Ejemplos con libres

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De donde resulta el que haga moverse a sus personajes como máquinas o como víctimas fatales de dolencias hereditarias y de crisis nerviosas, con lo cual, además de decapitarse al ser humano, se aniquila todo el interés dramático de la novela, que sólo puede resultar del conflicto de dos voluntades libres o de la lucha entre la libertad y la pasión.
Entonces tomó la política ese aspecto edificante, que es la delicia de los hombres libres y la mostaza del.
Al morir las ciudades libres, aquellos municipios que eran republicanos, murió el pueblo.
Desaparecen los municipios libres, sus defensores suben al cadalso en Castilla y en Valencia, el español abandona el arado y el telar para correr el mundo con el arcabuz al hombro, las milicias ciudadanas se transforman en tercios que se baten en toda Europa sin saber por qué ni para qué, las ciudades industriosas descienden a ser aldeas, las iglesias se tornan conventos, el clérigo popular y tolerante se convierte en fraile, que copia, por imitación servil, el fanatismo germánico, los campos quedan yermos por falta de brazos, sueñan los pobres con hacerse ricos en el saqueo de una ciudad enemiga, y abandonan el trabajo, la burguesía industriosa se convierte en plantel de covachuelistas y golillas, abandonando el comercio como ocupación vil, propia de herejes, y los ejércitos mercenarios de España, tan invictos y gloriosos como desarrapados, sin más paga que el robo y en continua sublevación contra los jefes, infestan nuestro país con un hampa miserable, de la que salen el espadachín, el pordiosero con trabuco, el salteador de caminos, el santero andante, el hidalgo hambrón y todos los personajes que después recogió la novela picaresca.
No, la España castiza, la España española, sin mezcla de extranjerismo, es la de los cristianos mezclados con árabes, moros y judíos, la de la tolerancia religiosa, la del engrandecimiento industrial y agrícola y los municipios libres, la que muere bajo los Reyes Católicos.
Y el de las pelotillas lo aprobaba todo, contento con salir de la advertencia sin cañazo, cuando otro grandullón que estaba a su lado en el banco y debía guardar antiguos resentimientos, al verle de pie y con las posaderas libres, le aplicó en ellas un pellizco traidor.
Frente a la Lonja, el Principal, pobrísimo edificio, mezquino cuerpo de guardia, por cuya puerta pasea el centinela arma al brazo, con aire aburrido, rozando con su bayoneta a los soldados libres de servicio, que digieren el insípido rancho contemplando el oleaje de alimentos que se extiende por la plaza.
A patadas y puñetazos los sacaron los municipales, y una vez libres del rescoldo, empujáronlos fuera de la plaza.
Los dependientes, libres de vigilancia, hacían lo que les daba la gana, el género desaparecía, sin dejar como recuerdo de su paso dinero en el cajón, las criadas robaban arriba, en las mismas narices de doña Teresa, aturdida por tan radicales cambios, pero allí estaba el amo para remediarlo todo, y por mucho que se despilfarrase, los cobros de diferencias a fin de mes eran tan exorbitantes, que empujaban vertiginosamente aquel barco falto de dirección y haciendo agua por todas partes.
En competencia con su mujer, pocos dedos conservaba en sus manos libres de sortijas, sólo que las suyas no eran baratas, sino de oro macizo, gruesas, pesadas y con cada pedrusco que quitaba la luz de los ojos.
En todas partes se oían los gritos de los vendedores: ¡Cuarenta nueces! ¡Al buen tostado! ¡A tomar la niii eve! ¡De limón y de leche! En los espacios libres de paseantes jugaban al toro los granujas.
Pero, hombre de Dios, ¿todavía les quiere usted más libres?.
Pues lo que yo necesito ahoraagregó Rubín terciándose el manteo sobre las piernas, y accionando como un hombre que necesita tener los brazos libres para una gran faena, es ver en usted señales claras de arrepentimiento y deseo de una vida regular y decente, lo que yo necesito ahora es leer en su interior, en su corazón de usted.

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