¿Cómo se escribe ensalto?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra ensalto se escribe con R

La manera correcta de escribirla es ENSARTO. Puedes ver la definición de ensarto aquí

Las posibles dudas a la hora de escribir una R o una L, vienen dadas porque tanto la letra erre como la letra ele son líquidas, esto es, no hay oclusión del aire, sino que se articulan con el tracto abierto y los posibles obstáculos no impiden la salida del aire.

En algunas regiones hispanohablantes, ambos fonemas se pronuncian de la misma manera, a este echo se le conoce como lambdacismo y normalmente se da en las erres al final de palabra, de esta manera palabras como amor se pronuncian como amol, o dolor como dolol.

Ejemplos con la palabra Ensarto

Si no, general Juanillo, te juro que lo mato, lo ensarto, lo vacío, lo desmondongo.
Si ensarto cincuenta perlas, puedo equivocarme de cuarenta y nueve modos, y acertar sólo de uno. Así es que, a veces, ensayo las cincuenta, hasta descubrir el que debe ser. Se cuenta que tengo un secreto para hilar... Ya saben ustedes mi secreto: paciencia. Y además, este oficio no sirve sino para quien sienta una chifladura por las perlas, como yo la sentí desde niña. No poseo ninguna, ni tamaña como un grado de trigo..., y manejo las mejores del mundo. Aquí, los collares de la desgraciada emperatriz, aquí, los de las princesas, aquí, los de las reinas, de las actrices, de las impuras, de las archimillonarias, de las odaliscas turcas, de las imágenes católicas... Ya, ya voy a eso, a cómo se reveló mi vocación de perlista. ¡Bien sencillo! En dos palabras. Yo tuve una hermana y un novio. Mi hermana -hermana sólo por parte de madre- heredó, de un tío suyo, una gran fortuna. Entonces mi novio rompió conmigo y se dedicó a pretenderla a ella, mi hermana le hizo caso... y se concertó la boda. Poseíamos un collarcito de familia, unas sartas, mi madre me había regalado la mitad a mí, a mi hermana la otra. Estaban mal hiladas. Hilé bien las mías y pedí a la novia las suyas, que hilé también. Al hacerlo, sobre cada perla solté una lagrimilla..., porque al fin es duro presenciar cómo se casa con otra el hombre a quien queremos. La novia, al ver su collar, creyó que no era el mismo, sino otro mejor, donde yo había puesto perlas de las mías. Esto me indicó que debía haberlo hecho..., y cogí las mías y se las regalé. Al otro día, no pudiendo resistir más, me escapé sola, me vine a París, sin recursos, y se me ocurrió ofrecer mis servicios a un joyero, que los aceptó. Ahí tiene usted la historia...
Ver ejemplos de oraciones con la palabra ensarto

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