Ejemplos con desasiéndose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Dos hijas lloraban abrazadas en un rincón: la mayor, más valiente, le acariciaba con la mano los cabellos, o lo entretenía con frases zalameras, mientras le preparaba una bebida, de pronto, desasiéndose bruscamente de las manos de doña Andrea, abrió don Manuel los brazos y los labios como buscando aire, los cerró violentamente alrededor de la cabeza de doña Andrea, a quien besó en la frente con un beso frenético, se irguió como si quisiera levantarse, con los brazos al cielo, cayó sobre el respaldo del asiento, estremeciéndosele el cuerpo horrendamente, como cuando en tormenta furiosa un barco arrebatado sacude la cadena que lo sujeta al muelle, se le llenó de sangre todo el rostro, como si en lo interior del cuerpo se le hubiese roto el vaso que la guarda y distribuye, y blanco, y sonriendo, con la mano casualmente caída sobre el mango de su guitarra, quedó muerto.
Iba ya el resplandor del día dibujando líneas de luz por entre los resquicios y rendijas del maderaje del balcón, cuando don Juan, desasiéndose de los brazos de Cristeta, entre melosidades y ternezas, se fue a su cuarto, donde desbarató su propia cama para que los criados ignorasen que no había dormido allí.
Dicho lo cual, desasiéndose de él y dejándole confuso en medio de la acera, se alejó precipitadamente hasta entrar en el anchuroso portal de la casa donde vivía.
Ella, desasiéndose de sus brazos, apartó el cuerpo, se restañó con el pañuelo las lágrimas, y revelando la energía de quien en todo ha pensado y tiene, hace tiempo, adoptada una resolución, contestó:.
-¡Quién va! -gritó Tilín desasiéndose de aquellas manos y arremetiendo a su descubridor con amenazadores puños.
Salvador, desasiéndose con gran trabajo de los que entorpecían sus movimientos, se acercó a Navarro, y comprendiendo que la situación de este no era muy satisfactoria, dijo en voz alta:.
-¿Cómo se entiende, señor entrometido? -exclamó desasiéndose con fuerza-.
Suélteme usted, caballero -dijo Clara desasiéndose-: tengo que hacer, por Dios, suélteme usted.
Y desasiéndose del brazo de su amigo, se alejó a largos pasos.
¿No habéis visto nunca en esos últimos instantes del crepúsculo de la noche levantarse de las aguas de un río, del haz de un pantano, de las olas del mar o de la profunda cima de una montaña, un jirón de niebla que flota lentamente en el vacío, y, alternativamente, ya parece una mujer que se mueve y anda y deja volar su traje al andar, ya un velo blanco prendido a la cabellera de alguna silfa invisible, ya un fantasma que se eleva en el aire cubriendo sus huesos amarillos con un sudario, sobre el que se cree ver dibujadas sus formas angulosas? Pues una alucinación de ese género experimenté yo al mirar adelantarse hacia la reja, como desasiéndose del fondo tenebroso del coro, aquella figura blanca, alta y ligerísima.
-Lo que necesitamos -dijo ésta, luego de una pausa, desasiéndose de los brazos de Nuévalos- es buscar un prestamista de gran discreción y de absoluta confianza.
Pero dijo la joven, desasiéndose de él: ¡Oh mi señor! ¡Cuán refinado eres! ¡Comienza por desnudarte para tener soltura de movimientos! Y dijo el walí: ¡No hay inconveniente! Y se quitó sus vestiduras.
«Suélteme usted, caballero -dijo Clara desasiéndose-: tengo que hacer, por Dios, suélteme usted».
Dos hijas lloraban abrazadas en un rincón: la mayor, más valiente, le acariciaba con la mano los cabellos, o lo entretenía con frases zalameras, mientras le preparaba una bebida, de pronto, desasiéndose bruscamente de las manos de doña Andrea, abrió don Manuel los brazos y los labios como buscando aire, los cerró violentamente alrededor de la cabeza de doña Andrea, a quien besó en la frente con un beso frenético, se irguió como si quisiera levantarse, con los brazos al cielo, cayó sobre el respaldo del asiento, estremeciéndosele el cuerpo horrendamente, como cuando en tormenta furiosa un barco arrebatado sacude la cadena que lo sujeta al muelle, se le llenó de sangre todo el rostro, como si en lo interior del cuerpo se le hubiese roto el vaso que la guarda y distribuye, y blanco, y sonriendo, con la mano casualmente caída sobre el mango de su guitarra, quedó muerto.
y desasiéndose blandamente, dijo sin jactancia, como quien se ofrece a realizar el acto más sencillo del mundo:.
Desasiéndose, corrió ella hacia la sala.
-¡Atrás, caballero! -contestó ella desasiéndose con energía de la tosca empuñada del mancebo-.
obstante, cuando el joven se enteró de cuál era su nuevo enemigo, revolvió furiosamente contra él, y desasiéndose, encaminose velozmente hacia el punto en que debía aguardarle su escudero, quien le salió al encuentro apenas oyó el silbato.
Desasiéndose entonces bruscamente de los brazos de Espinosa, se incorporó, quedando inmóvil en medio de la semiobscuridad de la habitación, dominada por el pánico, clavada allí, sin poder dar un paso ni proferir una palabra.
-Sí, Manuelita -dijo desasiéndose de sus brazos-.
Luego desasiéndose de los brazos que la retenían, echó a correr acometida por una risa loca.
Fátima, desasiéndose de las frías manos de Zuleima, hirió un pedernal, encendió un cabo de vela verde, de una pulgada de largo, y lo colocó en una linterna.

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