Ejemplos con barrigas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Puede confundirse con el Falco rufigularis y el Falco deiroleucus, que tienen similares patrones blanco negro debajo, pero aquellas especies son más parecidos a Falco peregrinus y tienen sólidamente cabezas negras y más oscuras barrigas.
al Oeste de Concepcion de Oriente, cuyo nombre, en idioma lenca o poton, significa dos barrigas, de güeri, barriga, y pe, dos.
Como los Teletubbies, los Nazitübbies muestran pequeños clips en las pantallas que tienen en sus barrigas.
En un rincón del invernáculo, alineadas sobre un aparador, las cafeteras y teteras parecían deliberar con la solemnidad de un consejo de ancianos, chocando gravemente sus barrigas metálicas.
De súbito echó mano a la faja y deshizo el lazo en menos que se dice, se desabrochó la levita con tanta furia, que saltaron los botones como proyectiles: unos fueron a chocar en la pared, otros en las barrigas de los allí presentes.
Quedaba, sí, el recurso de atacar el cuadro a pie: ya iban a ello nuestros valientes moros, ya se cruzaban armas con armas, ya caían algunos de allá con las cabezas hendidas, y los de acá con las barrigas ensartadas.
Por falta de viento, la nube de polvo rastreaba, no subiendo más arriba de las barrigas de los caballos y de los pies de los jinetes.
Le vi trayéndose detrás una ola de furiosos hijos de Adán discípulos de Cristo, hombres mil vestidos del pardo poncho, con los casquetes o roses echados atrás, y la fiera bayoneta relumbrante al sol, apuntando a los pechos y a las barrigas de los pobres hijos de Adán que éramos discípulos de Mahoma.
Que rompan ellos contra nosotros, que escupan, y ya subiremos nosotros a taparles las bocas y a meterles el hierro en las barrigas.
Los soldados, a culatazo limpio, quisieron despejar, y se arremolinó el mujerío procaz, pero al fin, donde menos parecía que pudiera abrirse un hueco, el hueco se abrió, y este hueco en la masa humana lo fue aumentando la tropa por el procedimiento sencillísimo de arrear golpes a diestro y siniestro sin reparar en pechos, espaldas ni barrigas, hasta formar como una plazoleta vacía de gente.
El sitio era poco agradable, y no sé por qué las barrigas de aquellas tinajas me ofrecían un aspecto temeroso, causa para mí de invencible horror.
''Barrigas'' de algodón como pantorrillas, nuevo modo de hidropesía.
Por falta de viento, la nube de polvo rastreaba, no subiendo más arriba de las barrigas de los caballos y de los pies de los jinetes.
De súbito echó mano a la faja y deshizo el lazo en menos que se dice, se desabrochó la levita con tanta furia, que saltaron los botones como proyectiles: unos fueron a chocar en la pared, otros en las barrigas de los allí presentes.
Quedaba, sí, el recurso de atacar el cuadro a pie: ya iban a ello nuestros valientes moros, ya se cruzaban armas con armas, ya caían algunos de allá con las cabezas hendidas, y los de acá con las barrigas ensartadas.
Desde que empieza Setiembre, mi taller es la gloria, y el martillo, golpeando sobre las barrigas de roble, hace la música más alegre que se puede imaginar.
A esta sazón ya las barrigas de Beatriz y su hija andavan en buenos términos.
Otras, sentadas a la turca en el suelo, se entretenían en arrojar galetes al agua, riéndose de las enormes barrigas de silenos y de las canillas de algunos bañistas que no habían visto el mar ni en pintura.
Un momento después, jadeantes, subiéndose los caídos pantalones de andrajos, que les dejan fuera las oscuras barrigas, los chiquillos, tirándole rodrigones y piedras.
Cuando, yendo a las viñas, cruzo las últimas calles, blancas de cal con sol, los chiquiilos gitanos, aceitosos y peludos, fuera de los harapos verdes, rojos y amarillos, las tensas barrigas tostadas, corren detrás de nosotros, chillando largamente:.
Hay en esto de las barrigas mucho qué decir, y como los hijos es una cosa que se hace a escuras y sin luz, no hay quien averigüe quién fue concebido a escote ni quién a medias, y es menester creer el parto, y todos heredamos por el dicho del nacer, sin más acá ni más allá.
-¡Y vengo a eso solo! Pues, bellaco vivo, ¿qué dijo Mateo Pico, que luego andáis si dijera más, no dijera más? ¿Cómo sabéis que no dijera más Mateo Pico? Dejadme tornar a vivir sin tornar a nacer, que no me hallo bien en barrigas de mujeres, que me han costado mucho, y veréis si digo más, ladrones vivos.

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