Ejemplos con aurigas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El ejército de Gondor aplastó a los Aurigas, quemó los carros y a los sobrevivientes los expulsó a las Ciénagas de los Muertos.
Al igual que los jinetes modernos, los aurigas eran elegidos por su ligereza, pero también era necesario que fuesen altos, de modo que normalmente se trataba de adolescentes.
Solían ser peligrosas tanto para los aurigas como para los propios caballos, quienes con frecuencia sufrían serias lesiones, llegando incluso a la muerte.
Eärnil derrotó a los Haradrim en el sur, marchó al norte a través del Ithilien y destruyó a los Aurigas y los hombres de Khand arrojándolos a la Ciénaga de los Muertos donde se pudrieron junto con los muertos de batallas más nobles del pasado,.
Con la primera, mata a Láeg, el auriga de Cú Chulainn, rey de los aurigas.
Mientras tanto, los aurigas van retirándose poco a poco de la batalla y sitúan los carros de tal modo que, si aquellos se ven apremiados por la multitud de los enemigos, tienen libre la retirada hacia los suyos.
Sin embargo, en esa misma época, Gondor estaba en plena guerra con los Aurigas y no envió demasiada ayuda a Araphant, que se las tuvo que arreglar solo para defender su reino de los ataques del Rey Brujo.
Dada la larga amistad con Gondor, Marhari, dio aviso a Narmacil del inminente ataque de los Aurigas a las fronteras septentrionales de Gondor, y atacó la retaguardia de estos, cuando se produjo la Batalla de los Llanos.
Luego de Esta últma Batalla, su último rey, Marhwini, tras fracasar en un intento de rebelion contra los Aurigas, llevó los restos de su pueblo, a vivir a los Valles del Anduin, entre La Carroca y los Campos Gladios, disolviendo el Reino de Rhovanion, y constituyendo el reino de los Éothéods.
El final del Reino de Rhovanion vino durante las Invasiones de los Aurigas, quienes sometieron a la esclavitud a los hombres que sobrevivieron entre el Río Rápido y el Bosque Negro.
Lamentablemente la rebelión fracasó, por la resistencia de las mujeres de los Aurigas, que defendieron las tierras ocupadas, así y todo causó muchas bajas y mucha destrucción entre los Orientales.
La maniobra tuvo éxito y los Aurigas fueron derrotados y empujados hacia las Ciénagas de los Muertos.
Los Aurigas, se dispusieron otra vez a atacar Gondor.
Su pueblo vivía en las Tierras Pardas, el Sur del Bosque Negro y constituyeron el último baluarte defensivo de Gondor, contra los Hombres del Este y en especial de los Aurigas.
Este fue el fin de los Aurigas en tierras del Oeste, el imperio se fragmentó en muchos reinos, uno de los cuales fueron los Balchoth, y los hombres de Khand se retiraron a lamer sus heridas.
Los Aurigas penetraron en Ithilien, exultantes de júbilo pues creían derrotado al enemigo, y veían el camino a Minas Tirith abierto.
, cuando la vanguardia de Ondoher recién había llegado a las Morannon, cuando vieron la polvareda que levantaban la vanguardia de los Aurigas, compuesta por una gran caballería, además de los carros.
Pero los Aurigas y los Variags, se habían estado reuniendo en el sur del Mar de Rhûn, por lo que se movilizaron hacia el oeste al abrigo de las Ered Lithui y siguiendo el Camino del Este que estaba en buen estado.
Mientras tanto Ondoher se dirigió al Norte por Ithilien, con la idea de atacar a los Aurigas en la Dagorlad, tal como había hecho su padre, porque sabía que los Fuertes de los Codos del Anduin, resistirían cualquier intento de los Hombres del Este de cruzar el Río Grande por los bajos y porque creía que el enemigo atacaría desde el Norte como los había hecho en la anterior Batalla.
Producto de la intermediación de Sauron, las luchas entre los Aurigas y los Variags cesaron.
Se reunió entonces el Consejo de Gondor, encabezado por el Senescal Pelendur y rechazó la reclamación, por lo que el Capitán Eärnil, que había derrotado a los Aurigas y a los Haradrim, fue designado Rey de Gondor.
Los Aurigas demoraron el asalto al Reino del Sur, por casi doscientos años, a pesar de que ya habían dominado gran parte de Rhovanion del Este.
De sus pinceles podemos ver galopar a Hunos, Bárbaros, Pompeyanos, aurigas, franceses, árabes o reyes.
se entera, por Marhwini, hijo de Marhari, que los Aurigas están amenazando Calenardhon y que pretendían cruzar el Anduin a la altura de los Codos.
Tom no se hizo repetir la orden: sacó el hercúleo pecho, tirando de las riendas, con el esfuerzo de aquellos antiguos aurigas esculpidos por Fidias en los frontones del Partenón, de pie sobre un carro, deteniendo con una mano el galope de cuatro caballos.
Los artilleros, semejantes a fabulosos aurigas, herían los caballos con el látigo primero, y después con los sables, para precipitarlos en delirante carrera.
En anchas victorias, de pesados caballos negros y aurigas sexagenarios, tomaban el aire, envueltos hasta el vientre en gruesas mantas, viejos valetudinarios, de mirada errabunda y boca entreabierta.
En los merenderos, en torno a las mugrientas mesas, los hombres en mangas de camisa, y las mujeres de pintados pañuelos de percal, bebían peleón, esperando ansiosos noticias de la fiesta, mientras en los corrales, y a los sones de los organillos que entonaban las cascabeleras notas de los schotis y las habaneras, bailaban muy apretaditos, con crujir de almidonadas enaguas y tintinear de espuelas y sables, soldados y chulos con las Menegildas, y de algunos coches rezagados saltaban, saludados por maldiciones de aurigas y obscenidades de hampones, algunos atrasados amadores de la fiesta.
Acrecían el tumulto los gallardos jinetes y los caballos que guiaban faetones o tílburis con la pericia de consumados aurigas.
Además, es este ya asunto decidido por los presidentes de los juegos de Grecia que en Olimpia se celebran, porque, como deseoso Alejandro en cierta ocasión, de concurrir a aquel público certamen, hubiese bajado a la arena con esta mira y pretensión, los aurigas sus competidores en la justa le quisieron excluir poniéndole tacha y diciendo que no eran aquellas fiestas para unos antagonistas bárbaros, sino únicamente para competidores griegos.

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