Ejemplos con llamándolos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Posee la habilidad de imitar perfectamente los sonidos de la voz humana, con lo que se suponía atraía a los humanos a los arbustos o bosques donde se escondía, llamándolos repetidamente por su nombre, así cuando los hombres llegaban a una distancia adecuada, la Leucrota los atacaba por la espalda.
Bednarik ha sido un abierto, incluso un encarnizado crítico de los actuales jugadores de la NFL por jugar en solo un lado del campo de juego, llamándolos zacatones, haciendo notar que están jalando aire después de cinco jugadas y que ellos no podrían derribar a mi esposa Emma.
El cronista de la expedición del adelantado Pedro de Mendoza, Ulrico Schmidel, describió a los corondas en su obra Viaje al Río de la Plata, llamándolos karendos:.
El cronista de la expedición del adelantado Pedro de Mendoza, Ulrico Schmidel, describió a los mocoretáes en su obra Viaje al Río de la Plata, llamándolos machkuerendes:.
Cuando Aizen da a conocer a los intrusos, el Espada los desprecia llamándolos niños, no se pronuncia al margen de ese hecho.
El cronista de la expedición del adelantado Pedro de Mendoza, Ulrico Schmidel, describió a los querandíes en su obra Viaje al Río de la Plata, llamándolos carendies:.
El hecho era respetado por los seguidores de la banda, pero también provocaba el desprecio de algunos sectores, incluso dentro del mundo del rock nacional, que cuestionaban el hecho de tener a una mujer como Maestro, llamándolos las amas de casa del rock.
Ya en el ocaso de su vida y en pleno ejercicio de sus facultades como Presidente de la Nación, Perón no aceptó el cuestionamiento de la juventud, y denigró públicamente a los Montoneros y sus organizaciones juveniles llamándolos estúpidos e imberbes en un encendido y recordado discurso desde el balcón de la Casa de Gobierno, lo que provocó la inmediata retirada de la Plaza de las columnas de JP que respondían a la organización.
Luppi se dispone a atacar al tendero pero Yammy se adelanta después de que Wonderwice lo distrajera y utiliza sus ataques Bala para combatir con el extraño personaje, tras esto la Espadaa vuelve a atrapar a Matsumoto y a burlarse de los shinigamis llamándolos nenazas.
Ojeda presintió inmediatamente quiénes eran éstos, al mismo tiempo que el hermano de Nélida creía reconocerlos, llamándolos por sus nombres.
Todo era Jehovah para arriba, Jehovah para abajo, y poner motes a los demonios, llamándolos o , a Jerusalén llamábala.
Su jefe era Fernando Sanabre, el cual, mostrando una memoria prodigiosa, conocía a todos los trabajadores, llamándolos por sus nombres.
El alcalde, que estaba presente, comenzó a decir mil injurias a Andres y a todos los jitanos, llamándolos de públicos ladrones y salteadores de caminos.
Allí fueron infinitas las lágrimas de alegría de Cornelia, infinitos los besos que dió a su hijo, infinitas las gracias que rindió a sus favorecedores, llamándolos ángeles humanos de su guarda, y otros títulos que de su agradecimiento daban notoria muestra.
Por la órden del mercader frances de Sevilla escribieron Isabela y sus padres a la reina de Ingalaterra su llegada, con los agradecimientos y sumisiones que requerian las muchas mercedes della recebidas: asimismo escribieron a Clotaldo y a su señora Catalina, llamándolos Isabela padres, y sus padres señores.
También don Quijote las daba, mayores, llamándolos de alevosos y traidores, y que el señor del castillo era un follón y mal nacido caballero, pues de tal manera consentía que se tratasen los andantes caballeros, y que si él hubiera recebido la orden de caballería, que él le diera a entender su alevosía:
Sirvió mucho para los negocios y para Espurina el insulto hecho a este mismo tiempo a sus soldados en Placencia, porque los de Vitelio llegándose a las murallas, motejaban a los de Otón de que se resguardaban con las fortificaciones, llamándolos gente de teatro y pantomima, espectadores de juegos típicos y olímpicos, pero inexpertos en la guerra y la milicia, de las que no tenían idea, estando muy ufanos con haber cortado la cabeza a un anciano desarmado, diciéndolo por Galba, pero sin tener ánimo para presentarse a combatir y pelear con hombres a cuerpo descubierto.
De pronto observe que los indios de a caballo hacían señas a los de a pie, como llamándolos, con grandes revoleos de poncho, y vi con sorpresa que los asaltantes se retiraban precipitadamente en busca de sus caballos.
lleno de vehemencia, llamándolos al asesinato de los ''impíos'' y,.
Este nombre fue el que les pareció más respetuoso para significar la diferencia entre el consejo y la plebe, pero aún distinguió de otro modo a los principales respecto de ésta, llamándolos patronos, esto es, protectores, y a los plebeyos, clientes, como dependientes o colonos, estableciendo al mismo tiempo entre unos y otros una admirable benevolencia, fecunda en recíprocos beneficios: porque aquellos se constituían abogados y protectores de éstos en sus pleitos, y consejeros y tutores en todos los negocios, y éstos los reverenciaban, no sólo tributándoles obsequio, sino dotando las hijas de los que venían a menos, y pagando sus deudas, y a atestiguar no se obligaba, ni por la ley ni por los magistrados, o al patrono contra el cliente, o al cliente contra el patrono.
Pues, en medio de los peores barullos, se metía don Eufemio, sonriente siempre, sereno, llamándolos al orden, despacio, con buenas palabras, y cuando se hubiera podido creer que el mundo se venía abajo, que todos los cuchillos y facones relucían amenazadores, acababa todo en pura gritería, sin que se vertiese una gota de sangre.
Del mismo modo queman también vivos por otros delitos a sus adivinos, llamándolos falsos.
Afectó algunos Alcibíades en el valor, Ovidio en el ingenio, llamándolos las fuentes de salud.
Reprimiólas, sin embargo, con un esfuerzo de que sólo era capaz un alma de tan subido temple como la suya, y llamándolos con la mano en derredor de la cama, y asiendo la de su padre, le dijo con acento sosegado:.
Aquellos chicos, como seguía llamándolos Ripamilán, también expedicionario a pesar de los años, aquellos chicos que tenían en la quinta de Vegallana los mejores recuerdos de sus juegos alegres, se despedían con pesar de aquel rincón de sus primaveras y sus otoños.
A muchos los había desconcertado llamándolos atrevidos o insolentes con voz entera, pero uno, sobre todo, no se daba por vencido y la seguía obstinadamente poniéndosele al lado de rato en rato.
Y como no le hacían caso, y se reían de ella y hasta la dejaban sola, para correr por la casa y refrescar y tocar el piano y cantar, toda vez que ella misma confesaba que no le dolía nada, se tiraba la dama encinta de los pelos, insultaba medio en broma, medio en veras, a sus amigas y amigos llamándolos verdugos, y proponiéndoles que pariesen por ella y que verían.
El alcalde, que estaba presente, comenzó a decir mil injurias a Andrés y a todos los gitanos, llamándolos de públicos ladrones y salteadores de caminos.

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