Ejemplos con conservación

El Parque posee varios niveles de protección, definidos a partir del estado de conservación de los distintos parajes incluidos.

El nombre de Sphaerodactylus ariasiae le fue asignado en honor al herpetólogo Yvonne Arias, Líder del Grupo Dominicano de conservación Jaragua, centrados en la protección ambiental del Parque Nacional Jaragua.

Del contenido de la iglesia cabe destacar su cuadro de Ánimas, anónimo del siglo XVIII de estructura clásica en tres planos, con buen colorido y en muy aceptable estado de conservación.

Paralelamente, fueron mejoradas las técnicas de conservación del vino.

Arrojo encabeza una nueva ola de activismo cuyo objetivo es poner fin a la fracasada política de gestión hidrológica basada en la construcción de presas y el trasvase de aguas, y forjar en su lugar un futuro de agua sostenible basado en la conservación, el reciclaje y alternativas más inteligentes para la agricultura.

El premio, considerado por muchos como una especie de Premio Nobel del Medio Ambiente, se otorga anualmente a seis personas de diferentes regiones del planeta, que se han distinguido por sus actividades en favor de la conservación del medio ambiente.

Y él era representante de un distrito rural! Pero tenía comprometida la mitad de su fortuna, acaso toda ella al día siguiente, en un negocio cuya única garantía era la conservación del Ministerio que le había metido en el ajo, Ministerio a la sazón tan inseguro por las deserciones ocurridas en sus filas, que un solo voto de más o de menos podía salvarle o perderle.

Se me dirá por algunos que en esa capilla se dice la primera misa en los días festivos, por lo cual es, hasta cierto punto, una necesidad para el vecindario la conservación de ese pequeño templo, pero, señores, lo cierto es también que esa necesidad es puramente moral, al paso que la otra se toca y se palpa, y afecta a la hacienda y hasta a la vida de muchos de nosotros, de nosotros, señores, que somos muy liberales.

Siguió gritando su inocencia, sin dar otra prueba que el desesperado instinto de su conservación.

¿No había dicho él que los enemigos iban a contestar? Obedeciendo al santo instinto de conservación y empujado al mismo tiempo por su hijo, se vió en un abrigo de la batería.

El honor vale más que la vida para ciertos hombres, la respetabilidad, la conservación del lugar que ocupan.

La transparencia de los seres planctónicos evocaba en la memoria de Ferragut las coloraciones maravillosas de los habitantes del mar, ajustadas exactamente a las necesidades de su conservación.

En aquel momento pensó que el instinto de conservación le haría nadar seguramente, y se detuvo.

Las cuatro oficialas, y Nieves también, aunque ésta picaba más alto, pertenecían, pues, a esta famosísima casta de mujeres por cuya conservación y prosperidad hago votos al cielo todos los días y aconsejo a todo buen católico que los haga.

Había perdido el instinto de la conservación en aquel mundo de incendios y de fuerzas ensordecedoras.

Son sacrificios que impone Dios para la conservación del mundo: exigencias de la vil materia Obedeceré, Padre, ¡pero cuánto me cuesta! ¡qué repugnancia, Dios mío!.

Pero al aproximarse la hora de la muerte, piensa en sus herederos, que no dispondrán como él de la gloria y el miedo para hacerse respetar, y entonces, atrayéndose al sacerdote, toma a Dios por aliado misterioso que velará por la conservación del trono.

Con arreglo al instinto de conservación, la humanidad sólo debía trabajar lo necesario para la subsistencia.

Estamos unidos para siempre al ser que damos vida: es un compromiso de solidaridad que contraemos ante la especie al trabajar por su conservación.

No te has vengado, por instinto de conservación, por miedo al presidio y a todos los castigos inventados por la sociedad, has tenido miedo, a pesar de tu indignación, y ese miedo lo truecas en crueldad para el ser más débil.

Te abandonó a impulsos de ese instinto que llevan en sí todos los seres sanos: el instinto de la conservación de la especie, que embellece la poesía llamándolo amor.

El trabajodijo Gabrielno es castigo ni virtud, es una ley dura a que estamos sometidos para la conservación personal y de la especie humana.

Digan en buena hora que el trabajo es una necesidad dolorosa para la conservación de la vida, pero no digan que es una virtud, pues el reposo y la dulce inactividad son más gratos al hombre y a todos los animales que el movimiento y la fatiga.

El poder de la Iglesia ha terminado, ya no vive, lo que vemos es su cadáver, pero un cadáver enorme, que costará de remover, y cuya conservación devora mucho dinero.

El amor es el instinto de la conservación de la especie, pero el nuestro será incompleto, no por odiar, como los santos, las leyes de la Naturaleza, sino porque las luchas de la vida nos han herido de muerte.

La peregrinación prosiguió a lo largo de unas mesas en las cuales, bajo toldos de madera, estaban apiladas las frutas del tiempo: las manzanas amarillas con la transparencia lustrosa de la cera, las peras cenicientas y rugosas atadas en racimos y colgantes de los clavos, las naranjas doradas formando pirámides sobre un trozo de arpillera, y los melones mustios por una larga conservación, estrangulados por el cordel que los sostenía días antes de los costillares de la barraca, con la corteza blanducha, pero guardando en su interior la frescura de la nieve y la empalagosa dulzura de la miel.

¡No parece sino que se ha estipulado de antemano no apelar nunca a estos golpes mortales, como se excluye la estocada en ciertos duelos! Y es, realmente, que un maravilloso instinto de conservación advierte a los más desalmados, que el anónimo, y sobre todo el pasquín, acabarían por disolver la sociedad humana.

Porque cuanto más aseguradas están las materialidades de la vida, más segura es la conservación del honor.

No era ni podía ser el hombre por quien la mujer da su vida, encontrando espiritual goce en este sacrificio, era simplemente un ser cuya conservación y bienestar deseaba.

Los que obran bajo la acción de impulsos cerebrales, irresistibles y mecánicos, como los instintos que atañen a la conservación, van muy bien en su carrera mientras no ven el fin más que en la representación falsa que de él les da su deseo, pero cuando la realidad de aquel fin se les pone delante, ofreciéndoseles como acción sometida a las leyes generales, no hay velocidad que no tenga su rechazo.