Ejemplos con omnipotente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿No sabes que Dios es omnipotente?.
Ellos saben lo que el monstruo es: él es un robot omnipotente que es conocido como Unicron.
Es descrito como omnipresente, omnipotente y omnisciente.
Por otro lado, si Lord Voldemort se viera en el espejo, su reflejo lo mostraría omnipotente y eterno, es decir, inmortal.
En ocasiones durante los rezos, Bahá'ís aparece por sus títulos y cualidades, como el poderoso, el omnipotente, el misericordioso, el más generoso, el sabio, el incomparable, el amable, el ayudante, el glorioso o el omnisciente.
El Día del Juicio probaría a todos en este universo que el omnipotente Alá es el creador de todo a partir de la nada.
Y omnipotente en su espiritualidad.
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición + sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar las asechanzas y engaños del enemigo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.
En el nombre de Dios Padre + Omnipotente y de su Hijo Jesucristo + Señor nuestro, y del Espíritu Santo + Paráclito, por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios + Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Nadie podía explicarse su encumbramiento tanto más enigmático, cuanto que el omnipotente Godoy no pasaba por amigo suyo, mas debió aquél consistir en que, habiéndose introducido en palacio y héchose valer, merced a viles intrigas de escalera abajo, usó como instrumento de su ambición cerca del Rey, la Iglesia, y adulando la religiosidad del pobre Carlos, pintándole imaginarios peligros y haciendo depender la seguridad del trono de la adopción de una política restrictiva en negocios eclesiásticos, logró hacerse necesario en la corte.
Todos creían con el más cándido y vanidoso de los egoísmos que una voluntad superior y omnipotente vigilaba y dirigía sus idas y venidas, iguales a las de los infusorios en una gota de agua.
¿Se comprende ahora por qué al principio he confesado mi incompetencia para juzgar a Pereda? Porque yo no admiro sólo en él lo que todo el mundo ve y admira: el extraordinario poder con que se asimila lo real y lo transforma, el buen sentido omnipotente y macizo, la maestría del diálogo, por ningún otro alcanzada después de Cervantes, el poder de arrancar tipos humanos de la gran cantera de la realidad, la frase viva, palpitante y densa, la singular energía y precisión en las descripciones, el color y el relieve, los músculos y la sangre, el profundo sentido de las más ocultas armonías de la naturaleza no reveladas al vulgo profano, la gravedad del magisterio moral, la vena cómica, tan nacional y tan inagotable, y, por último, aquel torrente de lengua no aprendida en los libros, sino sorprendida y arrancada de labios de las gentes, lengua verdaderamente patricia y de legítimo solar y cepa castellana, que no es la lengua de segunda o de tercera conquista, la lengua de Toledo o de Sevilla, sino otra de más intacta prosapia todavía, dura unas veces como la indómita espalda de nuestros montes, y otras veces húmeda y , lengua que, educada en graves tristezas, conserva cierta amargura y austeridad aun en las burlas.
Don Gonzalo es mero instrumento y juguete de la omnipotente voluntad y de las negras tramas de Patricio, que le maneja como blanda cera, y explota sus rencores contra don Román por el desaire de las bodas.
Grecia hizo grandes cosas porque tuvo, de la juventud, la alegría, que es el ambiente de la acción, y el entusiasmo, que es la palanca omnipotente.
Estas paradojas injustas del maestro, complementadas por su famoso ideal de una oligarquía omnipotente de hombres sabios, son comparables a la reproducción exagerada y deformada, en el sueño, de un pensamiento real y fecundo que nos ha preocupado en la vigilia.
La romántica describía por anticipado las recepciones en el tenebroso salón, a la luz difusa de las lámparas eléctricas que imitarían antorchas, el crepitar de la blasonada chimenea, con sus falsos leños erizados de llamas de gas, todo el esplendor del lujo moderno aliado con los recuerdos de una época de nobleza omnipotente, la mejor, según ella, de la Historia.
Algunas veces se tropezaban en el mundo, se presentían, pero cada una continuaba su camino, empujadas en distintas direcciones por la fuerza omnipotente y oculta.
Una buena suerte misteriosa y omnipotente los empujaba en sus pesquisas.
Aquí la Iglesia omnipotente los ha matado por segunda vez, creando el vacío en la historia.
El instinto reemplazaba al alma: nada del Dios omnipotente que había formado el mundo: nada de existencia espiritual después de perecer la materia.
Sufrían una decepción al entrar allí, los que hablaban con asombro del retiro misterioso del omnipotente Sánchez Morueta.
Hasta los que vociferaban contra su riqueza y poderío, le temían como a una fuerza omnipotente.
Él era el pastor, porque así lo quería el Omnipotente.
¡Qué admirable institución! El hombre fuerte que llegaba a lo alto se convertía en un dios omnipotente y temible.
En cuanto al menor, tenía el señor Esteban la convicción de haber engendrado un Padre de la Iglesia, al que le estaba reservado un sitio en el cielo a la derecha de Dios omnipotente.
Sólo dos seres, los más débiles e indefensos, Paquito y Lilí, resistían a la voluntad omnipotente del desvergonzado parásito, a quien el instinto de ángel de ambos niños representaba siempre como un reptil bañado por los rayos del sol, brillante a la vez que asqueroso.
El acto de ciega confianza de su novia y su vieja amiga entregando sin temor los ahorros al omnipotente don Ramón Morte había acabado por decidirle.
Excitado por estas ideas y propósitos, entró en su casa, y al dirigirse a su cuarto y oír la voz de su tía que desde la sala le llamaba, sintió en el corazón como si se lo tocaran con la punta de un alfiler Entró en la sala, y ¡lo que vieron sus ojos, Dios omnipotente! ¡Dios que haces posible lo imposible! En la sala estaba Fortunata, en pie, lívida como los que van a ser ajusticiados.
Por el omnipotente Dios juro dijo a esta sazón don Quijote, que la vuestra grandeza ha dado en el punto, y que alguna mala visión se le puso delante a este pecador de Sancho, que le hizo ver lo que fuera imposible verse de otro modo que por el de encantos no fuera, que sé yo bien de la bondad e inocencia deste desdichado, que no sabe levantar testimonios a nadie.

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