Ejemplos con acerqué

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Vi y me acerqué a la famélica y desesperada madre como atraida por un imán.
El hermano de Valencia Cossio, Ramiro, entonces Gobernador de Antioquia, narra así lo que pasó después, cuando él acababa de llegar: Me acerqué al doctor Álvaro Uribe, el no me aceptó el saludo de mano.
Cuando me acerqué a ti y te ofrecí el mío no reparé si estabas dorada o plateada: te vi buena, inocente, hermosa y me bastó para quererte y me sigue bastando.
Me acerqué a un muro del castillo, que tenía grabado un elefante, y, siguiendo la visual del ojo, vi que entre dos grandes bloques de piedra se veía en aquella hora la sombra de una peña afilada, colocada a orillas del río.
Genoveva miraba a Agapito melancólicamente con el rabillo del ojo, yo me acerqué a él, y dándole un empujón, le dije:.
Me acerqué a él, pero estaba muerto.
Una mañana me acerqué al faro de las Ánimas.
Me acerqué a contemplar el caserío: la fachada que miraba al mar era toda negra, la otra tenía un jardín abandonado, con dos cipreses secos, y luego una huerta, que se continuaba con un prado.
Miré al médico, titubeando, pero éste me hizo una imperceptible seña con los ojos, y me acerqué a la cama.
La última vez que me acerqué al grupo, la chilena cuello de cisne me dijo con una sonrisa de cuchillo: ¿A qué viene usted aquí, patero? Déjenos en paz y vaya a hacer la pata a sus argentinas.
Apenas me acerqué a ellos para saludarles, vi entrar a Graziella, trayendo servicio de café con leche y tostadas para los dos, mejor dicho, para los tres, pues me invitaron a participar de su desayuno.
Con respeto supersticioso me acerqué a la Señora y le besé la mano.
Me acerqué al Ministro primerizo, y le dije: Simpático , parece que estás triste.
Luego desde mi gabinete oí que Pepe y aquella mujer levantaban mucho la voz: me acerqué a una puerta y la oí llorar, llegando a mis oídos palabras que me helaron de espanto: despojo compasión maldad.
Piadoso obsequio, dulce recuerdo de aquel Viernes de Dolores venturoso y feliz en que mi alma tenía la pureza de las azucenas, en que los cielos y la tierra me sonreían, cuando en el templo alfombrado de amapolas, entre el humo de los incensarios, a los acordes solemnes del órgano, delante de un altar, resplandeciente, me acerqué trémulo, anonadado, a recibir el Pan Eucarístico.
Me acerqué, y arrodillándome junto al sillón quise abrazar a la anciana.
Mientras Gabriela fué a traer los dibujos yo me acerqué a la reja.
Se animó al verme, y cuando me acerqué para abrazarla me miró tristemente, y con voz muy débil, tan débil que apenas la oímos, me dijo:.
Acerqué el caballo a la puerta principal.
Me acerqué de puntillas y le tapé el rostro con mi pañuelo.
Me acerqué de puntillas, y apoyado en el respaldar del sillón, me incliné, y en voz baja le dije al oído:.
Me acerqué al abogado, llevando la hoja y la bujía.
Me acerqué al estanque para recrear mis calcinados ojos con la contemplación del agua, y el olor a peces muertos me hizo retroceder más que a prisa.
—¡Conque no has observado nada! ¡Conque no me viste cuando me acerqué a él y se atravesó el Cura!.
¡Nunca tal hiciera y maldito sea el instante en que me separé de aquel tesoro de mi vida, de aquel imán de mi espíritu! Gabriel, corrí a la Moncloa, me acerqué a los grupos en que eran reconocidos los cadáveres, y anduve de un lado para otro esperando encontrarte entre aquellos que, abandonados hasta en tan triste ocasión, no tenían quien formara a su alrededor concierto de llantos y exclamaciones.
Me retiré a mi aposento, cambié lentamente el traje negro que me había puesto para la ceremonia por el de casa, dejé pasar, con una impaciencia mortal algún tiempo, y luego abrí silenciosamente la puerta de escape de mi alcoba, y me acerqué, sin causar el más leve ruido, a la otra puerta de escape del dormitorio de Amparo.
Yo me acerqué silenciosamente, atravesé la habitación y quedé de pie, inmóvil, detrás de ella.
El perro retrocedió, y yo me acerqué más.
Aquello picó más mi curiosidad, y así que se separó el hombre me acerqué yo Y ¿con quién te figuras tú que me topé? Con Chepilla.
Trataba de sacar los pies de los agujeros, dejé la cura de Julián y me acerqué cuanto pude a la tarima de Pedro.

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