Ejemplos con llovizna

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Además en esta época del año se caracteriza por el clima frio y días con abundante niebla y una llovizna ligera y persistente.
Estos pasajeros son atráidos por el Salto Ángel, La Gran Sabana, Canaima, El parque La Llovizna entre otros.
Cristal de Nimbus - la creación de la cubierta de nubes, similar a la llovizna cristales.
No había niebla, la llovizna y las nubes reducían la visibilidad, y los barcos que cruzaron su rumbo con el suyo, no advirtieron nada extraño en su modo de navegar.
La deriva migratoria es propiciada por las condiciones desorentante como la niebla y la llovizna, y pueden resultar en que grandes números de aves lleguen juntas a un área donde normalmente no son vistas.
A pesar del enorme esfuerzo de las tropas, el avance por las laderas del volcán fue más lento de lo que se esperaba, y la llovizna que cayó durante la noche convirtió los senderos en ciénagas.
que no abandona a sus hijos, envió una ligera llovizna, suficiente para llenar las zanjas de las trincheras, donde pudieron mitigar la sed.
Cristales llovizna - Crear nubes en el aire libre o galones de agua en espacios confinados.
Pasado un rato, y obligado por la llovizna a guarecerse bajo un alero, empezó a ver lo inmediato y circunstancial.
El viento no había abatido ni cesado la llovizna que, de cuando en cuando, arrojaban las voladoras nubes sobre la ciudad dormida y en tinieblas.
Cerca del cañón de la esquina estaba un hombre de pie, guarecido del viento y de la menuda llovizna, con las elevadas tapias del patio perteneciente al monasterio de las monjas Claras.
crepúsculo violáceo y cobrizo y la llovizna fría,.
Luego comenzó a caer sobre el valle una llovizna tenue y sosegada, como espeso rocío.
No tengo preferencia por ninguna clase de lluvia, me gusta la lluvia mansa, la niebla, la bruma, la llovizna, la lluvia fuerte, la torrencial, la continua, la intermitente, la con sol y la inopinada, esa que toma sin paraguas a todo el mundo en la calle haciendo la delicia y el negocio de los paragüeros.
El amanecer, la tristeza infinita de los primeros espectros verdosos, enormes, sin forma, que se pegan a las altas y sombrías fachadas de la avenida de Mayo, la vuelta al dolor, la claridad lenta en la llovizna fría y pegajosa que desciende de la inmensidad gris, el cansancio incurable, saliendo crispado y lívido del sueño, del pedazo de muerte con que nos aliviamos un minuto, el húmedo asfalto, interminable, reluciente, el espejo donde todo resbala y huye, los muros mojados y lustrosos, la gran calle pétrea, sudando su indiferencia helada, la soledad donde todavía duermen pozos de tiniebla, donde ya empieza a gusanear el hombre.
Pereceremos infaliblemente, si no desatáis una llovizna siquiera.
También desaparecía la estela, y los rayos del sol, mezclándose con la llovizna, constituían una lluvia más, otro gris en aquel conjunto de grises.
Y tú, contrabandista, tú que vives en la zozobra , expuesto a que te descubran y te aprisionen, y te despojen de tu angustiado haber, tú que pasas las noches en los barrancos, bajo la llovizna o los insectos: tú que eres tan atrevido y valeroso, tú que eres tan hombre, ahora que ya sabes que el aguardiente es ruina, dolor y sangre, arrojarás los cacharros de la destilación, y vendrás con nosotros al trabajo sereno y ostensible, y más que nosotros gozarás del fruto de tu esfuerzo, porque más que nadie tienes energía y valor.
Una llovizna fría y menuda caía del cielo, haciendo rebrillar las aceras, heridas por la luz de los areos voltaicos, y no había ningún coche.
Una llovizna monótona, violácea, desesperante, empañaba como un vaho pegadizo la atmósfera.
Una llovizna de cal flotaba en el aire caliente.
Entonces aparecieron los campos como desperezándose bajo un pesado velo de perlas y diamantes, y a medida que el sol iba bebiéndole, levantaban las flores la cabeza y abrían el rico broche de sus perfumes, que el blando terral esparcía por todos los ámbitos del valle, en cuyas arboledas entonaban sus mejores cánticos los ruiseñores y los jilgueros, y brillaban aún las trémulas cristalinas gotas de la pasada llovizna.
La suave llovizna de los Rocíos caía sobre las viñas verdes, de una pasajera nube malva.
La mañana es fría, nebulosa, una fina llovizna empapa los achaparrados matorrales de viejos boldos y litres raquíticos.

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