Ejemplos con maniático

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Concluyó que la repuesta corta sería un maniático.
De abuelos alemanes por parte paterna, Bowles vivió un violento conflicto generacional con su padre, un odontólogo y músico frustrado, de quien era hijo único, tan maniático que le hacía masticar cuarenta veces cada bocado, y con su madre, de forma que, al arrojarle a esta un cuchillo en una discusión a los diecinueve años, decidió evitar males mayores y escaparse de su casa sin terminar los estudios.
Y inicialmente no quiere tener nada que ver ni con La'cryma, ni con los Caballeros de Dragón, a causa del desprecio que muestra Karasu por él y el comportamiento maniático de Atori.
En vez del hombre estar engañando a su mujer e ignorando y maltratando a su amante se revela que Loïc ha sido un marido leal y cariñoso que estaba siendo acechado por un maniático sexual.
Tras capturar a Orphanik, se descubre que todo ha sido obra de un maniático melómano, el Barón de Gortz, que lejos de ser un brujo, encargó a su inventor que grabase en unos cilindros la voz de Stilla, incluyendo su última obra para oírlos en su castillo.
Queda el otro Belarmino: el dulce, el idiota, el maniático.
Empieza a mostrar la pesadez del maniático, hablando a todos del muerto, ve el universo entero a través de su hijo.
A pesar de esto, volvió a repetir, con una tenacidad de maniático:.
En una de mis excursiones a Santa Lucía, visité al desdichado prócer maniático, a quien hallé muy abatido y macilento por efecto del frío que vino con las primeras lluvias de Noviembre.
Es maniático, y la menor cosa le contraría.
En fin, que en la marcha que llevaba el proceso cerebral, le sobrevino el , y se dice esto así, porque cuando pensaba algo, ponía un verdadero empeño maniático en que fuera pensado en los términos usuales de la más rigurosa dialéctica.
A mí me han probado tan mal que creo he de ser maniático dentro de poco tiempo si sigo aquí.
Siento un deseo muy grande de libertarla a usted de ese maniático, y creo que realizaré este propósito.
El delirante cree ver objetos que no existen, el loco cree firmemente en la verdad de sus pensamientos desconcertados: ¿por qué lo que en un caso nos engaña, no podria engañarnos en otros, o en todos? Un criterio que alguna vez flaquea, ¿podrá pasar por seguro? ¿Por qué no atenernos a lo puramente subjetivo? El delirante, el maniático, el loco se engañan en el objeto, mas nó en el sujeto: aunque no sea verdad lo que ellos piensan, es bien cierto y verdadero que ellos lo piensan.
El delirante, el maniático, el loco tienen tambien recuerdos de cosas que no han existido nunca.
Siento un deseo muy grande de libertarla a usted de ese maniático, y creo que realizaré este propósito.
Algunos de sus vecinos que lo tenían en concepto de maniático, lo siguieron por curiosidad, y ocultos entre las ramas del bosque pusiéronse a espiarlo.
-¿Por qué no vendrá aquí? Otro maniático como su ínclito tío el Duque -refunfuñó Miraya, rechazando con mal humor la taza llena-.
No sospecharía el maniático que la creación de sus antojos iban a aprovecharla dos seres que, al encontrarse allí, en los primeros instantes, creyeron haber descubierto el paraíso.
Loriesse, el crítico de arte minucioso y maniático, el censor antojadizo, solía llevar la contraria al público, y, a fuerza de tratarle de ignorante e imbécil, le extirpaba sus entusiasmos y sus convicciones, determinando esos cambios radicales del gusto, que se advierten con sorpresa cada cinco o seis años en las muchedumbres, sin que se adivine su causa -pues el crítico, al parecer, vive aislado, lejos de la turba-.
maniático obsceno, Wagner, el más degenerado de los.
Sobrecogido, Binondo puso en juego toda su astucia y labia persuasiva para despertar confianza en el espíritu del maniático.
Tiénenle por maniático, y mejor es punto de burla que de atención para sus compañeros.
Hasta le consintió nuevas caricias de gratitud que él se juró serían las últimas, por lo de la economía, que le tenía maniático.
Aquellos ocho años vividos al lado de un hombre que ella creía vulgar, bueno de la manera más molesta del mundo, maniático, insustancial, aquellos ocho años de juventud sin amor, sin fuego de pasión alguna, sin más atractivo que tentaciones efímeras, rechazadas al aparecer, creía que no hubiera podido sufrirlos a no pensar que Dios se los había mandado para probar el temple de su alma y tener en qué fundar la predilección con que la miraba.
El mundo civilizado, sobre poco más o menos, en lo que merece atención, es lo mismo ya en todas partes, y lo que varía de región a región es lo que varía al sedentario maniático, cual yo, que en ropa, alimento, lecho, vivienda, costumbres de la vida ordinaria, no puede sufrir variaciones.
Bonifacio era un hombre pacífico, suave, moroso, muy sentimental, muy tierno de corazón, maniático de la música y de las historias maravillosas, buen parroquiano del gabinete de lectura de alquiler que había en el pueblo.
No intentó en el resto de la tarde ni durante la noche subir a la colina donde estaba el prisionero, pero fue en busca de los periodistas que le perseguían días antes con sus elogios y ahora le trataban con cierta protección compasiva, como si viesen en el otra vez a un pobre profesor algo maniático.
laboratorios de psicofísica, el maniático de filosofía.
muerta dulcísima! al maniático seudosabio que te.

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