Ejemplos con largue
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El tema trata sobre la obsesión de ella por no dejar escapar a su pareja, con la que está por dinero, por lo que no le interesa que éste se largue con otra porque se terminarían los lujos.
Porque esto es una mascarada, y si no sirve usted para dar bromas, vale más que se largue de aquí.
Para rendir por completo su voluntad, y que nos largue un tan grande como esta iglesia, hemos de proceder con tino.
Yo le diré que se largue con su materialismo a los infiernos.
Pues mire usted, señor don Marcelo: ni por cortesía siquiera le aconsejo a usted que, para distraer su fastidio, se largue enseguida de Tablanca, consejo que, o yo no sé leer fisonomías o es el que más había usted de agradecerme.
—Pero con la condición de que el tuerto Mauco se largue, porque puée.
Que se largue de la casa cuanto antes, no quiero verla.
Es mejor que me vista y me largue.
-En resumidas cuentas, ¿qué pretende ese hombre? ¿Que me largue para que pueda a sus anchas divertirse con la otra? Pues no lo conseguirá.
Porque esto es una mascarada, y si no sirve usted para dar bromas, vale más que se largue de aquí».
El marido respondió con una imperceptible agitación del índice, que quería decir: ''Que se largue''.
Cuando oí este flujo de palabras, sentí que la impaciencia me reventaba la vejiga de la hiel, y exclamé dirigiéndome a mis criados: ¡Dadle en seguida un cuarto de dinar a este hombre y que se largue de aquí! Porque renuncio en absoluto a afeitarme.
Tampoco falta allí quien habla con su vecino del tiempo, a falta de otro asunto más importante, del tiempo, que es siempre el refugio de un diálogo agotado ya de materiales, la rama de salvación de un enamorado cuando al frente de su ídolo no sabe por dónde empezar, en fuerza de ser mucho lo que tiene que decirle, el amparo del que se las ha con un prójimo a quien apenas conoce, o le merece pocas simpatías y está deseando que se largue, del tiempo, en fin, que ha sido, es y será el objeto de la conversación de todos los aburridos y de todos los tontos.
-En cuanto usted se largue de aquí, no me sobrará nada.
, que me largue a solazar con las puras brisas de nuestras praderas, más lozanas y floridas que nunca, y en todo el vigor de su hermosura desde que la Pascua asomó su alegre faz tras el último potaje de Semana Santa.
