Ejemplos con cauto

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el segundo asalto Bonjasky fue más cauto sabiendo que había obtenido una ventaja a los puntos tras el derribo de Hari, y apenas atacó.
Berger, junto con diversos jefes de la inteligencia, se mostró extremadamente cauto a la hora de apoyar una intervención militar aliada en la frontera entre Serbia y Albania, donde las fuerzas serbias masacraban a la población civil albano-kosovar.
Entre ellos, en primer lugar, el Cauto, el más largo de los ríos cubanos, y los ríos Cautillo, Bayamo, Buey, Jicotea, Yara, Jibacoa, y Vicana, entre otros.
En sus límites se encierran muchas de las cimas más altas del territorio cubano, junto a la inconmensurable vastedad de la llanura del Cauto, una de las más extensas y uniformes del país.
Después de ser objeto de intensas críticas por sus ataques a las creencias religiosas dogmáticas, Harris se muestra cauto acerca de revelar detalles de su biografía.
Los municipios que integraron la antigua provincia de Oriente son: Amancio, Colombia, Jesús Menéndez, Jobabo, Majibacoa, Manatí, Puerto Padre, Victoria de Las Tunas en la provincia de Las Tunas, Antilla, Báguanos, Banes, Cacocum, Calixto García, Cueto, Frank País, Gibara, Holguín, Mayarí, Moa, Rafael Freyre, Sagua de Tánamo, Urbano Noris en la provincia de Holguín, Bartolomé Masó, Bayamo, Buey Arriba, Campechuela, Cauto Cristo, Guisa, Jiguaní, Manzanillo, Media Luna, Niquero, Pilón, Río Cauto, Yara en la provincia de Granma, Contramaestre, Guamá, Mella, Palma Soriano, San Luis, Santiago de Cuba, Segundo Frente, Songo - La Maya, Tercer Frente en la provincia de Santiago de Cuba y Baracoa, Caimanera, El Salvador, Guantánamo, Imías, Maisí, Manuel Tames, Niceto Pérez, San Antonio del Sur, Yateras en la provincia de Guantánamo.
Pero Bernáldez, más ducho en asuntos administrativos que en cuestiones castrenses y más cauto y menos ingenuo que Narváez, cuando observa el numeroso ejército de guerreros indígenas que se le vienen encima, comprende que con aquellos cien hombres nada puede hacer para ganar la batalla.
La persona más sorprendida por esto fue la misma Bannon, quien explicó que no tenía ninguna aspiración de esta clase cuando estaba escribiendo Odd Girl Out, pero al hablar sobre la longevidad del libro declara que, Si lo hubiera sabido, podría haber realizado un trabajo más pulido, pero uno tan cauto y consciente de sí mismo que habría sido fácilmente olvidable.
Teudis alertado por los acontecimientos recientes, siempre se mostró cauto ya que no quería provocar una ruptura abierta con Justiniano que provocara repercusiones nefastas para su reino.
Era sino del pintor despertarla fácilmente, pero como hombre bien educado y cauto sabía restañar prontamente las heridas.
Respondióle otro repique cauto.
Si hubiera sabido que mis inocentes atenciones con su hija pudieran interpretarse tan malignamente, me hubiera guardado bien de prodigárselas En adelante procuraré ser más cauto Pero, ¡Dios mío!añadió riendo.
El traje que vistes te obliga, como a mí, a ser cauto y prudente.
Había que ser cauto y guardar la salida.
Cauto, sin embargo, el tío Frasquito, y deseando prevenir en el ánimo del novicio las deficiencias que pudiera tener en su papel de fray Baltasar el padre Cifuentes, apresuróse a decirle que era este un cuitadito, un infeliz sin pizca alguna de mundo, que hablaba del infierno, pintando unos diablos feotes y groseros que en nada se parecían a los diablillos correctos, perfumados, elegantes, que se figuraba el tío Frasquito de frac y corbata blanca, pelo rizado, gardenia en el ojal, monóculo en el ojo izquierdo y un lazo de color de fuego en la punta del rabo.
Sea, pues, más cauto en lo sucesivo el ilustre diplomático, si no quiere que se haga sobre su persona la reflexión que sobre el embajador polaco hacía Carlos V.
Mientras llegaba la hora de partir seguiría visitando a Rosa, haciendo lo posible por ser cauto en las palabras y reprimir los ímpetus de su corazón.
Era, en cierto modo, desconfiado y receloso, digamos mejor, cauto.
Lo otro es distinto: la atacada es la parte débil y, en fin, con estar avisado y ser cauto, nada pierdes.
Él era sencillo como la paloma, sólo que en este pícaro mundo también se necesita ser cauto como la serpiente.
Venía, pues, como se ha dicho, don Quijote contra el cauto vizcaíno, con la espada en alto, con determinación de abrirle por medio, y el vizcaíno le aguardaba ansimesmo levantada la espada y aforrado con su almohada, y todos los circunstantes estaban temerosos y colgados de lo que había de suceder de aquellos tamaños golpes con que se amenazaban, y la señora del coche y las demás criadas suyas estaban haciendo mil votos y ofrecimientos a todas las imágenes y casas de devoción de España, porque Dios librase a su escudero y a ellas de aquel tan grande peligro en que se hallaban.
Indudablemente lo más cauto, lo más prudente era no meterse en honduras, el mejor de los dados es no jugarlos.
Aprende primero a ser cauto y después.
Lo que lo hacía tan cauto era que divisaba allá, por entre las patas de los caballos, al formidable Plutón.
»En la madrugada del día en que partieron del bosque de Frosinone, había seguido a Carlini en la oscuridad y escuchado el juramento que hiciera, por lo que a fuer de hombre cauto y previsor había tratado de evitar el resultado, que para él podía ser muy desagradable.
-¡Ah!, ¡ah!, veo que sois un hombre cauto, querido.
Todas estas escenas, que tanto consiguieron irritarlo antes, lo habían vuelto cauto, llenándolo de una prudencia cínica y prematura.
El uno llama la atención sobre el gesto de la señora, el otro sobre los ronquidos de su esposo, éste sobre que la cocinera estaba atisbando la escena detrás de las cortinillas, el más cauto se conforma con decir que dineros y calidad, etc.
Pero como al más cauto se la pegan, no pudo evitar que algunas indígenas excepciones, ambiciosas y turbulentas, le fueran seduciendo poco a poco, pintándole la belleza de sus vecinos: de los unos, porque eran rubios, de los otros, porque eran altos, de los de allá, porque eran gordos, y, lo que es más asombroso, haciéndole creer que él, que había nacido para ser moreno y ''refecho'' y muelle, podía llegar, con la costumbre, a ser rubio y estirado y activo.

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