Ejemplos con arroja

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por otro lado, aparece una escena en la cual el actor que representa al cadáver arroja un gas, causando a los investigadores reírse.
El amigo arroja torta al cumpleañero, por lo que éste le golpea en el rostro.
Por otro lado, todos los villanos maldicen cuando Skeletor se arroja un gas mientras las ventanas estaban cerradas, ya que no pudieron abrirlas.
Incluso hay una leyenda en el folclor esquimal, El niño no deseado, donde una madre arroja al niño al fiordo.
' Sin embargo, la película arroja dudas acerca de las identificaciones previas y en última instancia revela que el hombre que hasta entonces se identificara como Gordon Campbell era en efecto Michael D.
Eric se lo concede, y tras cortar las ligaduras de Ragnar le entrega la espada, una vez libre y con una espada Ragnar asusta a sus captores, pero feliz de morir con la espada en mano se arroja al pozo de los lobos.
Presentáronmele, hiciéronme conocer su talento y su hermosura, y cuando ha llegado a interesarme, cuando quizá le amo, se le arroja para siempre de mi lado por un delito que es cabalmente, aunque en otra forma, el pecado capital de mi propia familia.
La esposa se irritó al evocar las infidelidades recientes Ya no eran sus rivales las mercenarias de los grandes puertos, ni las viajeras que sólo pueden dar unos días de amor, como una limosna que se arroja sin detener el paso.
Claro está que aquel jaque fiero, que espada en mano se arroja sobre su adversario, va a partirle el corazón de una buena estocada.
Alvaro Peña, el orador griego, más indignado que nadie, sube por fin a la cazuela y a pescozones y coces arroja al desgraciado Mechacan del teatro entre los aplausos del público.
Pero el Señor los arroja del Paraíso.
Entonces huyó el niño de allí desolado, corrió ciego a la Nursery y se arrojó de cabeza en su blanca camita, con la enconada amargura y la sombría desesperación del suicida que se arroja, solo y sin esperanzas, en un abismo oscuro, negro, profundo El sueño, el sueño bendito, fiel amigo de los niños, suave consolador de todos sus pesares, vino al fin a acallar sus sollozos y contener sus lágrimas, adormeciéndole allí mismo, sin variar de postura, vestido todavía y con sus premios en la mano.
Sonó después dentro del coche un ¡Berr! formidable, vehemente y angustioso, como el del que se arroja a un estanque de agua helada, y apareció al fin, uniendo aquellas extremidades, un magnífico abrigo de pieles de marta que envolvía al marqués de Villamelón, vestido de gran uniforme.
No terminó la frase: con la fuerza y prontitud que caracterizan al león en su ataque, con la sanguinaria avidez con que el cachorro de un tigre se arroja sobre su primera presa, lanzóse el niño a Jacobo, clavándole las uñas en la garganta, dándole cabezadas en el rostro, pateándole todo el cuerpo con las robustas piernecillas, que parecían tener músculos de acero.
El ídolo hízose monstruoso, y la infeliz mujer quiso arrojarlo de su corazón indignada, como se arroja lo que ofende, lo que mancha, lo que deshonra, mas el alma íbasele detrás, llena de angustias y de vergüenza, porque el ídolo seguía en pie, siempre reinando en ella, y no por ser monstruoso dejaba de ser ídolo.
Apresurémonos, sí, a dejar a nuestra espalda esos nauseabundos puestos, y fijemos la atención en otras donde se venden objetos más importantes, más limpios y más cuidados, objetos servibles, en fín, aunque , y ellos nos harán esperimentar la honda tristeza inherente al inventario de esta gran testamentaría que la muerte o la pobreza sacan en Madrid a pública subasta durante el equinoccio de setiembre,—cabalmente los mismos días en que el Oceano, fustigado por el , arroja a las playas a cada instante melancólicos restos de buques náufragos.
Siempre que arrojaba un hueso, parecía que lanzaba a la inmensidad del pensar general una idea suya, calentita, como se arroja la chispa al montón de paja para que arda.
Todo el bagaje mundano se arroja a la puerta.
Un impulso terrible me arroja de esta casa.
Si no, dígame: ¿hay mayor contento que ver, como si dijésemos: aquí ahora se muestra delante de nosotros un gran lago de pez hirviendo a borbollones, y que andan nadando y cruzando por él muchas serpientes, culebras y lagartos, y otros muchos géneros de animales feroces y espantables, y que del medio del lago sale una voz tristísima que dice: Tú, caballero, quienquiera que seas, que el temeroso lago estás mirando, si quieres alcanzar el bien que debajo destas negras aguas se encubre, muestra el valor de tu fuerte pecho y arrójate en mitad de su negro y encendido licor, porque si así no lo haces, no serás digno de ver las altas maravillas que en sí encierran y contienen los siete castillos de las siete fadas que debajo desta negregura yacen? ¿Y que, apenas el caballero no ha acabado de oír la voz temerosa, cuando, sin entrar más en cuentas consigo, sin ponerse a considerar el peligro a que se pone, y aun sin despojarse de la pesadumbre de sus fuertes armas, encomendándose a Dios y a su señora, se arroja en mitad del bullente lago, y, cuando no se cata ni sabe dónde ha de parar, se halla entre unos floridos campos, con quien los Elíseos no tienen que ver en ninguna cosa? Allí le parece que el cielo es más transparente, y que el sol luce con claridad más nueva, ofrécesele a los ojos una apacible floresta de tan verdes y frondosos árboles compuesta, que alegra a la vista su verdura, y entretiene los oídos el dulce y no aprendido canto de los pequeños, infinitos y pintados pajarillos que por los intricados ramos van cruzando.
Que, puesto que no huye ni se esquiva de la compañía y conversación de los pastores, y los trata cortés y amigablemente, en llegando a descubrirle su intención cualquiera dellos, aunque sea tan justa y santa como la del matrimonio, los arroja de sí como con un trabuco.

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