Ejemplos con hipocondría

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las personas que acuden a este tipo de prácticas pueden experimentar mejorías gracias al llamado efecto placebo o tener enfermedades como la Hipocondría.
Sus teorías se denominan actualmente dentro del mundo de la moda como una forma de hipocondría, pero no es más que la forma moderna del antiguo Arc d Hystérie.
Alexis Tzonis fue el gran visionario de lo que hoy se conoce como Arco de hipocondría o antiguamente Arco de histeria.
En homeopatía clásica, el tipo arsenicum album es tenso, inquieto, individuos ambiciosos, con una tendencia a la hipocondría, pesimismo y con una meticulosa atención por el orden y la limpieza.
En las primeras décadas del siglo XX el concepto de depresión se desglosa en otros como ansiedad, histeria, hipocondría, obsesión, fobia, distimia o trastorno psicosomático y la OMS acota y define la depresión endógena o mayor como un síndrome orgánico cuya sintomatología nuclear abarca alteraciones del pensamiento y los impulsos, tristeza corporalizada y trastornos de los ritmos vitales, además de poder expresarse a través de distintos síntomas somáticos.
Recomendado, siempre en pequeñas dosis, en casos de depresión, histeria e hipocondría.
D'Arrest sufrió una fuerte hipocondría en sus últimos años de vida.
Me siento mal siempre, muy mal, la hipocondría me consume, y tengo la preocupación constante de que voy a vivir ya contados días.
Pero creo que tenemos derecho a pedirles que no turben con su hipocondría nuestra vulgar existencia, que no nos agüen la fiesta.
He sido el primero en apreciar y elogiar las suyas, pero no puedo hacer el mismo caso de una obra realmente literaria escrita con la frescura de una imaginación juvenil que de un ataque injustificado y violento inspirado por la musa del tedio y fraguado por la de la hipocondría.
Mi soledad es la causa de esta hipocondría que no tiene más consuelo que el vagar nocturno por las calles.
Una cosa preocupaba mucho al buen capellán: ¿el señorito se iría solo a Madrid, o llevaría a su mujer y a la pequeña? Julián ponía a Dios por testigo de que deseaba esto último, si bien al pensar qué podía suceder le entraba una hipocondría mortal.
El discursillo de esta noche, que tan justamente alborotó la logia, y la carta que me escribiste renunciando las comisiones que yo quería encargarte en provincias, me prueban que estás en un período de hipocondría o satánico orgullo.
Acá para entre los dos, amigo mío, diré a usted, que en el terrible atentado del joven Rey contra su propia existencia, debió influir grandemente una pasión contrariada, tal vez los remordimientos por su conducta y el estado de hipocondría amarguísima en que se encontraba su espíritu.
Deploró con toda su alma haber entrado en casa de las Troyas, y resuelto a emplear mejor el tiempo, mientras su hipocondría le durase, recorrió las calles de la población.
Me ha dicho que el día en que cayese el poder intruso no daría dos cuartos por su pellejo, pero creo que su hipocondría y pésimo humor, entenebreciendo su alma, le hacen ver enemigos en todas partes.
Leandro Moratín, el cual era entonces un hombre como de cuarenta y cinco años, pálido y serio, de mediana estatura, dulce y apagada voz, con cierta expresión biliosa en su semblante como hombre a quien entristece la hipocondría e inquieta el recelo.
Nadie entraba en su cuarto a arrancarlo de sus tristezas, y tal era su hipocondría que ni aún había querido ver a su hermano el conde de Cerezuelo, llegado al mediodía en litera postrado y moribundo.
Convaleciente, débil y dominado por tenaz hipocondría, se ocupaba en imaginar vastos planes de destrucción.
Dijeron algunos que se había dejado morir de hambre, otros que se había vuelto loco, otros, y esto parece lo más cierto, que le mató una profunda hipocondría.
Don Juan se arrojó en el sillón, desesperanzado ya de hacer entrar a sus criados en vereda, y buscando un medio de poner término a aquella hipocondría, a aquel humor más negro que la pez, que era su estado normal.
Mi soledad es la causa de esta hipocondría que no tiene más consuelo que el vagar nocturno por las calles.
Convaleciente, débil y dominado por tenaz hipocondría, se ocupaba en imaginar vastos planes de destrucción.
Nadie entraba en su cuarto a arrancarlo de sus tristezas, y tal era su hipocondría que ni aún había querido ver a su hermano el conde de Cerezuelo, llegado al mediodía en litera postrado y moribundo.
¡Qué soledad la de los viejos sin hogar, sin familia y hasta sin ese calor ficticio, pero animador y benéfico, de las amistades políticas! Cada vez que don Pedro oía bajo sus pies el rodar de sillas y estrépito de pisadas de los que acompañaban en las largas noches de invierno al patriarca del tradicionalismo, y les sentía bajar, metiendo bulla y riendo a carcajadas, la vetusta escalera, una hipocondría profunda se apoderaba de él, y envolviéndose en su vieja bata de tartán, único preservativo que contra el riguroso frío usaba, y paseando de arriba abajo en su desmantelado e inútil salón, daba vueltas al problema siguiente:.
Con esto, con el hambre que no le abandonaba un solo instante, y con lo que en su cuerpo y en su espíritu habían labrado sus primeras tribulaciones, está, en mi concepto, sobradamente justificada la horrible hipocondría que al cabo postró a Juan en un mísero lecho de un hospital, que le acogió, no por caridad, sino por evitar a un pueblo culto el espectáculo de un cadáver en medio de la calle.
Creo firmemente, y tú lo creerás también, que un parisiense de pura raza o un madrileño castizo se morirían aquí durante el invierno de hipocondría, sin que la unción les alcanzara.

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