Ejemplos con parlamento

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De este modo, Suecia se convertía en una monarquía absoluta, que incrementaba los derechos de la población en el parlamento para ser consultada sobre todos los asuntos importantes.
Es el padre de Heribert Barrera, ex presidente del Parlamento de Cataluña, político y científico.
El diputado del PP en el parlamento vasco Fernando Maura también ha anunciado que baraja la opción de unirse a este nuevo partido.
Aunque el Parlamento Europeo y la Unión Africana han solicitado a Senegal que envié a Habré a Bélgica para ser juzgado, el gobierno senegalés se ha negado.
Juan I de Armagnac junto con Arnaud-Amanieu de Albret serán los abanderados en el Parlamento de la oposición de los señores gascones a las decisiones del Príncipe Negro.
Los ciudadanos de las colonias francesas tendrían derecho a elegir a los representantes del parlamento francés.
El Gobernador General Warren Hastings llamó a la rendición pacífica, y recurrió ante el Rey y el Parlamento para que negociaran un tratado con Mysore.
Grillo ha llegado incluso a hablar en el Parlamento Europeo.
La nulificación del jurado da al jurado el poder de juzgar las leyes que el parlamento ha escrito.
Aprobado el estatuto por el parlamento, el estatuto es votado en referéndum, ganando la opción del No, pese al apoyo del canciller alemán Konrad Adenauer.
Estuvo ocupado durante un tiempo en el drenaje de los pantanos de Plumstead, para cuyo objeto aprobó el Parlamento varias leyes en esa época.
El rey intervino, no para reprimir a las masas, como insistía el Parlamento, sino para pedir a la nobleza que hiciera concesiones.
Durante su cargo como ministro, un informe del Rigsrevisionen criticó las inspecciones de calidad alimenticias, que son responsabilidad de su ministerio, así como la información que pasaba Barford al Parlamento de Dinamarca acerca de los problemas.
Es también miembro del Euzkadi Buru Batzar y portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Parlamento Vasco.
Discusiones del parlamento de Canadá sobre un proyecto que llevaría al perdón póstumo de Riel por parte del gobierno,.
Mientras tanto mantuvieron su retraimiento los habitantes, haciéndose patente la falacia de sus ofertas, lo que le llevó a razonar que el esfuerzo español y su Hacienda no era compensado por los irlandeses, lo que le decidió además de que sus promesas habían engañado a su Rey, por lo que mandó al campo enemigo mensajero, que comunicado con lord Mountjoy se realizara un parlamento, llegando al acuerdo de que si abandonaba las dos posesiones, sus banderas y hombres saldrían con todos honores de la guerra hacia su reembarco, para retornar a España, añadiendo a esta proposición la declaración de defenderse hasta el extremo máximo de sus fuerza en caso de no ser aceptado.
Algo que se recuerda de ella es que sus diálogos los podía desarrollar en situaciones muy cotidianas, usuales en el mundo real, pero inusuales frente a la cámara, como por ejemplo, estarse cepillando el cabello, frente a un espejo, mientras desarrollaba su parlamento.
Y suplida con este auxiliar su carencia absoluta de nociones retóricas y hasta gramaticales, ¡quedábanle tantos estímulos que le aguijoneaban! ¡Había en el Parlamento unos detalles tan seductores para él! Aquellos galoneados ujieres, llevando sobre la argentina bandeja el vaso de agua azucarada para el orador, tan pronto como éste comenzaba a hablar, aquellos taquígrafos, anotando, escrupulosos, cuanto se dijera y se accionara, aquellos diálogos entre la presidencia y el diputado, sobre la intención de cierta frase, aquellos discreteos entre las mismas dos , con los cuales terminaba siempre el altercado, aquellas tribunas atascadas constantemente de , que seguían sin pestañear todos los incidentes de una sesión, aquellas señoras tan elegantes, entre las que podían figurar su mujer y su hija, aquellos diplomáticos, que tal vez se apresuraran a comunicar por telégrafo a sus respectivos Gobiernos el efecto de un discurso pronunciado a tiempo y de cierta manera, no imposible para él, si se le daba conveniente y no mucha prisa, y por último, y sobre todo, aquel que le contemplaba, y que al día siguiente había de comenzar a pronunciar su nombre y a enterarse del asunto y a tomarle por lo serio.
Abríase, a la sazón, una campaña electoral para padres de la patria, y, según los sujetos de quienes vamos tratando, nada más eficaz contra la tormenta que les amenazaba, que enviar al Parlamento , y ricos e independientes, por contera.
Es preciso, pues, llevar al Parlamento hombres de recta voluntad, de posición, hombres verdaderamente, ¿cómo lo diré más claro?, hombres, en fin, contingentes, que no vayan allí a hacer su propio negocio, sino la felicidad de los pueblos.
Pero tampoco le salía la cuenta, porque se levantaba una figura ruin y mal trajeada, que, con voz de grillo mal emitida, soltaba un aluvión de párrafos enmarañados que nadie se tomaba la molestia de desenredar, o un finchado presuntuoso, que entre período y período de su discurso ponía una eternidad de paseos en corto, estirones de chaleco, montaduras de lente y mares de agua con azúcar, ya un perezoso desaplomado Adán, que parecía las pocas y desmadejadas frases que decía a fuerza de restregarse contra el banco y de tirar de sus bragas hacia arriba, o un mozo encanijado y presumido, que sin ciencia, sin virtudes, sin voz y sin palabra, quería convencer como los sabios y convertir como los justos, ya un osado boquirrubio, cuyo único afán era medir sus fuerzas con las de los del Parlamento, que se guardaban muy bien de replicarle, ya un viejo atrabiliario, cuyos furores causaban risa y cuyos chistes hacían llorar de compasión, ya una especie de cuáquero mugriento, demagogo impenitente, que vociferaba sobre justicia y amor al prójimo, no en nombre de Dios, a quien negaba, blasfemo, sino de una razón que parecía faltarle a él, ya que no a los que en santa calma le escuchaban.
Una vez eran dos atletas del Parlamento, que del uno al otro lado del salón se lanzaban mutuamente los dardos más agudos y los dicterios más envenenados: .
¿No ve usted que a los gobiernos como los de España no les conviene en el Parlamento hombres como yo? Ahora me ofrecieron un distrito, pero era con el fin de hacerme olvidar, ¡mentecatos!, el desaire de la embajada, y especialmente para atar mis manos en la prensa: pues ya saben ellos que tienen cada día la existencia pendiente de mi pluma.
Y cuenta que no sentimos lo ocurrido en ella por la gloria del , corrido allí como una liebre, pues por muchas que sean sus presunciones, no debe, en su estulticia ingénita, aspirar a mayores triunfos, sino por el prestigio del Parlamento y por la dignidad del Ministerio, que acogió bajo su amparo un asunto que pasó los límites de lo grotesco.
El puritanismo, que persiguió toda belleza y toda selección intelectual, que veló indignado la casta desnudez de la estatuas, que profesó la afectación de la fealdad, en las maneras, en el traje, en los discursos, en la secta triste que, imponiendo su espíritu desde el Parlamento inglés, mandó extinguir las fiestas que manifestasen alegría y segar los árboles que diesen florestendió junto a la virtud, al divorciarla del sentimiento de lo bello, una sombra de muerte que aún no ha conjurado enteramente Inglaterra, y que dura en las menos amables manifestaciones de su religiosidad y sus costumbres.
Recordaba también a su padre, imponente personaje triunfador en el Parlamento durante veinte años por la corrección con que sabía llevar la levita así como por sus discursos solemnes, que duraban tardes enteras ante los escaños vacíos.
Díjole Severiana que Guillermina había estado antes y echado un largo parlamento con el , quien tenía al chico montado en el hombro, ensayándose sin duda para el San Cristóbal.
Villalonga representaba el Parlamento, Aparisi el Municipio, Joaquín Pez el Foro, y Federico Ruiz representaba muchas cosas a la vez: la Prensa, las Letras, la Filosofía, la Crítica musical, el Cuerpo de Bomberos, las Sociedades Económicas, la Arqueología y los Abonos químicos.

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