Ejemplos con alejandría

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Junto a la Vida de Antonio escrita por el obispo de Alejandría Atanasio el Grande y a la Historia Lausaiaca de san Paladio, las diversas recopilaciones resultan los documentos más importantes para tener nociones de la historia de estos personajes.
Tras su formación en Alejandría se estableció en Éfeso, donde publicó numerosos tratados médicos que sobrevivieron, traducidos al árabe, en Oriente Próximo.
El nombre de la tradición es una referencia tanto al nombre de su fundador, Álex Sanders, como a la antigua biblioteca de Alejandría, la cual fue una de las primeras en el mundo.
Enseñó geometría en Alejandría, y allí fundó una escuela de matemáticas.
Has de saber que sigo en Alejandría.
, Esto fue esencialmente el resultado de sus entusiastas campañas por el cambio que utilizaban frases fuertes, como por ejemplo apoyar el derecho del pueblo a elegir sus propios obispos y sacerdotes, un principio que el Obispo Shenouda después aplicó cuando se convirtió en el Papa de Alejandría.
Ostenta de manera oficial el título de Su Santidad Papa de Alejandría y de todo Egipto, de Nubia, de Etiopía y de la Pentápolis y Patriarca de todo el país evangelizado por San Marcos.
Por razón de su cargo, Shenouda III es la cabeza del Santo Sínodo del Patriarcado Cópto Ortodoxo de Alejandría y de la Iglesia Copta mundial.
Farag Boswell: Profesor del Museo Grecoromano de Alejandría.
Ya en el siglo III, existían tres sedes principales del cristianismo: Alejandría, Antioquía y Roma, con liturgias ligeramente distintas.
Las primeras reflexiones sobre la poesía durante esta época se pueden leer en las obras de Clemente de Alejandría, Orígenes, Tertuliano y Agustín de Hipona, entre otros.
En el Paedagogus, Clemente de Alejandría indica que la hiena, junto con el conejo, estaba obsesionada por el acto sexual.
Todo lo que sabemos sobre su biografía está contenido en una o dos líneas de la Suda, donde se le califica de retórico de Alejandría, y aparte del ya mencionado diccionario le atribuye una , hoy perdida.
El espacio en sí fue abstraído y descrito en sus elementos esenciales por el que se ha llamado padre de la geometría, Euclides de Alejandría, quien había recogido el legado de Pitágoras.
Antes del reinado de Marco Aurelio la literatura latina ya era cosmopolita, no sólo se cultivaba en Roma sino en ciudades como Bizancio, Alejandría, Milán y en las primeras ciudades de la Galia.
Es también extraordinaria la luz que ofrece el texto para comprender el Cristianismo, especialmente con respecto a el entorno de erudito de Alejandría, donde las ideas de todo tipo podían mezclarse, y el sincretismo consiguiente era aceptable en ese momento, este texto, estéticamente atractivo en sí, también contiene información valiosa sobre su lugar del origen.
Está escrito probablemente en Alejandría en la primera mitad del siglo II d.
Olimpiodoro el Joven, filósofo neoplatónico y astrólogo del siglo VI, último director pagano de la Escuela de Alejandría,.
Se convirtió al cristianismo en el transcurso de un viaje a Alejandría, altamente impresionado por las buenas cualidades que pudo ver entre los cristianos de aquellas tierras, en especial la caridad.
En épocas de paz, la ciudad era un foco comercial de gran importancia, y con los ptolomeos se convirtió en el segundo puerto en importancia tras Alejandría, punto de destino de las rutas del Mediterráneo oriental, que negociaban allí, así de las caravanas procedentes de Palestina, cuyas mercaderías continuaban en barcos hasta sus diferentes destinos.
Las armas de los Febrer habían ondeado en flámulas y banderas sobre más de cincuenta navíos de gavialo mejor de la marina de Mallorca, que, luego de tomar órdenes en Puerto Pi, iban a vender aceite de la isla en Alejandría, embarcaban especierías, sedas y perfumes de Oriente en las escalas del Asia Menor, traficaban con Venecia, Pisa y Genova, o, pasando las Columnas de Hércules, sumíanse en las brumas de los mares del Norte para llevar a Flandes y a las repúblicas anseáticas la loza de los moriscos valencianos, llamada por los extranjeros , a causa de su procedencia mallorquína.
Recordó su relato de cierta noche de orgía egipcia en un cafetucho de Alejandría, donde tuvo que pinchar a un hombre para abrirse paso.
Veía los puertos egipcios, con su corrupción tradicional que empieza a removerse y croquear como un pantano fétido apenas desciende el sol, Alejandría, en cuyos cafetuchos bailan las falsas almeas sin más ropas que un pañuelo en la mano, y cada mujer es de una nación diferente, y suenan a coro todos los idiomas de la tierra.
Las descollaban rosadas y turgentes, como un hermoso seno, las té se deshacían, dejando pender sus desmayados pétalos, las de Alejandría, erguidas y elegantes, vertían su copa de esencia embriagadora, las musgosas reían irónicas con sus labios de carmín, al través de una barba tupida y verde, las albas desafiaban a la nieve con su fría y cándida belleza, con su rigidez púdica de flores de batista.
Y eso que la imagen de su esposa, más rubia que un canario y más colorada que una rosa de Alejandría, miraba al cielo con una expresión mística que jamás él la conociera.
El Mediterráneo le inspiraba desprecio, con sus puertos como Alejandría y Nápoles, verdaderos pudrideros de todo el detritus de Europa.
Vestía de color obscuro y llevaba cubierta la cabeza con un gorro de blondas sobre las cuales resaltaba una rosa de Alejandría.
Con diferentes pensamientos de los del cadí navegaban Ricardo y Mahamut, y así sin querer tocar en tierra en ninguna parte, pasaron a la vista de Alejandría de golfo lanzado, y sin amainar velas, y sin tener necesidad de aprovecharse de los remos, llegaron a la fuerte isla de Corfú, donde hicieron agua, y luego sin detenerse pasaron por los infamados riscos acroceraunos, y desde léjos al segundo dia descubrieron a Paquino, promontorio de la fertilísima Tinacria, a vista de la cual y de la insigne isla de Malta volaron, que no con ménos lijereza navegaba el dichoso leño.
Ya en esto habia Halima declarado su intento a Mahamut y a Ricardo, y ellos estaban en ponerlo por obra al pasar de las cruces de Alejandría, o al entrar de los castillos de la Natolia, pero fué tanta la priesa que el cadí les daba, que se ofrecieron de hacerlo en la primera comodidad que se les ofreciese, y un dia, al cabo de seis que navegaban y que ya le parecia al cadí que bastaba el fingimiento de la enfermedad de Leonisa, importunó a sus esclavos que otro dia concluyesen con Halima, y la arrojasen al mar amortajada, diciendo ser la cautiva del Gran Señor.
Embarquéme en Alicante, llegué con próspero viaje a Génova, fui desde allí a Milán, donde me acomodé de armas y de algunas galas de soldado, de donde quise ir a asentar mi plaza al Piamonte, y, estando ya de camino para Alejandría de la Palla, tuve nuevas que el gran duque de Alba pasaba a Flandes.

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