Ejemplos con abertura

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Salvo los monotremas que son ovíparos, todos los mamíferos son vivíparos y la fecundación es siempre interna, lo que requiere que el macho inserte el pene eréctil en el interior de la vagina de la hembra a través de la abertura externa conocida como vulva.
La abertura quedaba cerrada con nudos.
Consta de arcuaciones de arcos ogivales sobre columnas, encima de ellas hay una galería con abertura de ventanas y balaustradas, rematándose con una cornisa de pináculos y gárgolas.
Los incisivos van dejando las marcas características mientras el animal gira el fruto, hasta que consigue una abertura suficiente como para sacar la semilla de dentro del fruto.
Después del acto, hay un cosido de ambos lados de la vulva hasta que queda prácticamente cerrada, dejando únicamente una abertura para la sangre menstrual y la orina.
Las aberturas o desniveles que supongan un riesgo de caída de personas se protegerán mediante barandillas u otros sistemas de protección de seguridad equivalente, que podrán tener partes móviles cuando sea necesario disponer de acceso a la abertura.
Las hembras poseen la abertura del marsupio dirigida hacia atrás para que no entre arena.
A partir del siglo XVI, esos edificios fueron arreglados para hacerlos más confortables: abertura de ventanas, tramo de acceso a la poterna.
La testa posee una abertura a través de la cual salen los seudópodos.
Esto, unido a una abertura al fondo por la que entra la luz, consigue darle sensación de profundidad al cuadro.
Esta escena inicial es idéntica a la famosa abertura de Selma Lagerlöf en su novela La saga de Gösta Berling.
Lo mismo ocurre con el sinus urogenital que es el espacio existente entre la vulva y la abertura de la uretra en el tracto genital.
En el resto de las especies, la abertura urogenital es independiente de la intestinal, existiendo una distancia entre ambas que varía entre especies.
En los monotremas la abertura del tracto urogenital, al igual que ocurre en reptiles y aves, es común a la digestiva, dando lugar a un único orificio conocido como cloaca.
Sus casas cerealmente redondas tenían una abertura en el techo, también construían canoas de totora para la navegación.
El Segundo ataque no se hizo esperar, los orcos tiraron la puerta con arietes y por la abertura volaron flechas, que por fortuna no hirieron a nadie.
Las mangas las llevaban sueltas, pero el capuchón iba bien abrochado bajo la barba, mostrando por la abertura sus rostros tostados de piratas.
Febrer vio salir a unas mujeres vestidas de negro, tétrico grupo de tapadas, que apenas sí enseñaban a través de la abertura del manto su nariz enrojecida por el sol y un ojo de brasa velado por las lágrimas.
Las doncellas cobrizas se disputaron la abertura de un cortinaje, pasando por este hueco sus curiosas miradas de antílope.
Tomaba una de sus manos, acariciándola, introduciendo un dedo por la abertura del guante.
Su mano, fingiendo distracción, se paseó junto a la abertura del bolsillo, pronta a armarse en caso de ataque.
Sus pechos juveniles y firmes asomaban por la abertura de una camisa de dormir, pegada al cuerpo con impúdico moldeo.
Encima de esta cifra avanzaba su punta un pañuelo asomado a la abertura del bolsillo.
Luego, lenta y prudentemente, iban surgiendo otra vez los animados pinceles por la abertura de sus vainas, flotando en el agua con ansiosa espera.
En el mismo momento que el santo decidió dedicarse a Dios, tembló el suelo y se estremeció toda la casa, quedando esta abertura como recuerdo.
Y la mujerona, que tenía cierto afecto a los tres hijos de Batiste porque pagaban todos los sábados, agarró de una mano al señor de Borrull , el cual salió de la escuela balanceándose sobre las tiernas piernecitas, llorando todavía del susto y enseñando algo más que el faldón por la abertura trasera de los calzones.
La anaquelería, de madera vieja, atestada de cajas, sobre el mostrador telas y más telas extendidas sin compasión hasta barrer el suelo, dependientes con el pelo aceitoso y las brillantes tijeras asomando por la abertura del bolsillo, y mujeres discutiendo con ellos, como si estuvieran en el centro del Mercado, abrumándolos con irritantes exigencias.
Llegóse en esto la sazon y punto en que bajó el señor Monipodio, tan esperado como bien visto de toda aquella virtuosa compañía: parecia de edad de cuarenta y cinco a cuarenta y seis años, alto de cuerpo, moreno de rostro, cejijunto, barbinegro y muy espeso, los ojos hundidos: venia en camisa, y por la abertura de delante descubria un bosque, tanto era el vello que tenia en el pecho: traia cubierta una capa de bayeta casi hasta los piés, en los cuales traia unos zapatos enchancletados, cubríanle las piernas unos zaragüelles de lienzo anchos y largos hasta los tobillos, el sombrero era de los de la ampa, campanudo de copa y tendido de falda, atravesábale un tahalí por espalda y pechos, a do colgaba una espada ancha y corta, a modo de las del perrillo, las manos eran cortas y pelosas, los dedos gordos, y las uñas hembras y remachadas, las piernas no se le parecian, pero los piés eran descomunales de anchos y juanetudos.
Pues por esta abertura de arriba abajo prosiguió maese Pedro, tomando en las manos al partido emperador Carlomagno, no sería mucho que pidiese yo cinco reales y un cuartillo.

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