Ejemplos con basta

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pero la dispepsia le basta para sus intenciones, que son ofrecer palpable contraste y parangón con Belarmino.
Si como novela se la considera, puede tachársela de acción escasa, aunque tiene la que basta y sobra para mover unas cuantas figuras, principal, si no único, propósito del libro.
En la transformación de los sentimientos de Inés, hay cierto alarde de psicología un poco infantil, que no va bien con los hábitos literarios ni con las facultades dominantes de su autor, a quien le basta con su psicología instintiva y adivinatoria para crear cuerpos y almas, sin necesidad de perderse en sutiles y tortuosos análisis.
Y ahora ya tiene el lector abierta la novela: no incurriré en la puerilidad de contar su argumento, me basta con haber contado mi impresión.
Es usted un amigo a quien aprecio muchos años hace, y esto nos basta al señor don Simón y a mí para prestarle de buena gana este ligerísimo servicio.
La comisión se basta y se sobra para dejarle a usted en buen lugar.
Les basta encerrarse en su inmenso dolor, lanzarlo en tristes estrofas al rostro de la ingrata, para que ésta desfallezca bajo el más terrible de los castigos.
Con el producto de seis u ocho solares y de un rancho cafetero le basta y sobra para vestir a la señora alcaldesa, y a su hijo, un muchacho idiota hinchado de vanidad.
Además: una novela es una obra artística, el objeto principal del Arte es la belleza, y ¡con eso le basta!.
Me basta saber que te quiero, y que te quiero tanto, que por tí, bien mío, seré capaz del mayor sacrificio.
¿Y no te basta con lo que ganas en la casa de Castro Pérez? ¿Te pedimos algo que no puedas darnos?.
Con lo que tiene usted aquí ¡le basta y le sobra! ¡Bien! ¡Bien!.
¡Tu cariño! ¡Tu cariño, muchacho, que con eso me basta!.
Pero, ¿verdad, Rodolfo mío, que me amas, que me adoras, que sólo vives para mí? ¿No es cierto que me apeno sin motivo y que no tengo razón para estar celosa? Y aun cuando tú quieras a Gabriela o a cualquiera otra, ¡qué me importa! ¡Te amo, y con eso me basta! No soy egoísta, no te quiero porque tú me quieras, te amo, y en amarte cifro toda mi dicha.
¿Me amas? ¡Feliz de mi! ¿No me amas? ¿Y qué? ¡Me basta con amarte!.
En fin, basta que sea amigo de tu mamá y tuyo para que también lo sea míoafirmó el joven.

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