Ejemplos con incomodo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

la defensa consiste en efectuar una tacada de no tronera o sea una tacada que carece de intenciones de introducir una bola dentro de una tronera en este caso la intención de la tacada sera dejar lo más incomoda posible la posición del mingo o bola blanca con respecto a la bola de menor número sobre la mesa lo que se conoce como tape puesto que tapa con una bola por delante del mingo o bola blanca a la bola de menor número sobre la mesa obligando al contrario a efectuar un tiro incomodo que puede muy bien concluir en una de las faltas antes mencionadas para de esta forma cobrar una falta a favor del ejecutor de la defensa.
En esta época empiezan a llegar a Cuajimalpa y en concreto al Contadero personalidades de México, como Azcarraga Milmo, Mario Moreno Cantinflas, Pedro Infante, y varios Presidentes, entre los que se destacan la Exhacienda las Palomas, de la esposa de Miguel De la Madrid, El hermano incomodo de Carlos Salinas, con su hacienda residencia El Encanto con todo y osamenta de Chapa Vesanilla, pero sobre todos con el palacete que incluye varias casas de José López Portillo, su célebre Colina del Perro.
¿Verdad, Servanda? Yo me incomodo, o hago que me incomodo, y con la mano hago así.
¡Si no me incomodo! ¡Incomodarme yo! ¡Anda, anda, pues buena soy para incomodarme! Váyase, váyase cuanto antes con el sobrino.
-Salvador, Salvador, mira que me incomodo -dijo Bragas con voz balbuciente, señal de que le ponía colérico el verídico retrato que su amigo diestramente trazaba-.
-¿Te incomodo? -le preguntó cortésmente Anaconda.
-Disculpad, caballero -respondió el hombre llevando la mano a su pañuelo encarnado-, os incomodo tal vez, pero tengo que hablaros.
agradecimiento, me incomodo.
La suerte que yo no me incomodo.
-Gratis, no me incomodo por nadie, replicó el panzudo egoísta.
¿Verdad, Servanda? Yo me incomodo, o hago que me incomodo, y con la mano hago así.
¿Os incomodo?.
¡Si supieseis! ¡Os adoro! Perdonadme, os hablo, y no sé lo que os digo, os incomodo tal vez.
A un ladrón llamado, por sobrenombre Broncíneo, que quiso morderle por sus trabajos y veladas nocturnas, “Ya sé- le dijo- que te incomodo con tener luz de noche, y vosotros ¡oh Atenienses! no os admiréis de que haya hurtos cuando los ladrones son de bronce y las paredes de barro”.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba