Ejemplos con anchuras

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Definición de nuevas anchuras de zona de dominio público, servidumbre, afección, así como la distancia límite de edificación para las carreteras catalogadas como vecinales.
La presentación del producto se realiza en bobinas de diferentes espesores, pesos y anchuras.
La mayoría de estos códigos tienen la misión de arreglar la anchura aunque existen algunas anchuras variables para lenguajes ideográficos.
Por otra parte, usando anchuras relativamente cortas de la madera de construcción, la posibilidad del combeo fue reducida al mínimo.
Otro insolente aludió a mis anchuras, dudando de que cupiesen en el asiento.
Era la tal de mediana talla, bien formada y no mal constituida de carnes y anchuras.
El General Burgos atendió a escudar a la Reina con sus corpulentas anchuras.
Con estas dulces quejas, retirose el buen Cordero a la matrimonial alcoba, y no tardó en estirarse en su lecho, cuyas frías anchuras no eran por entonces vergel, sino páramo desolado.
Al subir de grada en grada, su corpulencia y anchuras lozanas fueron gran molestia para los asistentes a la tribuna.
Era de ventajosa talla, en las anchuras moderada, en las delgadeces recogida, la tez morenita, la boca no pequeña, roja y dulcísima.
Para que la semejanza de tal función con las de un drama o comedia fuese perfecta, el local parlamentario era el teatro de la Plaza de Oriente, aún no concluido, edificio con grandes anchuras para la sesión pública, pero sin desahogo de pasillos para el descanso y esparcimiento de los padres de la patria, y para la irrupción de vagos que iban a recoger impresiones, a charlar de política y a comentar los discursos.
Salió de la cárcel, pero no quiso volver a estar con su compañero, dándole por disculpa que en los dias que habia estado preso le habia visitado la Argüello y requerídole de amores, cosa para él de tanta molestia y enfado, que ántes se dejara ahorcar que corresponder con el deseo de tan mala hembra, que lo que pensaba hacer era, ya que él estaba determinado de seguir y pasar adelante con su propósito, comprar un asno y usar el oficio de aguador en tanto que estuviesen en Toledo, que con aquella cubierta no seria juzgado ni preso por vagamundo, y sin eso era oficio que con mucho descanso y comodidad suya podia usar, pues que con sola una carga de agua se podia andar todo el dia por la ciudad a sus anchuras mirando bobas.
Desunció luego los bueyes de la carreta el boyero, y dejólos andar a sus anchuras por aquel verde y apacible sitio, cuya frescura convidaba a quererla gozar, no a las personas tan encantadas como don Quijote, sino a los tan advertidos y discretos como su escudero, el cual rogó al cura que permitiese que su señor saliese por un rato de la jaula, porque si no le dejaban salir, no iría tan limpia aquella prisión como requiría la decencia de un tal caballero como su amo.
Apeáronse don Quijote y Sancho, y, dejando al jumento y a Rocinante a sus anchuras pacer de la mucha yerba que allí había, dieron saco a las alforjas, y, sin cerimonia alguna, en buena paz y compañía, amo y mozo comieron lo que en ellas hallaron.
Llegamos a un punto donde vi la boca de una caverna de medianas anchuras, y me dijo: «Por aquí iréis vosotros a donde yo he dispuesto».
Y ahora te dejo en paz y a tus anchuras.
Y te aseguro que nunca que dormí fuera de él, jice sueño con arte, y toda comida que no sea la de mi casa, me ha sabido siempre a condumio sin sustancia, y en no viendo yo estos picachones encima de la cabeza por donde quiera que ando, me hago cuenta que no veo cosa de gusto ni de traza, y hasta la mar de la costa me parece una pozuca, comparada con las anchuras de este valle.
Anchuras de éstas no se encuentran hasta el camino real: medio día de rodar, agua abajo, en una caballería de buenos pies, un paseo, como quien dice, y de los cortos.
Abrió una puertecilla disimulada y nos encontramos en el taller, cuarto clarísimo, vacío, sin alfombra, sin cortinajes, casi sin muebles, excepto un taburete bajo y una mesita negra con ranuras paralelas, de anchuras diferentes.
Allí, como en nichos, habitaban las herederas de muchas familias ricas y nobles, habían dejado, en obsequio al Crucificado, el regalo de su palacio ancho y cómodo de allá arriba por la estrechez insana de aquella pocilga, mientras sus padres, hermanos y otros parientes regalaban el perezoso cuerpo en las anchuras de los caserones tristes, pero espaciosos de la Encimada.
Entonces el joven león se echó a reír, y dijo: ¿Cómo con esa alzada tan respetable y esas anchuras temes a Ibn-Adán? Y el borrico, meneando la cola, denotando penetración dijo: ¡Oh hijo del sultán! ya veo que no conoces a ese maldito.
Otro insolente aludió á mis anchuras, dudando de que cupiesen en el asiento.
Pero si en esta ocasión queréis economizaros demasiado, viviendo sin orden y a vuestras anchuras, en verdad os digo que no espero hallar medio alguno, ni aun alcanzo cuál pudiera darse para librarnos después de las garras del rey y de la pena debida a unos rebeldes.
¡Qué talle, qué manos y pies! ¡Qué discretas anchuras donde la naturaleza, no el indumento, las ponía! ¡Qué cabeza, qué andares, qué aire de diosa!.
Ha dicho hoy Cordero en la mesa que propondrá al Ayuntamiento el derribo total de la Puerta del Sol, para hacerla de nuevo con mayores anchuras, a fin de dar cabimiento al paso de tantísimo coche como ahora rueda por estas calles.
Esta casa de La Bastida, aunque de pocas anchuras, nos ofrece la ventaja de su abrigo seguro y de su situación risueña en medio del campo poblado de vides, poco húmedo, con llanadas sin fin donde pasear.
Las diez serían cuando Aransis, Donato, Bringas y yo subíamos por la escalera de Villahermosa, que, con tener espacio y anchuras grandes, le venía muy corta al tropel de personas, con careta o sin ella, que intentábamos franquearla.
En vez de afligirse ante las necesidades, busca medios seguros de atender a ellas, y mirando al porvenir tanto como al presente, fijo el pensamiento en sus dos hijos y en los que aún pudiera tener, lanza valerosa y cruelmente a su marido a un trabajo rudo, no de gabinete, sino de actividad febril, mañana, tarde y noche, por las anchuras y estrecheces de Madrid.
Despidiéronse muy afectuosos, y Calpena se quedó solito, dueño de aquel vergel, en cuyas amenas anchuras daba expansión a su espíritu, libertad a sus pensamientos, para que vagasen de la mente a la naturaleza y de la naturaleza otra vez a casa.
Pregonóse un tan bárbaro desafuero por las anchuras de la tierra, siendo tan.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba