Ejemplos con dormías

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Confiesa que dormías a pierna suelta y muy a gusto lejos de tu pobrecita Elena.
Apareció doblando la esquina un hombre que por el color del hocicudo rostro y la largura de sus brazos y la corva inclinación de su cuerpo, más parecía cuadrumano amaestrado para racional que racional efectivo, y apenas le vio Mendaro, lo cogió por el cuello, y con voces descompuestas le dijo: , sin vergüenza, ¿por qué no has abierto a la primera llamada? ¿Así cuidas la casa de tus señores? ¿Qué hacías, borracho? ¿Dormías el ?.
Reproduzco sus expresiones, que creo interesantes: Mira,, mientras tú dormías, yo he llorado.
¡Oiga! le dijo su amo, pues lo era en efecto el joven Leonardo, dormías a pierna suelta, mientras los caballos quedaban a su albedrío.
Pues, ¿y las dos onzas de oro que te puse en el chaleco por la tarde cuando dormías la siesta? preguntó doña Rosa con seriedad.
¿Conque no dormías? Aponte, Aponte, tú parece que no me conoces, o que crees que yo me mamo el dedo.
Y el eunuco dijo: Pues entonces, ¿quién ha sido? Seguramente has debido verle, puesto que no dormías.
::¡Llenaste mi corazón de tu deseo para sentarte encima y triturarlo, acostumbraste mis ojos a velar, y en cambio tú dormías!.
-Que para el caso es igual, porque si tú no dormías, dormiría Isabel.
Acuérdaste, quando dormías a mis pies, loquito?.
Reproduzco sus expresiones, que creo interesantes: «Mira, Confusio, mientras tú dormías, yo he llorado.
Apareció doblando la esquina un hombre que por el color del hocicudo rostro y la largura de sus brazos y la corva inclinación de su cuerpo, más parecía cuadrumano amaestrado para racional que racional efectivo, y apenas le vio Mendaro, lo cogió por el cuello, y con voces descompuestas le dijo: «Cholo, sin vergüenza, ¿por qué no has abierto a la primera llamada? ¿Así cuidas la casa de tus señores? ¿Qué hacías, borracho? ¿Dormías el pisco?».
«Tú no dormías en esa cama -le dije, rechazando sus caricias-.
-¡Qué has de ver tú, si dormías! ¿Estará en el comedor? No, todo a oscuras.
Yo te vi, y me parece que te dormías».
— ¿Dormías sobre el costado derecho o sobre el izquierdo?.
-Sabrás, Lázaro, que en el tiempo que tú dormías bajó una criada de mi dama y me dijo que subiese donde ella me llevase, yo lo hice ansí, y como hubiese determinado darme el fruto -si no de tan largos años, de tantos servicios-, me desnudé para ello, cuando a su padre se le antojó mirar la casa y empezar desde el aposento donde yo estaba.
Vine a saber si dormías.

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