Ejemplos con descuidad
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Descuidad pues, es buena gente, y no faltará a su puesto de honor.
- Descuidad en mí.
- Descuidad, padre mío, Ánjela os acompañará.
-Descuidad, señor.
-Descuidad, señora.
-Descuidad, señor, -repuso Garcés-, que yo cumpliré fielmente con todos vuestros encargos.
-Descuidad, señores, que quedaréis complacidos.
-Descuidad, señor, que como vuestro silbato suene, pronto llegaremos hasta donde os.
-Descuidad, que ya veremos de aprovechar esta ocasión.
-Descuidad, señora mía, que ya he tomado perfectamente mis medidas, y lo que es ahora no se.
-Descuidad, don Diego, que todo se liará según y como conviene a su regalo y nuestro decoro.
-Descuidad, que ya veréis cómo soy un hombre capaz de merecer vuestra confianza.
-Descuidad, señor, que se hará todo a medida de vuestro deseo.
-Descuidad, bella señora, que antes que vos fuerais ofendida la muerte habría paralizado mi.
nerviosas que desean emociones fuertes no hay otro espectáculo mejor que ése. Descuidad, señorita, si se presentase la ocasión, ya os avisaré.
-Señor, repuso este, descuidad, es un santo religioso o un loco que pide con tal insistencia hablaros, que no nos es fácil contenerle, sin emplear la violencia, que es siempre inconveniente cuando se trata de ambas cosas.
-Descuidad por lo demás, es asunto puramente de familia, y en cuyo particular deseo que terciéis vos, a fin de que se despache pronto y favorablemente, en la curia cierto negocio que hace referencia al objeto, y en el cual andan remisos los agentes, sin duda porque no corre a su sabor la moneda.
-Gracias, replicó aquel hombre, animado siempre de su eterna sonrisa cáustica, eco de la más sangrienta ironía: veo que nos vamos comprendiendo y que nos ponemos de acuerdo en las bases: descuidad, pues, en cuanto a lo demás, el drama será fecundo en peripecias, sí, y lejos de una acción lánguida, yo os vaticino que traerá escenas de gran bulto y que será digna en un todo de sus autores.
-¡Descuidad, que no os diré el verdadero nombre de la interesada! Pero para entendernos, bueno ser a que la llamemos Antonia, Josefa, Dolores en fin, como queráis.
-Bien, descuidad en mí.
- Descuidad -dijo Bigrenaille a Thenardier-.
-Descuidad, además me acompañaréis, Beauchamp, las cosas interesantes y solemnes deben tratarse ante testigos, antes que pase el día si el señor Danglars es culpable, habrá dejado de existir o yo habré muerto.
-Descuidad, no tengo hasta esa hora ninguna otra cosa más que hacer que preparar mi viaje.
-Descuidad, yo procuraré hacer olvidar vuestra ausencia a nuestro huésped -repuso la condesa-, señor conde -continuó ella, volviéndose hacia Montecristo-, ¿nos haréis el honor de pasar el día con nosotros?.
-Descuidad, buena mujer -respondió el abate-, no os sucederá ninguna desgracia por parte mía, os lo aseguro.
-No importa, caballero, os tendremos presente, descuidad: entretanto, esta cruz.
-Descuidad -dijo Villefort con una sonrisa muy tierna-, sentenciaremos juntos.
