Ejemplos con enséñame

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El próximo en venir sería Enséñame tus manos, balada con tiempos lentos que nos recuerda a sus inicios.
Algunos temas de este disco: Enséñame, Te voy dejando, Un poco de amor, Disco Hit, etc.
Mi Señor Jesús, ¿enséñame tus palabras y tu voluntad! ¡Oh, buena María, Madre de Dios! ¡Oh, buen José! ¡Orad por mí!.
¡A saber lo que traes de Europa guardado en tus maletas! Enséñame tus conquistas, viejo mío.
Enséñame todo esto, que ya te pagaré el favor algún día en del mejor cuño.
Figúrese usted que él llega a un pueblo, sale a pasear por las calles y a todo el que encuentra le detiene y le dice: enséñame el rosario.
¿Con una joven? ¿Por dónde? ¡Enséñame!.
-Enséñame desde aquí algunos particulares, si se descubren a la vista.
Vamos, sí, enséñame el camino, pero no a curar a la niña, que eso la ciencia puede hacerlo, y si el caso es desesperado, Dios Omnipotente.
Luego sacó de su cinturón dos dinares y se los entregó, diciendo: Ve a buscar a tu madre y dile, dándole estos dos dinares: «¡Mi tío tiene intención de venir esta noche a cenar con nosotros, y por esto te envía este dinero para que prepares manjares excelentes» Luego añadió, inclinándose hacia él: ¡Y ahora, ya Aladino, enséñame por segunda vez el camino de tu casa! Y contestó Aladino: Por encima de mi cabeza y de mis ojos, ¡oh tío mío! Y echó andar delante y le enseñó el camino de su casa.
¡Y entre todos los judíos, precisamente ése es el más detestable, el más listo, el más embaucador y el más nutrido de odio contra nosotros los que creemos en Alah el Único! ¡Así, pues, si tienes que vender alguna cosa, ¡oh hijo mío! empieza por enseñármela, y por la verdad de Alah el Altísimo te juro que la tasaré en su justo valor, a fin de que al cederla sepas exactamente lo qué hacer! Enséñame, pues, sin temor ni desconfianza lo que ocultas en tu traje, ¡y Alah maldiga a los embaucadores y confunda al Maligno! ¡Alejado sea por siempre!.
enséñame la salida.
Muy bien, querido amigo, pero enséñame, por lo pronto, lo que tienes en tu mano izquierda bajo la capa.
Enséñame tus pagarés devueltos por D.
A estas palabras exclamó el eunuco: ¡Por Alah! ¡Abu-Nowas, enséñame a ese joven, y si verdaderamente es tan gentil como me estás dando a entender, quedarás relevado de todo lo demás!.
La vieja dijo: ¡Bien venido sea el gracioso huésped de nuestra ciudad! ¿Y qué mercaderías de los países lejanos traes contigo? ¡Enséñame lo más hermoso, porque lo bello trae belleza!.
Entonces le suplicó uno de los presentes: “¡Oh padre mío! Enséñame a conocer las verdades ocultas y el secreto de las cosas”.

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