Ejemplos con cuestión

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La cuestión, para el pintor de grandes dimensiones, es de concepto, de que se dé cuenta que debe ser artísticamente superficial, o de que sea superficial e inartístico sin darse cuenta.
Para colmo de complicaciones, había empezado en el Congreso la discusión de los presupuestos, ¡cosa rara!, y el Gobierno, que había prometido dejar la cuestión libre a sus diputados, como las oposiciones le cercenaban los ingresos y el empréstito no se cubría, no tuvo más remedio que hacer la aprobación de ciertos capítulos.
Con este le decían entre otras cosas, ha tapado usted la boca a los que aquí se permitían murmurar de su ciego ministerialismo, bien probado con el voto que dió al Gobierno en la cuestión del empréstito.
Esta fué su gran cuestión durante algunos días, desde el en que palpó la necesidad de formalizar su antes vago propósito.
Se ve, pues, que, en el fondo de la cuestión, estaban perfectamente de acuerdo Juana y su marido.
Y dicho queda con esto que la tal cuestión apenas se olvidaba un punto.
La cuestión del regato reaparecía nueva y palpitante de interés entre el vecindario a cada Congreso que se constituía en Madrid, a cada municipio que se elegía en la villa, a cada gobernador que se cambiaba en la capital de la provincia.
Mientras se ventila esta cuestión de derecho y se llega a formar jurisprudencia sobre el caso, creo yo que no debe estar prohibido en la propiedad literaria lo que es lícito y hasta recomendable en las rústicas y urbanas.
Cuestión de nombres, propia de retóricos ociosos.
Si hay cosa tratada o discutida en el mundo, ya seriamente, ya en burla, es la cuestión del matrimonio, aunque sea cierto que ni los razonamientos ni las influyen mucho en la resolución que cada prójimo toma según cuadra a su genialidad, temple y más o menos escrupulosa conciencia.
Yo no entraré en la escabrosísima cuestión ética de si puede o no tenerse por cosa inmoral la representación artística de vicios y torpezas hediondas, cuando esto se hace, no con el fin de enaltecerlos, sino con el de clavarlos en la picota.
A lo cual todavía puede añadirse que, formulada en esos términos la cuestión, envuelve una verdadera logomaquia, a lo menos para las gentes, todavía muy numerosas, que creemos en alguna metafísica, y afirmamos la existencia de algo superior a lo fenomenal, relativo y transitorio.
De aquí que muchos, con reprensible ligereza, hayan creído salir del paso negando que tal cuestión exista, y que realismo e idealismo sean escuelas verdaderamente antitéticas, puesto que todo productor de obras vivideras toma del natural sus elementos.
No es el naturalismo cuestión de doctrina que, con visible exclusivismo y ciega intolerancia, quiera imponerse o proscribirse, sino cuestión individual, genial y, por tanto, relativa.
La cuestión es alumbrar el manadero.
La cuestión era que aquello no tenía.
La cuestión de la filosofía está en buscar una palabra que lo diga todo cuando nos da la gana.
La cuestión era penetrar esa clave secreta, desarrollar ese prontuario, abarcar de una ojeada ese epítome.
¿Es esto claro? Pero, señor, si el drama no es más que cuestión de calzado, cuestión de ponerse en dos pies y levantar la cabeza todo lo posible, en son de desafío, hacia el cielo, en donde se oculta el destino de los hombres.
La cuestión era que le estrenasen el drama.
Queda la cuestión de conciencia, la moral.
La cuestión, evidentemente, no está puesta ni puede ponerse entre la verdad de un lado y la falsedad de otro.
Cuestión de ciento veinte o ciento treinta.
Luego, pasando a la cuestión religiosa, decía sereno y reposado:.
Dado tu carácter arrebatado, dada tu incapacidad para comprenderme, debí abordar la cuestión de frente y decirte: “sobrino mío, no quiero que seas esposo de mi hija.
Ramos sobre la peliaguda cuestión de su levantamiento en armas.
Es cuestión de moros y cristianos.
Es lástima que Dios me haya hecho a mí tan tonta, y dádome este entendimiento de ladrillo y argamasa, como dice la señora, porque si así no fuera, yo resolvería la cuestión.

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