar acertando.
La partida tal entró en tal pueblo, quemó el archivo municipal, se racionó, y volvió a salir La columna tal perseguía activamente al cabecilla cual, y después de racionarse.
Me corrí a la partida de Callosa de Ensarriá y tiré montón de tiros a la Guardia Cevil.
Lo de la partida de Callosa sí parece cierto.
Para el vino, Plácido se entendía con los vinateros de la Cava Baja, que van a hacer sus compras a Arganda, Tarancón o a la Sagra, y se ponía de acuerdo con un medidor para que le tomase una partida de tantos o cuantos cascos, y la remitiese por conducto de un carromatero ya conocido.
También solía equivocarse al sentar una partida, y cuando firmaba la correspondencia, daba a los rasgos de la tradicional rúbrica de la casa una amplitud de trazo verdaderamente grandiosa, terminando el rasgo final hacia arriba como una invocación de gratitud dirigida al Cielo.
Cayetano o una partida de pesca en las claras aguas del Nahara.

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