Ejemplos con escriben

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Enero: Se escriben nuevas canciones.
Los términos gramaticales por lo general se abrevian y se escriben en MAYÚSCULAS PEQUEÑAS para diferenciarlos de las traducciones.
Todos los que escriben poemas se insertan en el proceso poético.
Inspirados por la vista de Homer cortando accidentalmente el cabello de Marge cuando estaba podando un arbusto, los niños escriben La barbería de los horrores, pero el episodio es rechazado por Roger Meyers, el presidente de Itchy & Scratchy Internacional.
Los usuarios escriben documentos, blog, foros y el sistema promueve la colaboración de cada artículo permitiendo búsquedas, estableciendo la reputación de los usuarios con esquemas de recompensas por participar.
Cuando se escriben los paquetes en un volumen de una unidad de disco, se crea una cabecera que incluye el tamaño y la localización de cada fichero dentro del paquete.
El Consejo de la Ciudad, tiene su propia revista ENLACE, en ella los servidores públicos y miembros del consejo escriben sobre cualquier tema de interés del Ayuntamiento.
No solamento no entra en esta bahia rio alguno grande que se pueda navegar muchas leguas arriba, como en sus diarios y cartas escriben sin fundamento algunos estrangeros, pero ni aun un pequeño arroyuelo pudieron hallar nuestros españoles.
Eran de los que escriben en los periódicos, los aguardaba allí para regresar al anochecer.
Los únicos libros que se producen en tal época los escriben los prelados de Toledo.
Durante todo este tiempo, los novios se escriben cuando están ausentes, y cuando están en el mismo pueblo, se ven en misa por la mañana, se vuelven a ver dos o tres veces más durante el día, suelen pelar la pava durante la siesta, vuelven a verse por la tarde en el paseo, van a la misma tertulia desde las ocho a las once de la noche, y ya, después de cenar, reinciden en verse y en hablarse por la reja, y hay noches en que se quedan pelando la pava otra vez, y mascando hierro, hasta que despunta en Oriente la aurora de los dedos de rosa.
Hace mucho tiempo que no pongo los pies en Villaverde, y entiendo que mis paisanos son ya más cultos, pues de allá me escriben, y me dicen que ya no son así: que ya no gustan de presentarse mal vestidos, que adoptan las modas acertadamente, y que en las sastrerías villaverdinas se reciben figurines nuevos cada tres meses.
¿Pero has visto? Si eso se dice, no se cree Y si lo escriben, pensarán que es fábula mal inventada.
Nos escriben de aquella localidad que el país está tan poco dispuesto a aventuras, que se considera inútil en aquel punto la presencia de la brigada Batalla.
Pues, ¿qué hermosura puede haber, o qué proporción de partes con el todo y del todo con las partes, en un libro o fábula donde un mozo de diez y seis años da una cuchillada a un gigante como una torre, y le divide en dos mitades, como si fuera de alfeñique, y que, cuando nos quieren pintar una batalla, después de haber dicho que hay de la parte de los enemigos un millón de competientes, como sea contra ellos el señor del libro, forzosamente, mal que nos pese, habemos de entender que el tal caballero alcanzó la vitoria por solo el valor de su fuerte brazo? Pues, ¿qué diremos de la facilidad con que una reina o emperatriz heredera se conduce en los brazos de un andante y no conocido caballero? ¿Qué ingenio, si no es del todo bárbaro e inculto, podrá contentarse leyendo que una gran torre llena de caballeros va por la mar adelante, como nave con próspero viento, y hoy anochece en Lombardía, y mañana amanezca en tierras del Preste Juan de las Indias, o en otras que ni las descubrió Tolomeo ni las vio Marco Polo? Y, si a esto se me respondiese que los que tales libros componen los escriben como cosas de mentira, y que así, no están obligados a mirar en delicadezas ni verdades, responderles hía yo que tanto la mentira es mejor cuanto más parece verdadera, y tanto más agrada cuanto tiene más de lo dudoso y posible.
Así me parece a mí respondió Cardenio, porque, según da indicio, él tiene por cierto que todo lo que estos libros cuentan pasó ni más ni menos que lo escriben, y no le harán creer otra cosa frailes descalzos.

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