Ejemplos con añosa

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ella en Cuba, a los tres años se trasladó a México,más tarde a Florida,Roma,y a los trece años,a Madrid.
Entre sus atractivos es válido destacar los vinos pateros y dulces caseros fabricados en la mayoría de las casas de familia, la capilla de San Isidro Labrador, y el Bosquecillo, un paraje que ostenta sus vertientes de agua entre las piedras y una tupida y añosa arboleda.
Mi aburrida expectación me llevó a la ciudad alta, con accidentes de Alcazaba moruna y vestigios de Catedral añosa, no sé si visigoda o románica, llevome después al grandioso Arsenal, donde vi la marinería dueña de los barcos y de los almacenes y talleres: toda la oficialidad y jefes de la Armada estaban en forzadas vacaciones.
Pasé no sé cuánto tiempo en un muladar, y mis amigos eran los cerdos, y mi alimento lo que querían arrojarme unos aldeanos compasivos de Añosa de Torreseca.
A llevar y recoger a Cristeta iba el tío estanquero, no sin repugnancia y protestas de su cónyuge, la respetable y añosa doña Frasquita.
Zócalo de pintados azulejos cubría hasta la altura de una vara la parte inferior de aquellas, y sencilla y añosa estera de esparto libraba los pies de la frialdad de los ladrillos.
Su cuerpo achaparrado, duro, lleno de ángulos y nudosidades asemejábale a una encina añosa, dotada por un capricho de la Naturaleza de la facultad de trasladarse, su rostro curtido por la intemperie, era del color de la tierra labrada, no parecía sino que un solo arado había hecho los surcos de la una y las arrugas del otro, como crece entre los surcos la cizaña, desigual, revuelta y salpicándolo a trechos, crecía la barba en la cara rugosa del viejo labrador, hasta su cabeza puntiaguda, coronada de cabellos blancos, recordaba los picos inaccesibles que se erguían sobre la montaña, cubiertos de nieves perpetuas.
Negaránla, es claro, porque precisamente en el campo es donde estos señores se han empeñado en colocarnos la felicidad terrena, ya bajo el aspecto de encanecido anciano, que perora con más elocuencia que Demóstenes y más profundidad que Sócrates, so la añosa encina, o cabe la parlera fuente, ya bajo el de apuesto galán que cultiva el fértil valle, y aunque suda al sol y come ráspanos y borona, es por la noche bastante sublime para echar un discurso a su novia, que le espera con un ramo de flores, y que no es menos gallarda, menos elocuente ni menos poética que su adorado, ya, en fin, bajo la forma de blancos manteles, doradas frutas, triscador cabrito, fiel y respetuoso can, etc, etc.
Tal fue la tapia de un huerto, recamada de lujosa hiedra y de otras plantas trepadoras, sobre la cual se alzaba luego, al modo de dosel, una extensa y añosa parra.
-Julia -llevaba la voz doña Bibiana-, aquella huérfana confiada a la tutela de una parienta añosa, se enamoró de un hombre y se dio a él, confiada en sus engañosos prometimientos.
Mi aburrida expectación me llevó a la ciudad alta, con accidentes de Alcazaba moruna y vestigios de Catedral añosa, no sé si visigoda o románica, llevome después al grandioso Arsenal, donde vi la marinería dueña de los barcos y de los almacenes y talleres: toda la oficialidad y jefes de la Armada estaban en forzadas vacaciones.
La impresión general que producía aquel rostro despertaba la imagen del tronco de una añosa encina.
Los záparos no olvidaron muchos años la historia de su santo misionero y de sus amables y desgraciados hijos, sobre cuya tumba depositaban hermosas flores, suspendiéndolas del tronco de la añosa palmera que la señalaba, y dirigían al cielo sencillas y fervientes oraciones.

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