Ejemplos con parecíamos

Era una verdadera sede de club, y nosotros parecíamos una banda callejera, solo que en vez de irnos a pelear tocábamos música.

Mi hermano murió a causa de una meningitis, a la edad de siete años, tres antes de mi nacimiento nos parecíamos como dos gotas de agua, sólo que con diferentes reflejos.

Parecíamos dos mendigos: no nos faltaba más que alargar una mano y soltar la quejumbrosa plegaria para solicitar la caridad del transeúnte.

y los aprendíamos de memoria, y parecíamos cómicas, en casa no nos podían sufrir.

Parecíamos viajeros de otra edad, señores que caminaban con séquito por país infestado de ladrones, o cuadrilleros que conducían un preso de alta categoría.

De tal modo me impresionó con estas demostraciones, que las dos parecíamos moribundas, yo quizás más que ella.

Pero aun conociendo que parecíamos gente de poco más o menos, cuando vi la Torre del Oro, los palos de los barcos y los árboles que adornan la orilla, avivé más el paso.

Parecíamos los cíclopes de una inmensa fragua, y digo parecíamos, porque yo también, temiendo que mi falta de entusiasmo fuera sospechosa y me proporcionase algún porrazo, puse manos a la obra, y cogiendo una armadura milanesa, en cuyo peto y casco se veían batallas microscópicas trabajadas por finísimo cincel, di con ella en la calle y en la hoguera.

Los marinos llegaban a la boca de los cañones, y un combate terrible, en que parecíamos llevar lo mejor, se había trabado.

Y el niño lanzaba gruñidos y yo le imitaba y ambos parecíamos dos fieras que no se resuelven a reñir.

Todos los días nos peleábamos- parecíamos perros y gatos.

Mercedes y yo, más que su esposa y su administrador, parecíamos hijos de don Alejandro.

Delante de ella, infundiéndonos ánimo, parecíamos nosotros los enfermos.

»También en aquella escena, que fue larga, parecíamos Ángel y yo los enfermos, y Luz la enfermera.

¡Todos parecíamos ocarinas! Y luego, al salir,.

Parecíamos los monaguillos de Caco.

-Entonces - continuó el hostelero-, le hice saber que, desde el momento en que parecíamos destinados a no entendernos en el asunto del pago, esperaba que al menos tuviera la bondad de conceder el honor de su trato a mi colega el dueño del Aigle d'Or, pero el señor Porthos me respondió que mi hostal era el mejor y que deseaba quedarse en él.

Había momentos que parecíamos buzos en el fondo del mar, tan perfecta era la atmósfera verde en la cual nos movíamos constantemente.

El coronel Lysander Stark había dicho que el trayecto sólo era de siete millas, pero yo creería, a juzgar por el promedio que parecíamos llevar y por el tiempo que empleamos, que debían de ser más bien unas doce.

Henos aquí en la calle que parecíamos volteadores, y yo tan contento como el que había escapado con la vida de borrascas tan grandes, y no se me acordaban los infortunios padecidos quedando con ella.

Por lo demás, todo iba para mi padre y para mí a pedir del deseo, quiero decir, que cada día intimábamos más con los madrileños, y parecíamos serles más útiles y agradables.

La señora Christian, la hermana de Mister Powell, este excelente hombre, y yo, todos parecíamos dolientes en el entierro de una prenda querida.

Parecíamos viajeros de otra edad, señores que caminaban con séquito por país infestado de ladrones, o cuadrilleros que conducían un preso de alta categoría.

Parecíamos dos mendigos: no nos faltaba más que alargar una mano y soltar la quejumbrosa plegaria para solicitar la caridad del transeúnte.

y los aprendíamos de memoria, y parecíamos cómicas, en casa no nos podían sufrir.